-¡Buenas noches, mi amor!

3.5K 165 7
                                    

-Wow -dice Tris.

-Joder -digo yo-. Es jodidamente perfecto.

-Te quedas corta para eso -señala Tris.

-¿Qué hacéis? -pregunta Dante. Nos giramos inmediatamente mirándolo a él y a Lucas.

-¡¡Nada!! -decimos Tris y yo. Miramos a nuestros novios y les sonreímos nerviosas. Ninguna de las dos trata de volver a mirar al dios griego que está detrás de nosotras sólo con unos slips rojos para meterse a la piscina. Ellos arquean las cejas, nosotras nos miramos y nos comenzamos a reír frenéticamente, lo que conlleva a que nos miren mal. Miro atrás y veo que el dios griego se ha tirado a la piscina ocultándonos su cuerpazo. Tris y yo suspiramos de la frustración.

-Chicos y chicas -nos llama el profesor. Estamos en la entrada del hotel, a mano derecha hay una gran cristalera donde se ve la piscina (el dios griego) enorme. Y a la izquierda está el mostrador con una señora muy elegante-. Uno de la pareja venga por la llave. Nos reuniremos en el restaurante a las nueve y media. Sean puntuales.

-Vas tú -digo a Tris justo a la vez que ella-. Vas tú -repito primero que ella.

-Mierda -murmura pero se encamina hacia el profesor.

-¡Hola, tú! -le digo a Dante sonriendo. Él me guiña un ojo a modo de respuesta. Me acerco a él y lo abrazo. Bostezo sin querer.

-¿Tienes sueño después de haber dormido todo el camino? Eres increíble, ángel.

-Lo sé. Soy fantásticamente increíble -digo en su pecho. Él se ríe. Tris llega junto con Lucas

-Nos vemos a las nueve, ángel. Te quiero.

-Bien. Te quiero -él se aleja junto con Lucas que se ha despedido de mi amiga con un beso.

-Vamos. Nuestra habitación es la 12C -anuncia Tris-. Se la cambie a María que tenía la 11D, ahora estamos un piso más arriba, lo que significa mejores vista.

-¡Y más altura! -agrego.

Entramos al ascensor y pulso el botón 12. El ascenso es gigante, estamos con dos empresarios y con cuatro de nuestros compañeros y no vamos apretados. Llegamos a nuestra planta y empezamos a buscar la puerta 12C.

-Aquí -grita Tris-. La C es una de las primeras letras del abecedario, la habitación debería ser una de las primeras.

-¡Agh! -me quejo-. Deja de cuestionar todo y abre la puerta -ambas ponemos los ojos en blanco.

-La hostia -dice Tris. Corro hacia donde está ella y miro por la puerta.

-¡Mi madre! -ambas corremos hacia la cristalera en la que se ve todo Barcelona. Es precioso.

-¡Esto de noche tiene que molar! -dice ella. Asiento ya que no puedo decir una palabra.

*-*-*-*-*-*-*

-Son las ocho y cuarenta y siete -grita Tris desde la habitación.

-¡Ya salgo! -grito yo desde el baño, me pongo las medias y con una de mis uñas las rasgo-. ¡Me cago en la mierda! -maldigo- ¿Tienes unas medias negras?

-No, no las traje -me dice-. Ve sin medias. Es verano. No va a hacer tanto frío.

-Tienes razón -salgo del baño-. ¡Te daría duro contra el muro! -le digo cuando la veo. Lleva una falda negra de tubo con una camisa rosa con un escote pronunciado.

-Y yo me dejaría -comenta Tris dándole el visto bueno a mi vestido beige pegado al cuerpo. A las siete, nos dijeron que teníamos que ir bien vestidos- ¿Te vas tú o me voy yo? -pregunta Tris.

Último primer día [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora