Eres mi novio.

4.1K 225 4
                                    

-¿Así estoy bien? -le pregunto a Dan cuando llego al parque donde él me está esperando.

-Uhm, sí -dice sonriendo-. Me encanta tu chaqueta de motera -dice.

Llevo la chaqueta que le robe el día que me echaron Cola Cao en mi ropa. Me la he puesto varias veces, es super caliente.

-Y deberías ver mis calzoncillos -digo guiñandole mi ojo izquierda con una sonrisa moja...¿calzoncillos?

-¿Tienes puestos mis calzoncillos? -pregunta asombrado, veo que sus ojos se oscurecen.

-Nunca lo sabrás -digo riendo.

-Eso me dijiste sobre si dormias o no desnuda, ángel.  ¿Y adivina que? Sé que duermes desnuda -pone su sonrisa, esa que tanto me vuelve loca.

-Idiota.

*-*-*-*-*-*

La primera y segunda vez que fui a un combate de Dan esto estaba lleno. Bueno, pues ahora está ¿atiborrado? ¿abarrotado? ¿Lo siguiente de eso? ¿Me entienden lo lleno que está?

Dan me lleva en su brazo protector, entramos en una habitación que está llena, pero no tan exagerado.

-Voy a cambiarme, ángel.

-¿Me vas a dejar sola? -pregunto horrorizada, solo hay tres chicas y una tiene novio y la otra está con ¿su padre?

-Uhm, sí. No dejan entrar chicas en vestuario, ángel. Lo siento. No tardo.

-Más te vale, Daniel.

Se va sonriendo de oreja a oreja.

No pasa ni un minuto cuando se acerca un chico.

-Bonito culo -me giro y veo a un chico alto, con ojos verdes,  pelo negro-. Soy Daemon.

-Eleanor -le contesto seria. Se acerca y me da dos beso en la mejilla. ¿Qué coño?

-¿Quieres venir conmigo al otro lado para entrar cerca del rin y verme ganar? -pregunta muy seguro de sí mismo.

-Uhm...-¿Qué digo yo ahora? -. Me encantaría pero estoy aquí con mi novio.

-¿Tu novio? ¿Quién es? -pregunta mientras arquea una ceja.

-Es...eh.. -veo por el rabillo de mi ojo y veo a mi salvación- él -lo señalo. Él me mira y se acerca a mi-. ¡Hola, cari! -me acerco y le doy un pequeño pico.

-¡Hola, ángel! -me sonríe, se acerca y me da un beso más profundo que mi mierda de pico-. ¿Qué quieres,  Daemon? -le pregunta un tanto brusco.

-Desearte suerte, la necesitarás -dice-. Eleanor, un placer -me guiña un ojo y se va.

-¿Cari y luego me besas? -pregunta-¿Qué te dijo?

-Nada. Sólo que se me insinuó y no sabía que decirle, me puse nerviosa.

-¿Así que ahora soy tu novio, ángel? - ¡Y como no! ¡Pone su sonrisa moja bragas!.

-Mientras ese -señalo a Daemon- esté cerca mío, eres mi novio -digo.

-Creo que lo voy a invitar siempre que esté contigo.

-Idiota -y me sonrojo. Mierda. Mierda. No digas esas cosas, Dante.

-Danger, te quiero listo en dos minutos.

-¿Danger?  Si boxeará, no lo haría contigo, tu nombre me echaría para atrás -escucho su carcajada que sale del fondo de él.

-Ven, ángel -me coge un brazo y me lleva fuera de la habitación, me acerca al rin-. Quédate aquí, no te muevas -me advierte-. Aquí tendré un ojo en ti y podré ver si alguien te mete mano, ángel -sonríe-, a mi novia no le mete mano nadie.

-Idiota -digo riendo.

-Dan dentro del rin en sesenta segundos -le dice el mismo tipo de antes. Da un poco de miedo.

-¡Buena suerte! -le deseo-¡Patea su culo por ligar con tu novia!  -suelto una risa y él ríe también.

-Así no se desea suerte, ángel -pongo cara de ¿Qué?

  Se acerca a mí, pone una mano en mi cintura y la otra en mi mejilla, su boca se acerca a la mía, me besa y yo lo acepto.

  Es un beso de solo labios, la mano que está en mi cintura me apreta y me acerca más a él.

Muerde mi labio inferior, está pidiendo permiso y yo se lo doy. Su lengua roza la mía y empiezan a jugar. Una de mis manos están en su pecho y la otra por su cuello.

  Nos vamos separando, me lamo mis labios y estamos tan cerca que también lamo los suyos, siento como su boca sonríe y como mi cuerpo se tiñe de rojo.

Vuelve a acercarse y me da un pequeño pico.

-Tengo que ir a ganar, ángel -dice-. Gracias por las buena suerte -y se va.

*-*-*-*-*-*

Vamos en el decimocuarto round y ninguno ha caído, han boxeado bastante bien, quedan treinta segundos para que acabe este asalto.

-¡Ánimo Dan! -grito de la emoción.

Chin, chin, chin, chin. La campana suena avisando que acaba de acabar el round.

  Dante sale y se acerca a su entrenado y a mi, me da un abrazo y le da un abrazo de tios al entrenador.

-¡Tienes posibilidades de ganar! -le dice él-. Has tenido buenos golpes y buena defensa y él no ha estado nada mal tampoco pero tiene una falta por el golpe bajo. No te dejea noquear o noquealo a él -le aconseja.

-¿Qué tal estás?  -pregunto, miro su torso y tiene varios ematomas -¿Te duele? -digo tocando uno cerca de su pectoral derecho.

-Bien y es un dolor aguantable -dice-. Me las piro.

-Suerte -digo y le guiño un ojo.

  Llevan un minuto dándose puños y yo ahogo gritos cuando le da a Dan. Dios, se pegan puños del tipo a matar. Como un puño de esos me de a mi, caigo directa a una tumba.

  Dan le da un golpe de esos que todo el mundo gritan con orgullo el nombre de Dan y noquea a Daemon.

-Uno, dos, tres -contamos todos en gritos-, cuatro -mierda, se está poniendo en pie.

Se levanta de total, me mira y me sonríe con una sonrisa un poco pija. Dan se da cuenta y se pone más furioso, empiezan a darse golpes, hasta que Dan empieza y le da golpes a diestro y siniestro, deja de darle golpes para que Daemon de un golpe, que nunca llega a tocas a Dan, él aprovecha y le da otro golpe y vuelve a noquear a Daemon.

-Uno, dos, tres, -contamos gritando- cuatro, cinco, séis, siete, ocho -la gente empieza a aplaudir-, nueve y diez. ¡Braaaaaaaaavo! ¡Bieeeen! ¡Yuuuujuuu! -la gente grita y aplaude y silba y saltan de la emoción.

  Yo soy unas de las que salto y grito y aplaude todo a la vez.

Dan me mira y veo como me guiña un ojo, el árbitro que está en el rin con ellos, coge la manos de ambos pero sólo levanta la de Dan, y la gente grita más fuerte. Yo entre ellos.

Todos se bajan del rin, Dan se quita el casco y abraza a su entrenador, se vuelve a mi y yo corro hacia él, me coge en brazos y nos abrazamos.

-¡Enhorabuena! ¡Eres el puñetero amo del boxeo! -le digo besandolo en la mejilla y él se ríe-. Estuviste genial.

-Gracias, ángel -y volvemos a abrazarnos.

-¿Ves que soy tu talismán? -digo sonriendo de oreja a oreja.

-Eso o eres mi ángel guardián -dice sonriendo también de oreja a oreja, lo miro y miro su boca.

Él mira la mía y ambos juntamos. nuestras bocas, es un beso bastante feroz.

-No quiero separarme de tus labios en este preciso momento, pero tengo que ir con mi entrenador -dice dándome un pico-. Vamos, ángel.

-Si me bajas, a lo mejor camino -digo riendo en su boca. Me baja pero no me suelta, pone su mano protectora en mi cintura.

-Vamos a conseguirme un manager, ángel.

-Seguramente vas a tener de donde elegir.

Último primer día [sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora