39. Feria

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Frank estaba esperando a que amaneciera, no durmió en toda la noche y veía por la ventana, veía un cielo despejado, veía felicidad.

Dieron las seis de la mañana y muy emocionado fue a despertar a Mikey.

—¡Es hoy! ¡Es hoy! ¡Es hoooy!– dijo saltando en la cama de Mikey y Kristin.

Kristin solo sonrió y siguió durmiendo, Mikey no entendía de que hablaba Frank.

—¿Qué es hoy, pequeño?

—¡No está lloviendo! ¡Hoy iremos a la feriaa!

Mikey algo desganado se levantó a ver por la ventana, el clima era perfecto, los árboles tenían un aspecto increíble y los pájaros volaban entre ellas.

—Está bien– sonrió– pero dejame prepararte algo, Frankie– se acercó a Kristin para darle un pequeño beso en los labios y junto a Frank bajaron a la cocina— ¿Qué quieres de desayunar hoy Frankie?

—¡Quiero waffles! ¡Quiero waffleeeees!– dijo con una gran sonrisa.

—Bueno, ve a preguntarle qué quiere a Kristin pequeño, yo estaré haciendo todo.

—¡Siii!– aplaudió y subió muy rápido a hablar con Kristin.

Definitivamente tenía que ser el mejor día para Frank.
Después de desayunar, Kristin dijo que tenía que comprar algunas cosas, le dio un pequeño beso en la frente a Frank y antes de irse me dijo.

—Mikey, amor, mira, estuve hablando con una amiga y ella nos puede ayudar a encontrar un lugar para Frankie.

—¿Aún sigues empeñada en que lo deje?– dijo cruzándose de brazos.

—No lo hago por mala Mikey, quiero que esté bien ¿Si?

—Yo veré que hacer.

Kristin solo sonrió y subiéndose a un taxi se fue a la ciudad. Frank llegó detrás de Mikey y le dijo.

—Boo, ¿Ya nos vamos?

—Ven, vamos a alistarnos– tomó a Frank de la mano y lo llevó a cambiarse.

Frankie estaba muy emocionado, subió al auto abranzando su peluche, veía por la ventana y decía...

"Hoy será el mejor día de mi vida"

Yo solo lo miraba, era una escena muy tierna, tenía sus ojitos chinitos y en sus labios una gran sonrisa. Sus manos apretando fuertemente a aquel peluche y su cabello volando por el viento.

Dejé de mirarlo y estuvimos en la carretera por mucho tiempo, unas dos horas quizá, al llegar a aquella feria ambos quedamos sorprendidos, era una feria muy grande.

—¡Esto es geniaaaal!– dió pequeños saltitos.

—¿Dónde quieres ir primero?– miró a Frank y este solo se quedó viendo a toda la feria.

—¡Vamos a dónde hay peceeees!

Ambos se dirigieron a un pequeño lugar donde habían muchas peceras, habían peluches, dulces y algunos juegos, Frank no tomó importancia a ninguna cosa más que a una gran pecera donde habían unos delfines, peces y una mujer vestida de sirena.

—¡Boo! ¡Miraaaaaa!– dijo señalando aquel lugar—¿Podemos verlooo?

—Vamos– sonrió.

Frank tenía sus ojos brillosos, y me sentía tan bien porque eran aquellos ojos que me miraron por primera vez, estaban otra vez brillando con una gran intensidad. Nos acercamos a aquella joven mujer y ella amablemente le sonrió a Frank.

Era una escena muy "perfecta" Para ser real, Frank emocionado por ver tantos peces en un solo lugar y para él, una sirena real.

Nos quedamos un rato viéndola, después Frank dijo que quería ir a jugar. Lo llevé a un carrusel que estaba cerca las peceras.

Nunca tendré una escena tan linda en mi cabeza como la de aquel día, cuando Frankie se subió, el carrusel comenzó a dar vueltas, me veía y se despedía de mí, pero en realidad nunca se iba, solo era un despedida corta, porque aquel carrusel daba vueltas y vueltas.

Después fuimos a comer algo, el día se pasó muy rápido, Frank se subía a cada juego que veía y yo... Yo dejaba que sea feliz. Cuando llegó la noche ambos nos subimos a una "Rueda de la fortuna, Rueda de Chicago, Vuelta al mundo, Noria, Estrella, Rueda gigante, Rueda Ferris..." Como ustedes la conozcan, Frank estaba a lado derecho y yo al izquierdo, se detuvo cuando llegamos arriba, muy arriba y Frank me miró sonriendo.

—Gracias Boo– lo abrazó.

—¿Por qué gracias, pequeño?

—Por hacerme feliz y darme el mejor día de mi vida– rió y ambos estaban abrazados.

Dulce Pez «FRERARD»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora