Dulce Pez «FRERARD»

16. Boo

Cuando estábamos cerca de casa, un poco antes de llegar, Frankie ya estaba durmiendo, no quería hacerlo despertar pero no había comido nada, quise hacerle dormir un rato más, así que desvíe el camino y busqué un restaurante. Frank antes del accidente era vegetariano, pero después de eso no se quejó por comer carne, de hecho le gustaba, era extraño.

Tenía ocho dólares, estacione en un lugar donde vendían todo tipo de comida, pero luego volví a encender el auto, opté por prepararle algo a Frank, según él, mi comida era muy rica.

Volvímos a casa, maneje muy despacio y cuando estacione Frank despertó, me ahorró la molestia de despertarlo.

—¿Dónde estámos Mikey?– dijo frotando sus ojitos.

—Llegamos a casa, entremos, voy a preparte algo de cenar y luego te irás a dormir– sonrió.

—Esta bien– rió y llevando su mochila y sus nuevos peluches bajó del auto.

Ambos bajaron y entraron a casa, al parecer no había nadie, las luces estaban apagadas y todo estaba como lo habían dejado.

—¿Y Gee?– volvió a frotar sus ojitos y esta vez bostezo.

—Debe estar durmiendo– mintió.

—¡Quiero leche y galletas!– dijo olvidando el tema de Gerard.

—¿Solo eso? Pensaba hacer otra cosa, pero si quieres eso está bien pequeño– Frank le sonrió y Mikey se dirigió a la cocina.

Buscó galletas con chispas de chocolate (como le gustaban a Frank) y calentó un poco de leche, mientras esto se hacía, Frank estaba en su habitación esperando a Mikey.

—¿Aún no te haz cambiado de ropa Frankie?– dijo Mikey.

—Es que...– miró bajo agarrando muy fuerte su peluche de pez.

—¿Qué pasa pequeño?

—Quiero que tu me cambies, estoy cansadito– dijo riendo.

—Frankie, ya sabes cambiarte, pero ven, vamos a hacerlo rápido, si no la leche se va a calentar mucho.

Frank solo reía porque yo apenas le cambiaba la ropa, lo hice tan rápido que recuerdo volver con el vaso de leche y galletas, y Frank estaba con su pijama al revés.

—¡Galletaaaas!– levantó sus manos y aplaudió.

—Aún no las comas, voy a arreglarte esto, esta volcado– dijo sonriendo.

Frank no obedeció y mientras Mikey hacia ese trabajo Frank ya estaba comiéndose una galleta.

—Frankie... Está bien, come y luego me llamas para acostarte voy a bañarme– dijo dirigiéndose a la puerta del baño— cualquier cosa grita.

Frank comia sus galletas mientras cantaba una canción, aún, aún recuerdo esa canción, era como un...

"Dulce pez, ven a mí, porque yo cuidare de tí"

"Dulce pez, ven a mí, porque yo te amaré"

"Dulce pez, ven a mi, porque yo, te abrazare"

No tenía sentido, ni siquiera tenía un ritmo pegadizo, pero parecía gustarle a Frank, sonreía y se reía cada vez que decía "Ven a mí" Era un niño tan tierno, después de cantar se acostó y yo salí de bañarme, ya con mi pijama puesta.

—Te quiero muchísimo Boo– dijo.

—¿Boo?

—Sii, ¿Puedo llamarte así, Boo? Suena tierno– rió.

—Por supuesto, pequeño– se acercó a Frank y lo tapó bien– Dulces sueños y que sueñes con angelitos– dijo sonriendo.

—Tú también, Boo– sonrió y abrazando su peluche "Gee" Se quedó dormido.