24. Sueño

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Llevé a Frankie a comer algo, obvio, fuimos sin Gerard, este no quería ni salir con nosotros.

Frank estaba con su peluche, llevaba ese peluche a todas partes...

Después de eso lo llevé al parque, era muy noche pero él quería ir, jugó un rato con los columpios y yo solo lo observaba. Frank era bueno iniciando temas de conversación.

Cuando todo este mejor, ¿Me harás un columpio Boo?– sonrió.

—Si pero, ¿A qué te refieres con mejor pequeño?

—Cuando Gee no me odie.

—Pequeño él... Él no te odia, solo que la está pasando mal, él te quiere.

—Yo lo quiero, pero él nunca me lo ha dicho– bajó la velocidad con la que estaba en el columpio.

—Ya pronto te lo dirá, ya lo verás.

—Está bien– sonrió– de todos modos lo quiero muchísimo– bajó del columpio y abrazó a Mikey– Te quiero Boo, ¿Podemos irnos?

—Vamos pequeño, ya es tarde.

Abrazando su peluche se estaba quedando dormido en el auto, cuando llegamos, subió muy rápido y se fue a su habitación a cepillar.

Después de que yo cerrara con llave la puerta, fui a cambiarlo de ropa, una vez haciendo esto, también me cambie de ropa y lo acosté en la cama.

—¿Me puedes cantar una canción Boo?– rió.

Long ago, and, oh, so far away
I fell in love with you before the second show– sonrió– your guitar, it sounds so sweet and clear, but you're not really here, it's just the radio...

Me gustaba cantarle a Frank, era algo que amaba hacer. Después de que cante un momento el se quedó dormido abrazando su peluche, yo me acosté en el sofá y me dormí.

+

Frank dormía tranquilamente, pero sus sueños eran sus tormentos.

Soñó con aquel día, cuando...

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—¡Gee! ¿Jugamos?– mostró sus dientes blancos formados en una sonrisa.

—No, juega solo o haz algo, no me interesa realmente– dijo retirándose.

—Por favor, juega conmigo, Mikey no está– hizo una cara de puchero.

—¿Quiéres que juegue contigo?— sonrió maliciosamente— Si quieres jugar conmigo pues... Hazlo como jugábamos antes.

—¿Cómo jugábamos antes Gee?— rió.

Gerard ya no contestó pues solo levantó su mano formando un puño y golpeando fuerte a Frank.

Este cayó al piso y solo se asustó, miró a Gerard con terror y notó que de su labio salía algo color rojizo, era sangre.

—¡Yo no quiero jugar así!– levantó su peluche y su libro– ¡No quiero!

—Oh Frankie, eso no es todo.

Volvió a golpearlo y esta vez con más fuerza, Frank solo soltaba pequeños sollozos y comenzaba a ver borroso.

Gerard aprovechó en buscar cualquier objeto para amarrarlo a aquella cama, encontró una camiseta y lo amarró con eso.

—¡Yo no quiero jugar Gee!– lloraba y las lágrimas solo... Salían– ¡No quiero!

—¿No quiéres?– rió tomando el libro de Frank– Pues mira como destrozo tu libro– dicho esto abrió el libro y arrancó algunas hojas y las destrozó.

—¡No!– gritó– ¡Mikey me compró eso, es mío!

Otro golpe más y la nariz de Frank ya estaba sangrando, solo veía poco y la vista se le nublaba

Frank vió como Gerard comenzaba a quitarle parte del pantalón y no podía patear, pues Gerard no le permitía además de que estaba débil.

(Esto es del anterior capítulo pero quizá con lo ahora haga se entienda lo que era "Aquello")

—Oh, Frankie...

—¿Qué me haces?– dijo tratando se safar el agarre que tenía en sus muñecas.

Entonces Frank, con la poca vista que tenía vio como Gerard se quitaba la toalla que lo envolvía.

Gerard llevó su mano al abdomen de Frank, lo comenzó a tocar lentamente y metió su miembro dentro de Frank.

Frank estaba muy confundido, solo sentía que en cualquier momento su pobre cuerpo iba a caer rendido y romperse. Sintió las fuertes embestidas de Gerard, solo quería gritar o llamar a Mikey para que lo salvará de aquel infierno que estaba sintiendo.

Las lágrimas caían por su rostro y veía a Gerard con una cara extraña.

Mientras Gerard lo disfrutaba, Frank lo detestaba. Con las pocas fuerzas que tenía logró desatarse y entonces... Despertó.

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—¡Despierta! ¡Despierta!– decía Mikey moviendo a Frank.

—¡Nooo! ¡No quiero!– abrió grandes sus ojos y entre lágrimas abrazó a Mikey.

—Tranquilo pequeño, ya pasó, ya pasó– correspondió a abrazo y lloró junto con Frank– Ya pasó...

Dulce Pez «FRERARD»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora