Llamé a Kristin y le conté todo, ella preocupada llegó a casa y decidimos pensar en lugares donde podía estar.
—Quizá lo llevó a un hogar para niños especiales, ¿Crees eso Mikey?
—No, Gerard no es tan bueno como para dejarlo en un buen lugar– dijo llevando sus manos a su cabeza.
—Bueno... ¿Entonces podemos buscar en un hospital?
—¿A qué lo llevaría a un hospital?
—Quizá lo dejó ahí y alguien amablemente lo ayudó.
—No lo sé, ¿Y si vamos al parque?
—¿Crees que lo llevaría al parque?
—No lo sé, pero tendríamos que buscar en los siete parques.
Ambos se levantaron y se dirigieron al auto de Mikey. Kristin quería encontrarlo y hablar con Gerard sobre todo lo que estaba pasando, Mikey se hacía responsable de algo que nada que ver.
Llegaron al primer parque y este era muy grande, estuvieron como media hora buscándolo pero no lo encontraron.
Aquel sábado se fueron de parque en parque, no pensaron en comer ni en nada más que en Frank. Mikey se sentía mal y tenía muchas ganas de llorar, Kristin no sabía que hacer ante esta situación.
—¿Y si yo hablo con Gerard, amor?
—No creo que te lo diga, no quiso decírmelo a mí.
—Dejame intentarlo, ya hemos estado todo el día buscándolo, necesitamos un lugar específico, Frank se quedará un tiempo con nosotros mientras vemos que hacer después con él.
—Es que yo no quiero dejarlo Kristin, no quiero dejarlo en un lugar sin mí, no quiero dejarlo con Gerard ni con nadie, o es conmigo o con nadie.
Kristin solo asintió y ambos se fueron a casa de Gerard y... Frank.
Al entrar solo escucharon unos ruidos, unos quejidos, ¿unos gemidos? Kristin subió muy rápido y se encontró con una escena poco agradable.
—¡No puede ser! ¡Gerard Arthur Way Lee! ¿Cómo te atreves a hacer esto?– dijo muy molesta.
Mikey subió lo más rápido que pudo a ver que sucedía y también se encontró con una escena que quizá nunca borrará de su mente.
—Ge-gerard, ¿Qué haces?
Gerard solo sonrió y riendo dijo.
—¿No lo ves Mikey?, creo que tienes que volver a usar tus lentes– rió.
—Eres un cínico– dijo mirando solo a Gerard.
—Aja, si, ¿Podrías salir y dejarnos... Solos?
Mikey ya no aguantó más y comenzó a llorar, no podría creer lo que sus ojos veían, no podía creer que al principio todo fue una vil y cruel mentira, Gerard no era aquel buen y tierno hermano que siempre conoció.
Salió muy molesto y Kristin fue detrás suyo.
—Esto no va a terminar bien– dicho esto salió corriendo y Kristin solo se quedó viéndolo.
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Dulce Pez «FRERARD»
Fanfiction-Fue el mejor día de mi vida Mikey- sonrió Frank. -Me alegro de que haya sido así, pequeño- las lágrimas comenzaron a caer. -¿Lloras de felicidad? -Si- sonrió. -Te quiero Boo, también quiero a Gerard, ¿mañana me puedes comprar más peces? -Mañana...