26. Pensamientos

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Regresé y fui a recoger a Frank, estaba jugando con los gatos y estaba feliz. La señora, que se llamaba Jessica, me ofreció pasar un rato a su casa, quería hablarme sobre unas cosas.

No sabía que quería decirme pero acepté.

—Serás un buen padre, Mikey– sonrió.

—Eh... Bueno– miró algo nervioso– yo creo que si.

—Dime, ¿Cómo te fue con tu prometida?

No tiene nada que ver en lo que estoy contando pero, era una viejita muy curiosa, o quizá... si tiene que ver.

—Bien, tenemos que buscar una casa y quizá en estos días también le deje a Frank, para que lo cuide– sonrió.

—Oh, claro, yo con gusto, además a Frankie le gustan mucho mis gatos.

Nos quedamos un rato más hablando sobre sus gatos y después nos fuimos. Frank alimentaba a su pez y se quedaba viéndolo, mientras yo preparaba algo. Mientras hacia todo eso solo pensaba en una decisión que tomar.

Si elegía a Frank nunca más vería a Kristin.

Pero si elegía a Kristin, ¿Dónde se quedaría Frank?

Mi cabeza no estaba en condiciones para estar pensando aquello, y si iba a tomar una decisión sabía que sería un total fracaso, amaba a Kristin pero también a Frank.

Recordaba  las palabras de Kristin, diciendo que no era mi responsabilidad, que no tenía porque hacerlo, pero no podía dejarlo desamparado.

Decidí dejar de atormentar mi cabeza llena de esos pensamiento negativos.

Después de almorzar Frank se fue a  leer sus libros, yo me quedé en el sofa de la sala mirando al techo. Estaba mirando a la nada y pensando en todo.

Todo había cambiado drásticamente, el accidente de Frank, Gerard convirtiéndose en un total monstruo.

A veces quisiera retroceder en el tiempo y poder cambiar algunas cosas, como el accidente o la estupidez que hice, pero no se puede, y si lo haría lograría un efecto mariposa que ocasionaría muchos problemas para mí y para ellos.

Pensaba en Donna y el porqué solo me ponía más atención a mí, decía que Gerard era más grande y podía cuidarse solo, recordé cuando... Ella se había enojado con Gerard cuando él le dijo que era gay. También recuerdo a Donald reír y aceptar a Gerard, pero Donna no lo aceptaba.

Gerard siempre me quiso, siempre estuvo al tanto de todo lo que hacia, pero cuando conoció a Frank era más feliz, en ese entonces veía a los dos triunfar, los dos sonriendo y amandose incondicionalmente.

Tenía ganas de llorar, quería escapar de aquel lugar que era mi prisión, quería llevarme a Frank a vivir conmigo, que Kristin aceptara a Frank y juntos ser como una familia, quería muchas cosas, pero no las logré todas.

Lo acepto, fue mi culpa, solo mí culpa, pero no pueden venir a reclamarmelo, ya lo hice y, y todo terminó.

No fue una buena decisión pero lo hice, y me arrepiento, pero solo yo se la verdad.

Dulce Pez «FRERARD»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora