Única

32: ¡Joder Calle!

- ¡María José Garzón! - grite tratando de llamar su atención. Ella se separó del chico y me miro, fruncio el ceño y me saludó moviendo su mano

-° Hola Calle.

- Parate, nos vamos.

-° ¿Estás loca? Mira con el hombre que estoy - Para ser sincera el chico era muuuuy atractivo

- Pero te recuerdo que no puedes estar con el de esa forma - le sonreí con falsedad

-° No iba hacer eso además eso no debería importarte, tu ya tienes tu vida echa, yo no.

- Me preocupas, Poché.

-° No deberías hacerlo - Se abrazo al chico - mejor preocuparte de tu futuro esposo

- ¡Acaso no ves que no lo quiero o eres demasiado idiota como para no darte cuenta! - ella me miro sorprendida. Cuando me di cuenta de lo que dije baje mi mirada y di vuelta Para irme, el estúpido alcohol me está haciendo decir muchas cosas. Estaba cerca de la puerta cuando sentí que me tomaban el brazo, voltee rápidamente.

-° ¿De verdad no lo quieres?

- Supongo que escuchaste bien. Adiós Poché.

-° No, espera. Yo te llevo, estas algo borracha.

- ¿Crees que el se moleste si me ve así?

-° No lo se - Se encogió de hombros- pero si quieres puedes quedarte en mi casa.

- Esta bien.

Tomo mi mano y me guío a su auto, ¿Qué pasará con el mío? Mañana vendré por el.

-° ¿Para esto querías irte? ¿Para venir a emborracharte?

- No lo tenía planeado, simplemente paso.

-° Ay Dani - suspiro - No quiero que vuelvas a tomar.

- Ten por seguro que no lo are más.

Asintió y siguió conduciendo, en el camino trate de no dormirme, los párpados se me cerraban y mi cuerpo se relajaba. Estaba a Nada de poder caer en un sueño profundo pero sentí el carro detenerse y el sonido de una puerta abriéndose, espero que Poché pueda cargarme porque no pienso moverme.

-° Calle, despierta. - Me comenzó a mover - Ya llegamos - siguió llamándome pero no le hacía caso - ¡Daniela Calle, despierta ya!

- ¡Ay Poché! ¡Chingas y chingas!

Ella se carcajeó -° Vamos bonita, ya llegamos.

Me sonroje por como me llamo.
Puse mi mano en su antebrazo y me impulse para poder ponerme de pie, nuestro rostros quedaron muy cerca, mis ojos bajaron a sus labios, ella se separó y literalmente corrió a la puerta de su casa.

-° Parece que va a llover - dijo mirando el cielo

- Eso parece.

-° También parece que ya no estás borracha - Me miró

- Pero si lo estoy, Poché.

-° Lo se. ¿Quieres café? - asentí

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Hace una hora que estoy dando vueltas en la cama de Poché, no puedo dormir por la gran tormenta que se está creando, los truenos no me dejan dormir. Calló uno que me hizo saltar del susto y me asusté aún más cuando escuché un sollozo, confundida me senté en la cama ¿Poché estaba llorando?

- ¿Poché? ¿Estás bien?

-° Y-Yo... estoy bien - sorbió su nariz