Única

9: Ursula Calle

La estúpida alarma me despertó, ahora actual 8:31 pero aún no quiero levantarme aún tengo sueño pero tenía que pararme, con toda la flojera del mundo me levanté y me metí al baño para darme una ducha que duro al rededor de 20 minutos.
Salí y busque mi ropa ya que como la pendeja que soy no la busque antes de bañarme, me cambien y todo eso hoy no quise ponerme maquillaje porque definitivamente no aria nada y quiero estar lo más cómoda posible.
Ya eran las 9:28 cuando baje a desayunar, al parecer en esta casa nunca están, pues sólo estaba Pau y vale desayunado, entonces me les uní

- ¡Buenos días!- les dije alegre mientras me sentaba, valentina como siempre pidió mi desayuno y me saludó, Paula también respondió a mi saludo.
No hablamos mucho, todo el rato que estuve con ellas no fue muy agradable ya que al parecer Paula y vale habían peleado, cada que intercambiaban palabras se miraban muy feo o se respondía muy frías. No quise ser parte de su discusión o involucrarme así que sólo me despedí y salí un rato a ver conque podía distraerme un poco, no había nadie ni Villalobos, ni Mario, ni nadie por primera ves que veía la casa sola.
Fui a ver a los animales, ver como comían era muy lindo en especial los cerditos eran tan tiernos! mi mirada se fue a una figura que se veía a lo lejos, camine despacio acercándome para poder ver bien que era, cuando vi que era una persona me tranquilice y deje que darle importancia, pero volví a inquietarme cuando vi que se acercaba me quedé quieta viendo, asta que estuvo muy cerca deduje que era algún vecino o algo por el estilo.

- Hola, eres nueva por aquí cierto - me pregunto cuando estuvo a unos 3 metros de distancia

- Si llegue hace unas semanas - no me parecía una persona que pudiera hacerme daño

- Lo supuse, soy José - levantó su mano para estrecharla con la mía - ¿Tu como te llamas?

- Daniela Calle - tome su mano pero el tirar de ella y me acerco a el

- Mira te diré algo ¿Okay? Alejate de está familia ellos son personas muy malas, pueden hacerte daño - su mirada era penetrante, no sabía cómo reaccionar así que seguí escuchando- ¿Por qué crees que nunca están en casa? ¿O porque tiene guardaespaldas? Piénsalo sólo te digo

- Tu-Tu ¿Cómo sabes todo eso? - quise saber absolutamente todo, aún que todo eso me había dejando en shock

- Por muchas cosas, mi padre una ves hizo un trato con el señor Garzón donde supuestamente los dos tendrían beneficios, pero no, sólo el señor Garzón los tuvo y no volvió a hablar con mi padre.

- ¿Estás seguro de eso? - quise asegurarme - digo, Es que el señor Garzón es una persona muy agradable.

- Que no te engañe, esconde algo - se giró al parecer ya se iba - cuídate Daniela, cuídate de los Garzón - sólo dijo eso y se fue dejándome con muchas preguntas, ¿Será cierto lo que dijo? Tendré que descubrirlo.
Volví a la casa queriendo hacerle preguntas a valentina antes de que los demás llegarán, cuando la encontré ya no estaba segura de preguntar ¿ Qué tal y me hace daño para que no diga nada? Tenía dudas pero aún así me atreví a preguntar.

- Oye vale puedo preguntarte algo.

- Claro Calle - voltio a verme

- ummm es que.... Bueno yo... Yo quería saber a qué se dedica tu padre- no fui directamente al grano pues no podía preguntarle si su padre era un estafador

-  ¿Sólo eso? Creí que era algo más grabe - se río - pero bueno, el creo que se dedica a trabajar con empresas y bueno otras cosas - el tono de su vos bajo cuando dijo lo último

- Oh bueno, es que tenía curiosidad de saber, pero ya me voy nos vemos al rato - me despedí para ir a mi habitación.

Ya no sabía que creer, si confiar o no, el chico me dijo que casi casi el señor Juan es una rata de dos patas pero vale me dice que trabaja con empresas, estaba confundida pero por la paz en mi cabeza deje de pensar en eso, era demasiado que procesar y yo no daba para más.
Estuve unos 20 minutos acostada viendo ala nada sólo relajando mi cuerpo, pero el gruñido de mi estómago me hizo dar cuenta que moría de hambre pero antes de bajar vi la hora, eran 2:58 no era malo ir ya a comer, estaba a punto de bajar las escaleras cuando escuché unas voces.