52

3.6K 295 7
                                    

_____ miró fijamente a su padre.

—Eso es imposible. No te creo.

—Es cierto. El abuelo de Tae fue el único hijo varón del último emperador.

No podía ser cierto, ella conocía la historia de memoria. Fue el último emperador de la dinastía Joseon y del Imperio Coreano en Corea, gobernando del 1907 hasta 1910. Fue el cuarto hijo del Emperador Gojong, nombrado Emperador Yung-hui cuando los japoneses forzaron la abdicación de su padre, y su mandato concluyó con la anexión de Corea por Japón en 1910. Después del tratado de anexión el emperador fue confinado en el palacio de Changdeokgung por los japoneses. Murió el 24 de abril de 1926 en el palacio. Le recordó esto último a su padre.

—Todos murieron en manos de los japoneses. Encontraron los restos en el palacio, están enterrados en las tumbas reales. Se hicieron pruebas de ADN.

MinHo tomó un sorbo de té de la taza que le había ofrecido.

—Las pruebas de ADN identificaron al emperador y a sus esposas. Pero faltaba una hija. Muchos creen que era Hye Sun, y tampoco fueron encontrados los restos del joven heredero.

Daisy intentó asimilarlo. A lo largo del siglo XX, habían surgido personas que afirmaban ser uno de los hijos asesinados del emperador, pero la mayoría habían sido mujeres que creían ser Hye Sun. Su padre le había dicho que todas eran unas impostoras. Era un hombre muy meticuloso y no podía imaginarlo dejándose engañar por nadie. ¿Por qué ahora creía que el príncipe heredero había escapado de aquella fría muerte? ¿Acaso su obsesión por la historia lo había hecho perder el juicio?

Le habló con cautela.

—No puedo imaginar cómo el príncipe heredero logró escapar de una masacre tan terrible.

—Fue rescatado por unos monjes que lo escondieron con una familia en el sur. Años después, un grupo leal al emperador lo sacó a escondidas del país. Sabiendo de primera mano lo violentos que podían llegar a ser los japoneses, es normal que viviera escondido. Finalmente se casó y tuvo un hijo, el padre de Tae, Dong Yul. Dong Yul conoció a Kim Minye cuando ésta actuaba en Daegu, se enamoró como un tonto y se fugó con ella. Dong Yul apenas era un adolescente. Su padre acababa de morir y el era rebelde e indisciplinado, de otra manera nunca se hubiera casado con alguien inferior a su rango. Tenía sólo veinte años cuando Tae nació. Unos dos años después, Minye y él murieron en un accidente ferroviario.

—Lo siento, papá. Aunque no dudo de tu palabra, simplemente, no puedo creerlo.

—Créeme, muchacha. Tae es un Joseun. Y no un Joseun cualquiera. Ese hombre que se hace llamar Kim Taehyung es el heredero de la corona.

_____ miró a su padre con tristeza.

—Tae trabaja en un circo. Eso es todo.

—Ya me dijo ChaeRin que reaccionarías así. —En un gesto inusitado en él, MinHo le palmeó la rodilla. —Te llevará tiempo acostumbrarte a la idea, pero espero que... conozcas lo suficiente para comprender que nunca firmaría tal cosa si no estuviera absolutamente seguro.

—Pero...

—Te he contado muchas veces la historia de mi familia, pero es evidente que la has olvidado. Los Hwang han estado al servicio de los emperadores desde el siglo XIV. Hemos estado vinculados a través del deber y la obligación, pero nunca a través del matrimonio. Hasta ahora.

_____ oyó el ruido de un avión, el rugido de un camión. Poco a poco fue comprendiendo lo que su padre le estaba insinuando.

—Así que lo planeaste todo, ¿no? Has concertado mi matrimonio con Tae por culpa de esa absurda idea que tienes sobre su origen.

—No es una absurda idea. Pregúntale a Tae.

—Lo haré —dijo poniéndose en pie. —Por fin lo entiendo todo. No soy más que un peón en tu loco sueño dinástico. Querías unir las dos familias como hacían los padres en la Edad Media. Es tan increíblemente cruel que no me lo puedo creer.

—Yo no diría que sea una crueldad estar casada con un Joseun.

_____ se presionó las sienes con los dedos.

—Nuestro matrimonio sólo durará cinco meses más. ¿Cómo puedes estar tan satisfecho? ¡Un matrimonio de cinco meses no es precisamente el inicio de una dinastía!

MinHo dejó la taza y se acercó lentamente hacia ella.

—Tae y tú no tienen por qué divorciarse. De hecho, espero que no lo hagan.

—Oh, papá...

—Eres una mujer llamativa, _____. Quizá no tan guapa como tu madre pero, no obstante, atractiva. Si fueras menos frívola, quizá podrías retener a Tae. Ya sabes que una esposa debe adaptarse a determinados roles. Antepone los deseos de tu marido a los tuyos. Sé complaciente. —Miró los sucios vaqueros y la desastrada camiseta de _____ con el ceño fruncido. —Deberías cuidar más tu apariencia. Nunca te había visto tan descuidada. ¿Sabías que tienes paja en el pelo? Quizás Tae no estaría tan ansioso por deshacerse de ti si fueras la clase de mujer que un hombre quiere tener esperándolo en casa.

_____ lo miró con consternación.

—¿Quieres que lo espere en la puerta de la caravana con las zapatillas en la mano?

—Ese es justo el tipo de comentario frívolo que ahuyentaría a alguien como Tae. Es un hombre serio. Como no reprimas ese inapropiado sentido del humor, no tendrás ninguna posibilidad con él.

—¿Quién dice que quiero tenerla? —Pero mientras lo decía, _____ sintió una dolorosa punzada en su interior.

—Ya veo que no quieres ser razonable. Creo que es hora de irme. —MinHo se dirigió hacia la puerta. —Sólo espero que no tires piedras contra tu propio tejado, muchacha. Recuerda que eres una mujer que no se sabe valer por sí sola. Dejando a un lado el asunto del linaje familiar de Tae, es un hombre sensato y digno de confianza, y no se me ocurre nadie mejor para cuidar de ti.

—¡No necesito que un hombre cuide de mí!

—Entonces, ¿por qué aceptaste casarte con él?

Sin esperar respuesta, MinHo abrió la puerta de la caravana y salió a la luz del sol. ¿Cómo podía explicarle ella los cambios que habían tenido lugar en su interior? Sabía que ya no era la misma persona que había salido de la casa de su padre un mes antes, pero MinHo no la creería.

Fuera, los niños con los que había hablado antes se agrupaban alrededor de su profesora, listos para regresar al jardín de infancia. Durante el mes anterior, _____ se había acostumbrado a los olores y las imágenes del circo de los Hermanos Park, pero ahora lo miraba todo con nuevos ojos.

Tae y Sheba estaban cerca del circo discutiendo por algo. Los payasos ensayaban un truco de malabarismo mientras Heather practicaba el pino y Brady la miraba con el ceño fruncido. Frankie jugaba en el suelo junto a Jill, que adiestraba a los perros con algunos ejercicios que hacían que _____ se encogiera de miedo. El olor de las hamburguesas que las showgirls asaban a la parrilla inundó sus fosas nasales mientras oía el omnipresente zumbido del generador y veía cómo los banderines ondeaban con la brisa de junio.

Y luego se oyó un grito infantil.

El sonido fue tan ensordecedor que todo el mundo lo escuchó. Tae giró la cabeza con rapidez. Heather dejó de hacer el pino y los payasos soltaron lo que tenían entre manos. MinHo se detuvo en seco, impidiendo que _____ viera lo que pasaba. La joven oyó el grito ahogado que éste emitió y se puso a su lado para ver qué causaba la conmoción. Se le detuvo el corazón.

Sinjun se había escapado de la jaula.

Ángel | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora