[16] ¡Soy una adolescente!

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¡Hola de nuevo, bellas criaturas! Y antes de despedir el año, paso a dejarles su cuota de drama

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¡Hola de nuevo, bellas criaturas! Y antes de despedir el año, paso a dejarles su cuota de drama. Respecto al capítulo que leerán, no tengo más que decir que ¡me encanta la actitud que finalmente está tomando Eva! Creo que no sólo está reconociendo sus sentimientos, sino que también le pone un parate a su actual y abusiva "pareja".

Como le digo siempre, espero que lo disfruten y puedan dejarme sus comentarios luego. Nos leemos

Las horas pasaron y cuando volví a abrir los ojos el sol ya se encontraba sobre ambos

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Las horas pasaron y cuando volví a abrir los ojos el sol ya se encontraba sobre ambos. Me erguí en el lugar y al ladear mi cabeza lo recordé: me hallaba en el balcón del hotel, con Leonardo a mi lado, los dos desnudos luego de hacer el amor durante toda la noche; y entonces no pude evitar la sonrisa que se dibujó en mi rostro. Aunque esta se disipó rápidamente, ya que al alzar la vista noté que había un curioso observándonos desde el edifico contiguo. ¡Qué sujeto más desagradable! Me cubrí como pude y volví a observar a Leonardo junto a mí: su rostro lucía relajado, su respiración era serena y su cuerpo...bueno, a pesar de que él dormida desfachatadamente, se veía increíblemente bien. Acaricié apenas sus dorados cabellos y solo hasta entonces me percaté de que era la primera vez que hacía algo así, de hecho, era la primera vez que despertaba junto a un hombre. Porque si bien José Luis y yo vivíamos juntos desde hace años, además de que compartíamos largas noches de sexo regularmente, al día siguiente, cuando yo despertaba, él se había marchado, ya sea para regresar a la cama con la tía Rachanna o para irse a trabajar. Así que, el hecho de despertar entre los brazos de Leonardo era algo completamente nuevo...y hermoso para mí.

Me incorporé lentamente, corriendo sus brazos a un lado muy despacio, porque no quería despertarlo. Busqué mis bragas, además de mi vestido y el aviso regreso a mi mente. Al girar sobre mis talones, me quedé viendo fijamente al sujeto que fisgoneaba aún de pie contra la ventana. Su curiosidad al parecer no había sido saciada, razón por la cual, me propuse darle un espectáculo: le di la espaldas y separando apenas mi piernas, comencé a vestirme lentamente, dedicándole una mirada sugerente cada tanto, hasta que acabe de colocarme el vestido, guiñé un ojo y me metí dentro.

Apenas corrí la puerta ventana, creí ver qué alguien se movía sobre la cama del cuarto, ¿podrían Paris y Laura continuar teniendo sexo? Y la respuesta a eso fue un no rotundo. Porque si bien ambos se hallaban en la misma cama, en realidad estaban profundamente dormidos. Busqué mi bolso y caminé hasta el baño, una vez dentro cerré con llave. Arreglé un poco mis cabellos y luego busqué mi teléfono celular, luego de encenderlo los continuos mensajes y llamados de José Luis entraron uno tras otro. De seguro estaría furioso, pero no me importaba, por lo menos no ahora. Inmediatamente observé mi reflejo en el espejo y aunque en general me sentía extremadamente conformé con la imagen que me devolvía, bueno, en este momento lucía diferente, a decir verdad me veía aún mejor.

Eva en el espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora