Eva en el espejo

[30] Una llave

Finalmente el día de la fiesta por el cumpleaños de Leonardo llegó y desde el vamos, ya tuve un motivo para disgustarme. ¿Por qué digo esto? Bien, porque según lo hablado los últimos días, todos nos reuniríamos en casa de Laura y luego nos dirigiríamos a lo de la tal Charly, y cuando digo todos, incluyó a mi novio. Pero en lugar de eso, él se fue directamente a casa de esa zorra, dejándome como la única entre su grupo de amigos en llegar sola a la fiesta. ¡Sí, bueno! Laura obviamente estaba allí, pero ella tenía a Paris a su lado, así como Mayra tenia a Jano, la mosca muerta de Jesica tenia Tony y yo... Bueno, ¡yo estaba furiosa! Porque no sólo me sentía fuera de lugar con respecto a los demás, sino que los demás también lo notaban e intentaba "hacerme sentir mejor", lo cual obviamente no estaba resultando.

—Espero no te moleste, pero Charly insistió en que Leo chequeara todo antes de que llegaran los invitados —señaló Paris.

—¡Si claro! —dije, con ironía —, porque Leonardo es ¡tan detallista para todo!

—¡Ev, no uses ese tono! —interrumpió Laura, motivo por el que la observé perpleja —. Paris sólo intenta...

—¿En verdad tú estás interviniendo a favor de Charly? —¡no puedo creer lo hipócrita que estaba siendo! ¡Ella la odiaba desde antes que yo!

—¡No estoy diciendo nada en su favor, sólo digo que no uses es tono con mi novio... Además de que no deberías enfadarte hoy! León tendrá su fiesta, amiga. ¡Compórtate!

La observé molesta, luego a Paris, quien sonreía forzosamente y una vez más a Laura.

—¡Ash! ¡Está bien! —dije, cruzando los brazos y mirando hacia afuera.

—¡Esa es mi chica! —dijo Lau, en un tono burlón —. Luego pueden pelear por causa de Charly todo lo que quieras, así después se reconciliaran como ustedes suelen hacerlo.

Largué una fuerte carcajada en cuanto acabó de hablar, porque en realidad, Leonardo y yo ¡éramos muy buenos reconciliándonos!

Apenas llegamos al departamento de Charly, me quedé impresionada de lo increíblemente sofisticado y moderno que lucía. Era un loft bastante espacioso y al parecer, ella tenía buen gusto, en cuanto a decoración se refiere; y no sólo en lo general, es decir, el amueblado y demás objetos de decoración, sino que ella había colocado cosas alucinantes para la fiesta; como luces de neón, globos e incluso una bola de espejos. Siendo honesta, ¡se había lucido! El punto es, que el lugar lucía genial y además no tardé demasiado en hallar a Leonardo. Y en cuanto nos acercamos, él no tuvo ningún reparo de venir hacia mí, tomarme entre sus brazos, alzarme en el aire y hacer que ambos nos perdamos en un apasionado beso.

Él y yo parecíamos olvida al resto cada vez que nuestras bocas se conectaba. ¡Besarlo era uno de mis pasatiempos favoritos ahora! No sólo me gusta la forma de sus labios, sino que también era la fuerza y la suavidad que utilizaba al hacerlo, además de que...