CAPÍTULO 11. Noticias Falsas

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Willy me acompañó hasta mi apartamento tras esta cena tan romántica y tan especial. Verdaderamente me siento como si estuviera subida en una nube, de tanto cariño y amor.

Tanto mi amado chocolatero como yo hemos quedado en volver a vernos el miércoles que viene. Él tiene mucho trabajo en la fábrica y yo mañana, lunes, tengo clases y encima comienzo mis prácticas en el hospital. Por lo que, preferiblemente, mejor volver a vernos el miércoles, después de mis prácticas, que no tengo clase ese día y así pasar una tarde juntos. Me ha prometido, de nuevo, que, para el miércoles, me dará una nueva sorpresa. La verdad no sé qué será ni que tendrá en mente, lo que sí sé es que, a su lado, todas mis penas y todos mis problemas se me esfuman.

Miro la hora y es más de media noche. Esta noche ha pasado tan deprisa, que no me he dado ni cuenta de lo tarde que es.

Por lo que entro en mi habitación, me desvisto y me pongo el pijama, saboreando mientras tanto, el dulce sabor de los labios de mi querido Willy Wonka.

Me meto en la cama, aun pensando en nuestra maravillosa cena, me siento como una adolescente enamorada. Y eso es lo que estoy, enamorada hasta lo más profundo de mi ser del famoso chocolatero. Suelto un profundo suspiro, intentado evitar pensar y centrarme en solo descansar. Mañana presiento que va a ser un día muy largo y duro.

El sonido del despertador me sobresalta, obligándome a abrir los ojos al instante. Miro por la ventana, ya es de día, es un día soleado, sin ninguna nube. Es el día perfecto para empezar una nueva semana. Mi primera semana como novia del chocolatero. ¿Quién me lo iba a decir? Cuando conseguí aquel billete dorado, nunca me llegué a imaginar que todo esto iba a pasar. Nunca se me paso por la cabeza, en ningún momento, que el famoso y enigmático chocolatero del mundo, al que tanto quería y deseaba conocer, sería mi novio.

Suelto una risita irónica ante esta idea. Sinceramente nunca me hubiera esperado que los acontecimientos que desencadenaría tras aquella visita a la fábrica, harían que todo esto ocurriese.

Me levanto y me doy una ducha rápida, pensando constantemente en Willy. ¿Qué estará haciendo mi amado Willy? Seguramente estará ya liado en sus quehaceres de la fábrica. Es un hombre muy madrugador y trabajador, seguramente estará ya liado.

Termino de prepararme y me dirijo al hospital. Hoy comienzo mis prácticas, aunque solo trabajaré a media jornada, solo en turno de mañana, pues por las tardes tengo clases. Serán unos tres meses muy estresados, pero no me importa. Otra cosa que me sorprende, pues sé que con Willy a mi lado no tengo nada que temer, me siento cómoda y feliz a su lado. Pero, aún así, me sorprende que en mis últimos tres meses de carrera no me importe el transcurso de los mismos. Solo pienso en Willy. Y una parte de mi ya desea estar a su lado. Pero él me prometió que iría a mi ritmo, o sea, despacio, que nos fuéramos conociendo. Pero mis labios ya echan de menos los suyos.

Cojo mi bolso y salgo camino al hospital. Es mejor ser puntual en el primer día. Así los decanos de la universidad no me echaran la primera bronca ya por estar pensando en Willy en mi primer día.

Pero, una cosa en mi vida siempre está presente, esté como esté, siempre tengo alguna mala noticia. Pues, al cruzar la carretera de la avenida principal, en un escaparate de televisores, se muestra una noticia. En la cual, se muestra una imagen de Willy y mía de anoche. Estamos Willy y yo besándonos, de pie. El titular de la noticia no es otro que: "Excelente estudiante universitaria se convierte en una peligrosa cazadora de fortunas." Y al pie de la noticia: "Una fresca se adueña del corazón del famoso chocolatero por su dinero."

Es increíble lo que estoy leyendo. No puedo dar crédito a todo esto. ¿pero, cómo? ¿Cómo han podido pillarnos? Y, sobre todo. ¿Por qué hablan tan mal de mí?

Natalia y la Fábrica de ChocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora