CAPÍTULO 6. Premio Rechazado y Sueños Rotos

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Llegamos a la casa de Charlie volando en el ascensor de cristal. El ascensor se puso encima del techo de la pobre casa y, tras varios segundos, comenzó a descender hasta meterse dentro de la misma, destrozando el techo.

- Creo que están llamando a la puerta. – Comenta una pobre anciana tumbada en una ... especie de cama, junto a otros tres ancianos más. Su comentario consigue arrancarme una sonrisa.

- Hola mamá, hola papá. – Saluda Charlie felizmente con la mano desde el interior del ascensor cuando las puertas comienzan a abrirse. Willy también los saluda con la mano, arqueando una ceja.

- Hola ... - susurra la madre un poco sorprendida por la presencia del ascensor en su casa.

Charlie sale emocionado hacia los brazos de su madre, seguido del abuelo Joe. Willy me permite el paso para salir como un caballero y salgo delante de Willy del ascensor. La casa por dentro, es ... ¿cómo decirlo? Más deteriorada que de cualquier casa de persona pobre ... tiene las paredes de piedra muy desgastadas, los muebles son de madera vieja ... rotos y ... la cocina, aunque sencilla, es muy ... inhumana, al igual que la casa en sí. ¿Cómo puede vivir Charlie y su familia en este estado y ... en esta casa?

El rostro de Willy ocultaba perfectamente el desagrado ante la situación de la casa, pero sus ojos hablaban por sí solos. Le desagradaba totalmente.

- Mamá, papá. Hemos vuelto. – Dice Charlie abrazado a su madre, cariñosamente. Sonrió ante la escena tan bella. Madre e hijo.

-       Es Willy Wonka, nos ha traído a casa – dice Charlie, inclinando la cabeza hacia Willy, que se acercaba a ellos, mientras que yo me quedaba un poco aparte

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- Es Willy Wonka, nos ha traído a casa – dice Charlie, inclinando la cabeza hacia Willy, que se acercaba a ellos, mientras que yo me quedaba un poco aparte. La escena de la madre abrazando a su hijo ... me ... entristece ... me hace pensar en mi ... madre. Suelto un suspiro, recobrando la calma y sonriendo a los ancianos que estaban tumbados, los cuales me sonríen de nuevo.

- Ya lo veo. – responde la madre mirando sorprendida al techo.

- Ah, sí, y la chica tan simpática de atrás, es Natalia De La Rosa, una de las que ganó el billete dorado.

- Hola ... - Saludo moviendo la mano como antes ha hecho Willy en el ascensor, sonriendo.

- Ustedes deben ser los p-p-p ...- Willy se vuelve a bloquear en la misma palabra, "padres"

- ¿Padres? – le ayuda el padre de Charlie a Willy, quien le reprocha con la mirada.

- Sí ... eso – le responde Willy enfadado, levantando una ceja en señal de repulsión.

- Dice que Charlie ha ganado algo. – explicó el abuelo feliz.

 – explicó el abuelo feliz

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Natalia y la Fábrica de ChocolateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora