Pasamos el resto de nuestra luna de miel en las tierras en los Oompa Loompas. Cada día que pasábamos en este lugar, cada vez me encantaban más las culturas y las tradiciones de estos pequeños y simpáticos lugareños.
Nuevamente el oráculo me convoca a su cueva. Willy se quedó con varios Oompa Loompas hablando de nuevas recetas de pastelitos de crema de gelatina, mientras que yo comienzo a caminar hacia la cueva del oráculo.
Una vez que llego allí, el entorno, esta vez es diferente, la iluminación y el ambiente es distinto, como más acogedor, más agradable, que la última vez.
- Bienvenida de nuevo a mi humilde hogar, reina de chocolate. – Una voz familiar suena en lo más profundo de una caverna. Miro un poco más con atención y aparece el oráculo, sonriente. – Te he invocado para agradecerte, en nombre de nuestro pueblo, por todo lo que has hecho por nuestro amo Willy Wonka.
- No entiendo. – Digo ante las inesperadas palabras de este ser. A lo que él me responde, señalándome mi vientre, el cual instintivamente me coloco mis manos sobre él. Niego con la cabeza ante la idea. – No puede ser, no ... puede ... - El oráculo solo se limita a sonreírme y a asentir.
- Aún es pronto muchacha, pero lo estarás a punto. La fuente de vida de tu interior está empezando a derramar sus milagrosas aguas por los manantiales de la creación. – Sonrío ante esta frase tan bonita, la cual me dice mucho.
Nos despedimos tras compartir un momento agradable de jubilo. Es una maravillosa noticia tras el mal trago que pasé en París. Es algo que me dará fuerzas para seguir adelante. Tener un hijo de Willy es algo realmente grande y magnífico.
Sin embargo, el oráculo me hizo prometerle que a Willy no le diría nada, no hasta que llegue el día esperado. No se si podré guardarle el secreto, aunque sé que será una bonita sorpresa para él.
A la mañana siguiente partimos de regreso a la fábrica, hace semanas que no sabemos nada de la familia Bucket ni del trabajo y del estado de los Oompa Loompas.
Durante el vuelo Willy y yo conversamos sobre nuestras experiencias de esta luna de miel, evitando mencionar de nuevo las malas noticias sobre mi en París.
- ¿Sabes amor mío? No sé lo que te habrá dicho el oráculo a solas, pero tienes una mirada distinta, como más dulce, como más maternal. – Dice sonriente y feliz. Ha dado diana, y, sin embargo, tengo que actuar como si no pasara nada.
- ¿Qué ...? No, no es nada de eso. Es solo que me dió las gracias por todo. Nada ... Nada más ... - Para disimular soy bastante mala. Mis propios nervios me delatan.
- No temas amor. Si es algo grave sé que me lo habrías dicho. Te amo, y eso el oráculo no lo podrá cambiar. – Dice en tono ronco y excitado, provocándome olas de placer anticipado por todo mi cuerpo. Sin darme tiempo a responder, Willy asalta mi boca con desenfreno. Le respondo a su beso con la misma intensidad. Lo cual termina por conllevar a hacer el amor.
Llegamos, abrazados y sonrientes, a la fábrica, directamente a la casa de los Bucket, los cuales saltan sonrientes a darnos la bienvenida.
Hablamos de todo lo que ha pasado en nuestra ausencia. De cómo nos fue en París, y, sin esperarlo, el abuelo Joe, mirándome un poco triste, me dijo calmadamente.
- Sabemos lo de la noticia de París, se difundió por el mundo como la pólvora. ¿Cómo te encuentras, Natalia, hija? – Nos quedamos todos en silencio varios minutos. En verdad, no sé cómo sentirme. Con la noticia de París y la gran buena nueva del oráculo, no sé ni cómo estoy, si me paro a pensarlo todo detenidamente.
- La verdad es que ... ni yo lo sé.
- No tienes porqué sentirte mal, amor. Todo pasará. Me da igual lo que digan de ti, eres mi esposa y la futura madre de mis hijos. No permitiré que te hagan daño. Y si hablan, que hablen. Sé la clase de mujer que eres, y con eso, ya lo es todo para mi, al igual que todo es lo que significas para mi, mi amor. – Las palabras cariñosas de Willy siempre hacen que me sienta mejor. No sé cómo lo hará, pero desde luego, funciona muy bien.
- Lo sé, cariño, pero ...
- Pero nada, es como Willy dice, que la prensa diga lo que quieran. Tu eres nuestra Natalia, nuestra amiga y miembro de nuestra familia, entre nosotros nos protegemos y nos apoyamos. – Dice Charlie cortándome sin querer. El niño pequeño me abraza fuertemente. Le respondo a su abrazo. Es un niño, pero es un niño que parece un ángel.
- Bien, después de este momento tan emocionante, vamos a preparar la cena. La parejita de recién casados puede ir a su habitación si quieren a alistarse un poco. La cena estará pronto lista. – Dice la madre de Charlie secándose las lágrimas con torpeza. La sonrío.
Willy y yo nos volvemos a nuestra habitación, la cual están todas mis cosas en la habitación de Willy, la cual es ahora mía también.
Coloco la ropa que me llevé al nuevo ... vestidor gigante. Es casi tres veces más grande que el que tenía. Pero ... ¿Cuándo lo habrán hecho?
Willy está mirando unos papeles de las últimas ventas de chocolate, está muy centrado en su trabajo, mientras yo lo miro.
Eres increíble, Willy. Pienso para mi, a la vez que vuelvo de nuevo a mis quehaceres.
Toda la ropa de Willy está a un lado y la mía al otro. En el centro, varias cómodas con nuestros calzados. Al fondo, varios espejos y más cajones, donde guardan mis bolsos y complementos. Mis maquillajes están en un mueble del cuarto de baño.
Willy no para de sorprenderme, aun cuando creo que está descansando, sigue planeando cosas para sorprenderme.
Cuando termino de colocar mis cosas y las de Willy, nos vamos a la casa de los Bucket a cenar.
La cena transcurre con normalidad, todos felices de nuestro regreso, todos en familia, hasta que, de pronto, a Willy le llega un mensaje urgente a su móvil, el cual, me mira preocupado y me lo enseña. Otra mala noticia. Esta vez nuevas fotos nuestras, en París, de nuestros paseos por la orilla del Sena, por los alrededores de la Torre Eiffel, de todo el centro de París, de todos los sitios que hemos estado. El titular, de nuevo, vuelve a provocarme malestar; el cual dice:
<< La caza fortunas de la psicóloga española consigue casarse con el famoso chocolatero Willy Wonka. ¿Hasta dónde es capaz de llegar la codicia de esta mujer? >>
- Te amo. – Willy me susurra antes de besar mi mejilla. Los Bucket se quedan en silencio, mirándonos, esperando a que le contemos sobre esta ... nueva noticia.
- Es increíble. La gente no se cansa de inventar, eso está claro. – Dice lleno de rabia el abuelo George. Decido terminar de cenar tranquilamente. La familia asiente y vuelven a su cena, al igual que Willy, que sin decir nada y respetando mi decisión de silencio, guarda su móvil y vuelve a su cena.
Terminamos de cenar, y ayudo a recoger la mesa a los padres de Charlie. Willy ayuda a Charlie a arropar a sus abuelos.
Después Willy y yo volvemos a nuestra habitación tras despedirnos de esta gran familia y de desearles buenas noches.
Me pongo el pijama en el cuarto de baño, en silencio, conteniendo mis lágrimas. ¿Por qué de nuevo ahora? ¿No han tenido suficiente? Me pregunto en silencio para mi, una y otra vez.
Cuando salgo del baño, veo a Willy, acostado, con un libro en sus manos. Me mira y me sonríe, golpea su otro lado, suavemente, indicándome que me acueste a su lado.
Una vez a su lado, Willy deja el libro sobre sus piernas y me arropa a su lado, colocando tiernamente mi cabeza sobre su pecho, dándome su calor. Me abrazo a él, el cual vuelve a coger el libro.
- Quiero leerte este libro, el cual me recomendaron mis Oompa Loompas. Para que estés más tranquila y duermas a gusto sobre mi pecho, como me gusta que duermas, mi vida. – Besa mi frente y comienza a leerme el libro, el cual desde la primera página me ha cautivado.
Conforme iba Willy pasando las páginas, el sueño me iba venciendo, hasta que sin darme cuenta, me quedo dormida entre los brazos de este hombre que es mi guardián y protector, pase lo que pase, siempre está protegiéndome.
ESTÁS LEYENDO
Natalia y la Fábrica de Chocolate
Roman d'amourMisteriosamente, el famoso chocolatero lanza un sexto billete dorado a una semana antes del gran día. Nadie se lo espera y se vuelven más locos por encontrarlo. Este billete es encontrado por Natalia De La Rosa, una excelente estudiante de último añ...