Ya es casi la hora de nuestra nueva cena juntos; Willy y yo solos, los dos. He estado toda la tarde mirando mi lencería fina, la que a Willy tanto me ha pedido que me ponga esta noche, para él. Sin embargo, con todas las cosas que Willy me ha comprado o regalado, tengo hasta varios conjuntos de lencería, de las mejores marcas; de todas las formas y de todos los colores; colores claros, por supuesto, para evitar transparencias y evitar también que se note en la ropa.
No obstante, hay uno que, desde que lo vi, me ha llamado mucho la atención. Es uno blanco, a juego con unas medias, y en el que, tanto el sujetador como el tanga, son de tela fina, completamente bordados y con estampados de ganchillo. Verdaderamente es una lencería muy fina y muy bella, en su conjunto.
Y en cuanto al vestido, bueno, es otra historia. Aunque tenga muchos vestidos, tengo en mente este vestido largo con cola de verde oscuro, con estampados, que, en su diseño, le combina perfectamente la lencería.
Termino de maquillarme con sombras de tonos cálidos, junto con una base de maquillaje natural y para los labios, un gloss rosa crema. Me miro por última vez en el espejo, y me veo muy hermosa. Cojo mi bolso y salgo al pasillo de las habitaciones. Willy, como de costumbre, ya me está esperando al final de este.
Y, como solo lo sabe hacer él, en cuanto me mira con esos ojos llenos de deseo y entrega, mi cuerpo ya tiembla de anticipación.
- Estás preciosa, como siempre, esta noche, mi gran y dulce flor de chocolate. – Me dice Willy con su tono ronco a la vez que me ofrece su brazo. Aunque a veces se porte como un niño, no me deja de tratar como una dama; es todo un galán y un caballero.
- Gracias, señor Wonka. – Le guiño el ojo sonriente empleando mi tono de voz burlona y juguetona. Pero la respuesta de Willy es otra de la que yo me esperaba.
- Esta noche será inolvidable para usted, señorita De La Rosa. – Su voz ronca hace estremecer mi bajo vientre, como si ya mi cuerpo estuviera sintiendo sus dedos rozando mi intimidad. Suelto un suspiro profundo ante la mirada ardiente de Willy.
- Si el señor así lo dice, será. – Suelto una risita por lo bajo para intentar calmar mis estremecimientos, pero la mano que pone Willy sobre mi cadera, hace que pierda de nuevo un poco más de seguridad en mi misma. – Willy, por favor, ... - Le digo en voz temblorosa y excitada por sus impulsos tan lujuriosos de acercamiento, pero aquí, nos podrían ver.
- Tranquila. No voy a hacerlo aquí, pero si en la cama, esta noche. Aunque, para eso, necesito hacerte una pregunta, Natalia. Una pregunta un poco ... personal. – Le miro impaciente de curiosidad y asiento en señal de que me la puede hacer. - ¿No te importaría que te ate a la cama, mientras devoro tu manantial interior? – Miro a Willy impresionada. ¿Cómo es posible que este hombre piense en esas cosas? Vale que sea un hombre extrovertido y que quiera probar cosas nuevas y que .... Ahora lo veo. Quiere que probemos cosas nuevas en nuestras deleitaciones sexuales. Cuando vuelvo a ver a Willy, él me sonríe.
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Natalia y la Fábrica de Chocolate
RomanceMisteriosamente, el famoso chocolatero lanza un sexto billete dorado a una semana antes del gran día. Nadie se lo espera y se vuelven más locos por encontrarlo. Este billete es encontrado por Natalia De La Rosa, una excelente estudiante de último añ...