Esa misma noche, Willy y yo decidimos dar un paseo por la orilla del mar, cogidos de la mano, hablando sobre cómo educar a nuestro pequeño William, y sobre todo, sobre mi nueva propuesta que me hará la noche anterior a nuestra vuelta a la fábrica. Estoy muy impaciente por saber de qué se trata.
Willy solo me ha dicho que puede cambiar mi rutina y mi trabajo como psicóloga, aunque si todo sale bien, solo se modificará, no será un cambio brusco. Sin embargo, aún con esa explicación, sigo pensando en lo que quiere.
Volvemos al hotel tras un maravilloso paseo. Verdaderamente, esta salida me ha restaurado las fuerzas.
Entramos a nuestra habitación, y, al entrar, me encuentro en la puerta con todo esto. Realmente Willy sabe perfectamente cómo sorprenderme.
- Cambié de idea a última hora. Llamé a recepción cuando, en la cena, te dije que iba al baño, mi dulce Natalia. Y también lo he estado pensando. No es correcto que te tenga en ascuas sobre mi nueva propuesta, así que, cuando nos demos nuestro maravilloso baño de espuma en la bañera jacuzzi, te lo contaré todo.
- Me parece perfecto, Willy. – Digo aún en estado de asombro. Sigo sin poder creerme que Willy haya preparado todo esto en cuestión de pocas horas.
Willy me vuelve a coger de la mano y nos metemos los dos en la bañera. Willy me masajea la espalda mientras que yo me dejo llevar por todas sus atenciones. Suspiro.
- ¿Te gusta la temperatura del agua, amor? Les dije que la preparasen a temperatura ambiente, como a ti te gusta, amor mío. – Willy me besa en el hombro. Mi piel se estremece por sus caricias.
- - Gracias. Por todo lo que haces por mi, Willy. Realmente eres todo un caballero. – Digo un poco avergonzada. Willy hace todo lo posible que puede hacer solo para tenerme complacida, mientras que yo nunca le regalo nada. Aunque en verdad, ¿qué regalarle a un hombre que lo tiene todo?
- - Gracias a ti, Natalia. Tú lo has cambiado todo desde aquel día que entraste a la fábrica, deslumbrándome con tu sonrisa, con tu mirada, con tu sola presencia ya me alegraba completamente aquel día.
Willy me cuenta todo lo que le hice sentir desde aquel día, desde que ambos nos buscábamos en sueños, desde que nuestras almas se quisieron buscar.
Finalmente terminamos nuestro baño y, al volver a la habitación, sobre la cama, hay una carpeta con el logo de la fábrica y con mi nombre y apellido. Miro a Willy que me indica que la coja y la mira bien.
Me acerco a la carpeta en cuestión, me siento sobre los pies de la cama y la abro. Comienzo a analizar todo su contenido.
En la primera hoja aparece, en modo de testamento, una cesión de bienes. Willy deja la fábrica en herencia a nuestro hijo William, y a mí .... ¿¡Ochocientos mil billones de dólares?! Es muchísimo dinero. Miro de nuevo a Willy, el cual se sienta a mi lado.
- Amor, te doy todo ese dinero para que, cuando yo no esté, tú y nuestro amado hijo, vivías cómodamente, sin problemas, en la fábrica. Sé que lo usaras por el bien de nuestro hijo y ....
- No, Willy. No. Te falta mucho por vivir y ...- Le corto en seco, pero Willy me corta a mi también.
- Tengo cáncer. – Me dice Willy en seco y directo. Todo mi mundo se viene abajo. ¿Cómo es posible que nos esté pasando todo esto?
- No ... - Digo a la vez que niego con la cabeza, en voz baja, pero audible.
- Me lo dijeron el mes pasado, en una revisión anual. Uno de mis Oompa Loompas que trabaja como médico de la fábrica, me lo diagnosticó. Mi padre, cuando se lo conté, me dijo que me tranquilizara, que todo iría bien. Él me pidió que no te dijera nada, no hasta que te hayas repuesto completamente, pero ya no podía seguir ocultándote esto.
Nos quedamos de nuevo en silencio por unos minutos. No puedo creer lo que está pasando.
- Por favor, dime que esto no es verdad. – Digo entre lágrimas, mirando a Willy, esperando una respuesta a que esto solo se trata de una broma, pero toda esperanza se va, cuando Willy me pide que mire la última hoja de la carpeta, en donde aparece el diagnóstico adjunto con los resultados de Willy. En ese documento se diagnostica cáncer de páncreas, en fase uno, provisional. Debajo de la hoja, en el apartado observaciones, se aconseja someter a Willy a toda clase de pruebas para asegurarse de que es esa clase de cáncer y de esa fase.
- Ahora viene mi propuesta, aunque más que propuesta es más una petición. – Me dice cogiéndome de las manos. Dejo a un lado la carpeta y me vuelvo a él, completamente atenta a lo que me quiera pedir, o proponer, o lo que él quiera. Ahora solo quiero su salud, me da igual todo, quiero que siga todo el tiempo posible a mi lado.
- Verás, hay un doctor que está de vacaciones aquí, en Miami. Es antiguo compañero de universidad de mi padre, se conocen bien. Y me hizo un favor. Mañana me comenzará a revisar, durante toda una semana para comprobar que es correcto y, ponerme bajo algún tratamiento o algo. – Asiento cuando Willy me mira para saber si le estoy prestando atención. – Mi propuesta es ... que, a partir de esta noche, o de mañana a primera hora, seas tú la nueva CEO de la fábrica. Tal vez sea temporalmente, hasta que esté completamente bien, o puede que ...
- Ni lo digas. – Digo con la voz completamente rota, mis lágrimas caer por mis mejillas.
- Ojalá te hubieras enamorado de otro hombre ... más sano que yo. Así no estarías llorando por un hombre que se está muriendo.
- No digas tonterías, Willy. Te volvería a elegir una y otra vez, todas las veces. Te amo a ti, Willy Wonka, y, ... recuerda, cuando nos casamos. En la salud y en la enfermedad. – Willy me acaricia una mejilla secando una lágrima.
- Lo sé, y es por eso que te amo muchísimo. Por que sabes estar a mi lado.
- Si es eso lo que me pides, lo haré. No te preocupes, cariño. Aunque no sé mucho sobre dirección de fábricas o de empresas. – Willy se acerca a mi y me abraza.
- Por eso te pedí que viajáramos juntos. Quiero enseñarte lo que tienes que hacer. – Me susurra mientras me abraza fuerte. Necesita ánimos y mucho apoyo. Y yo estoy aquí para él. – Perdóname. Te prometí un viaje romántico para los dos y mira. Pero no podía ocultarlo más. Te necesito más que nunca, por favor, no me dejes. – Siento a Willy llorar en mi hombro. Lo abrazo más fuerte.
- No te preocupes ahora por el viaje, amor. Todo está bien. Estoy aquí, Willy, estaré aquí siempre, a tu lado.
Willy se separa de mí y me mira, con sus ojos llenos de lágrimas, al igual que los míos, y se inclina hacia mí, pegando sus labios sobre los míos.
No sé lo que nos deparará el futuro, pero una cosa es cierta; pase lo que pase, no me voy a separar de Willy, nunca. Y si me pide que sea la nueva CEO de la fábrica para que él esté más tranquilo y concentrado en su salud, lo haré. Lo haré pensando que la vida me ha puesto en mi camino a un hombre que amo con todo mi ser, con toda mi alma, y que voy a luchar por que sigamos juntos, para siempre.
NOTA: Disculpadme por tardar tanto en actualizar, pero han surgido problemillas, más a parte de mucho trabajo en mi oficina. Pero, gracias a Dios, está todo arreglado. Iré subiendo más a menudo. Gracias por vuestro apoyo, se os quiere mucho.😘
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Natalia y la Fábrica de Chocolate
RomanceMisteriosamente, el famoso chocolatero lanza un sexto billete dorado a una semana antes del gran día. Nadie se lo espera y se vuelven más locos por encontrarlo. Este billete es encontrado por Natalia De La Rosa, una excelente estudiante de último añ...