Esa misma tarde, al llegar Willy a la fábrica tras la rueda de prensa, veo que viene acompañado de esa reportera, la que le hacía miles de preguntas. Los veo saludando a la familia Bucket desde donde yo estoy, desde el puente de la sala de chocolate.
Willy se percata de mi posición, y me hace gestos para que vaya a su lado, sonriente.
Suelto un suspiro y voy hacia allí, con ellos.
- Hola, mi amor. ¿Qué tal te ha ido el día? – Me pregunta Willy besándome tiernamente la frente, le sonrió sin dejar de observar a la extraña mujer.
- Bien, aunque nunca pensé que el excéntrico famoso chocolatero se atrevería a hacer una rueda de prensa por limpiar mi honor. – Digo irónicamente.
- Y no solo su honor, señora, también su nombre. – Me dice la reportera. – Disculpe, no me he presentado. Soy Anastasia Wonka, prima hermana de Willy Wonka. – Me tiende la mano con educación. Le doy mi mano también con respeto. Es agradable conocer a un miembro más de la familia de Willy.
- Encantada. Y por favor, llámeme Natalia. Señora me hace sentirme más mayor. – Todos nos reímos.
- De acuerdo ... Natalia.
- Bien, ahora ven con nosotros mi amor. Tenemos que hablar los tres. – Willy me besa la mano. Asiento y nos dirigimos hacia su despacho, donde cierra la puerta tras él después de que Anastasia y yo pasaramos.
Anastasia se sienta en un sillón, un poco apartada, mientras que saca su portátil y lo enciende. Willy y yo nos sentamos en un sofá contiguo a Anastasia, juntos.
- Amor, queremos revelarte la verdad de todo nuestro plan. Mi prima Anastasia es periodista, redactora jefe y directora de un club de lectura importante, de aquí, de Estados Unidos. Ella, en la rueda de prensa de hoy, me hizo todas esas preguntas que seguramente viste en la televisión. Todo estaba ensayado.
Me quedo en blanco ... ¿Ensayado? ¿Cómo que ensayado? Miro a Anastasia, que escribe algo en su libreta.
- Willy, primeros frutos. Ya todas las revistas y periódicos se están retractando de todo lo que dijeron sobre Natalia. El plan funciona. Toda la prensa europea comienza a retractarse. Tal y como yo te dije la semana pasada.
- Pero ... No entiendo. – Digo en voz alta mientras ambos se sonríen, triunfantes, por algo que aun no comprendo.
- Verás, amor. Mi prima y yo llevábamos semanas enteras preparando las preguntas y respuestas de la rueda de prensa con el fin de limpiar tu nombre, tu honor, de todas las partes del mundo. Aunque la idea de la rueda de prensa fue de Anastasia, no mía.
- Primo, tu idea de solo hacer un escrito y publicarlo no iba a funcionar. Todo el mundo comenzaría a especular y el resultado sería peor. Natalia pagaría más caro. Era necesario dar la cara. Una imagen vale más que mil palabras.
- Si, eso lo entiendo, pero ...
- Es mejor contarte las cosas desde un principio, Natalia. Willy me llamo a la mañana siguiente de la primera noticia falsa sobre ti. Desde ese día he perseguido a las revistas de todo el mundo para hallar a un responsable, un cabeza de turco. Y, para sorpresa, encontré a varios que estaban comprados por el Señor Salt. La peor de todas, The Sun, era la que más culpa cargaba y carga de todas. No ha sido fácil obtener la verdad sobre esta situación tan enrevesada y bien planificada. Por esa razón no me conociste hasta hoy. Estaba controlando todos los movimientos de todos los periodistas que trabajaban para The Sun.
- Comprendo. – Digo acariciándome mi barriguita. Siento que mi bebé, dentro de mi, se está sorprendiendo como yo.
- Amor, ¿pasa algo? – Dice Willy colocando una mano sobre la mía, la que tengo sobre mi tripita.
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Natalia y la Fábrica de Chocolate
RomanceMisteriosamente, el famoso chocolatero lanza un sexto billete dorado a una semana antes del gran día. Nadie se lo espera y se vuelven más locos por encontrarlo. Este billete es encontrado por Natalia De La Rosa, una excelente estudiante de último añ...