A la mañana siguiente me despierto con un fuerte dolor de cabeza y con un olor muy agradable a crema de café. Me muevo un poco hacia un lado, con los ojos todavía cerrados, e intento tocar suavemente a Willy, pero, para mi sorpresa, mi mano solo toca ... el vacío. Abro los ojos al instante mirando el hueco vacío de Willy. No obstante, solo encuentro una nota, escrita en español, en su español tan perfecto, con una flor dulce comestible, de esas que se ponen en las tartas.
Cojo la nota y leo: "Mi amada y dulce Natalia, siento no despertarme a tu lado, pero tengo mucho trabajo en la fábrica. Esta tarde te invitaré a un nuevo tour, uno más privado. Solos tu y yo, cariño mío. Te lo prometo. Atentamente, y con todo el amor que te tengo, tu enamorado Willy Wonka."
Suelto una risita por lo bajo al releer su nota. Hasta en su nota puedo sentir todo su cariño. Es muy agradable, en verdad, sentirse así de amada y querida.
Miro la hora en mi móvil, me queda solo media hora para vestirme antes de ir al trabajo. Sin embargo, tengo un correo electrónico del director de la universidad, el cual abro: "Señorita De La Rosa, le comunico su cambio de horario tanto de prácticas como de clases. Lo hemos cambiado para mayor comodidad y para que no se sienta tan mal por las malas noticias que hay de usted. Sabemos que la gente está hablando de más y que usted es completamente inocente. Y sin más dilación, aquí le adjunto su nuevo horario. Cuídese y un saludo."
Abro el PDF que me adjuntan y veo que, hoy martes, no tengo trabajo, me lo han cambiado para el viernes. O sea, que el viernes trabajo mañana y tarde. Solo trabajo los lunes, miércoles y jueves por la tarde y el viernes todo el día. Y las clases me la han puesto por videoconferencia.
Suelto un profundo suspiro. Por un momento, por un instante breve, llegué a pensar que me hubieran despedido de la universidad.
Es entonces cuando Willy llama a la puerta y la abre con discreción.
- Natalia, ¿estás despierta? – mi querido chocolatero pregunta mientras va abriendo lentamente la puerta.
- Puedes entrar, Willy. Estoy despierta. – Le digo aún metida en la cama. Willy, al verme, me sonríe.
- Mi amada, mi pequeña. – Willy cierra la puerta tras él y se acerca hasta mi, sentándose en los pies de la cama. - ¿Cómo te encuentras hoy? – Me pregunta acariciándome la mejilla con su infinita ternura. Me derrito cuando me toca así.
- Estoy bien. Tranquilo. Estoy bien. – Intento consolarlo, pues en su mirada puedo hallar cierto terror.
- ... Si te soy sincero. Anoche, contigo, en esta cama, no pegué ojo. Solo quería asegurarme de que durmieras bien, tranquila, relajada. Sin que tuvieras ninguna pesadilla. – él se sienta más cerca a mi, tomándome de las manos. Lo que me está contando de lo que hizo anoche me vuelve a demostrar cuánto le importo. – Anoche, mientras te veía dormir, mientras recordaba toda la historia que tu me contaste anoche, sobre ... bueno sobre eso ... - Asiento sonriéndole, no quiero que se sienta culpable, él no tiene la culpa de nada, y sé a lo que se refiere. – He pensado en todo lo que has tenido que soportar tu ... sola ... sola has tenido que cuidarla, y ... Y eso me enamora más de ti. Tu valor, tu entereza, tu integridad, tu amor y respeto por tu familia es lo que más me atrae y lo que más me enamora de ti. Por eso, y por todas tus virtudes que me estás demostrando tener, quiero decirte que voy a estar contigo, en los buenos momentos y también en los no tan buenos. Estaré a tu lado, protegiéndote, pues eso es lo que siento por ti, y lo que te dije durante la visita; me siento muy protector contigo, mi Natalia, y voy a protegerte con mi vida si es necesario, no me importa. Solo quiero estar a tu lado, por que en tan poco tiempo me he enamorado perdidamente de ti, y no puedo evitarlo ... No puedo evitar amarte, no puedo evitar protegerte, no ... no puedo ... - Willy empieza a llorar y yo me lanzo a su cuello para abrazarlo. – Eres lo más hermoso y lo mejor que la vida me ha regalado ... Natalia. Te amo con locura. Verte así anoche, mientras me contabas tu historia, llorando amargamente, me ha hecho reaccionar. – Willy se despega de mi y me mira con una infinita ternura y cariño. – Quiero pasar el resto de mi vida contigo, Natalia. No me importa lo que diga la gente. Solo te quiero y te amo a ti, a nadie más. Estás metida hasta el fondo de mi alma, hasta el fondo de mi corazón. Y no quiero que salgas de ahí, mi vida. Quédate dentro de mí, quédate a mi lado. Por favor. – No puedo evitar sonreírle ante sus más que hermosas palabras.
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Natalia y la Fábrica de Chocolate
RomanceMisteriosamente, el famoso chocolatero lanza un sexto billete dorado a una semana antes del gran día. Nadie se lo espera y se vuelven más locos por encontrarlo. Este billete es encontrado por Natalia De La Rosa, una excelente estudiante de último añ...