Una suave brisa sobre mi piel me estremece. Me voy despertando con la primera sensación de tenues cosquillas sobre mi abdomen, moviéndome hacia un lado dejando vía libre a esta agradable sensación.
Conforme me voy despertando siento los besos sobre mi ombligo de Willy, acompañado de la brisa que se cuela por la ventana junto con los primeros rayos de luz de la mañana.
- Buenos días, mi dulce grano de cacao. ¿Cómo ha dormido mi bella esposa? – Me pregunta cariñosamente a la vez que vuelve a seguir dándome besos sobre mi abdomen. Me estiro completamente, dejándome llevar por sus besos y esta brisa tan agradable de las primeras horas de la mañana.
- Realmente esta es una de las mejores maneras de despertar y de comenzar el día, Willy. He dormido como un bebé.
- Me alegra escuchar eso, de verdad, mi amor. Y te quiero dar una gran sorpresa. ¿Qué te parece si nos vamos, tu y yo solos, de viaje a Turquía?, ¿eh? Una semana solamente. Un tiempo para estar juntos, solos, antes del pre lanzamiento del gran caramelo de la abuela Georgina.
- ¿Un viaje? – Pregunto aun medio dormida. La idea no me desagrada, pero ... ¿Willy volverá a dejarme sola como en La India? ¿Qué pasará con nuestro pequeño William?
- Veo muchas dudas y preguntas en tu mirada, mi dulce chocolate, pero no te preocupes, todo irá bien. Si te preguntas quién se hará cargo de nuestro William le pedí a la señora Bucket y a mis Oompa Loompas que se encarguen mientras yo te complazco en Turquía. Quiero que veas el mundo a mi lado mi amor, quiero ponerte todo el universo ante tus pies, tal y como me tienes a mi desde el primer día en que te vi, mi dulce amor. Y en cuanto a volverte a dejarte sola, te digo y te prometo que eso nunca va a volver a pasar. Palabra de chocolatero enamorado. – Levanta la mano un poco en forma de juramento. Solo me queda una opción, y es aceptar. Esta claro que Willy lo tiene todo siempre pensado y calculado. Tal vez un viaje a Turquía me ayude a reflexionar y a no pensar tanto en la pérdida de mi amada abuela Georgina.
- Está bien, Willy. Vayamos a Turquía, entonces. Pero no sé qué llevarme, hace tanto que fui que apenas recuerdo si era un país frío o cálido. – Willy me sonríe tiernamente, acariciándome la mejilla.
- Amada mía, en Turquía lo que apenas hay es frío. Se siente calor y templanza en ese país. Mejor llévate ropa de verano y de entretiempo. Te gustará lo que te he preparado allá. – Me besa y se levanta, colocándose su sombrero y cogiendo su bastón. No me di cuenta de que ya estaba vestido. ¿A qué hora se habrá despertado este hombre?
- Llevo como tres horas despierto, amada mía. – Me guiña el ojo y se dirige hacia la puerta. – He estado organizándolo todo, el pre lanzamiento y nuestro viaje a Turquía. Saldremos esta noche. El jet nos espera sobre las nueve de la noche. – Me vuelve a mirar y me vuelvo a perder en su mirada azul/violeta que tanto me enloquece. – Te amo más que a nada en el mundo, Natalia. Nunca lo olvides. No me llegará para agradecerle a Dios y a la vida el que te hayan puesto en mi camino, ni con toda la vida eterna me alcanzaría. Estoy en deuda con Dios por la bendición de tenerte junto a mi, de haberte convertido en mi esposa y en la madre de mis hijos. Te amo. – Me lanza un beso y se marcha.
Sinceramente yo también estoy en deuda con Dios y con la vida. Siempre quise conocer al famoso Willy Wonka, incluso cuando era una niña y me iba a la tienda de la esquina a comprar golosinas y chocolate Wonka. Siempre con su sabor me levantaba el animo. Y ahora soy parte de su vida. Soy totalmente dichosa.
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Por fin a terminado el día repleto de consultas y de terapias. Estoy completamente cansada y feliz a la vez. Dentro de dos horas nos iremos Willy y yo para Turquía. Deseo que nuestro pequeño William sea un poco más grande para que nos acompañe a estos viajes. Sería muy bello y hermoso ir los tres a conocer el mundo, a conocer las culturas de los países que visitemos. Me emociono ante esta idea. Pienso en las primeras palabras que dirá nuestro hijo cuando vayamos de viaje.
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Natalia y la Fábrica de Chocolate
RomansaMisteriosamente, el famoso chocolatero lanza un sexto billete dorado a una semana antes del gran día. Nadie se lo espera y se vuelven más locos por encontrarlo. Este billete es encontrado por Natalia De La Rosa, una excelente estudiante de último añ...