En el living de la casa Sandoval
— ¿Qué pasó? ¿Cómo estás? ¿Dónde está Alex? ¿Y Molly? ¿Cómo te fue en la playa cariño? ¿Te divertiste? ¿Quieres comer algo?—estas eran apenas unas de las tantas preguntas que Lucía le entendió a su madre apenas Camila y ella entraron en la casa. Unas iban dirigidas a la castaña otras a la pequeña que llevaba en sus brazos. Lucía las distinguió por el tono que usó su madre para las de ella era un tono inquisidor mientras que las preguntas hacia Camila iban con toda la dulzura posible.
Lucía giró los ojos ante la locura de Marlene—Estoy bien mamá, tengo mucho en mi cabeza, pero estoy bien—aseguró—Alex y Molly están juntos—contestó bajando a Camila para que la pequeña fuera a saludar a los recientes hospedados en la casa Sandoval. Al parecer ya todos estaban más tranquilos y con la llegada de Max los grupos se habían dividido y las conversaciones eran variadas y con un aire más ligero
— ¿Los dejaste solos?—le preguntó Marlene sorprendida
— Si madre—no necesitaba que Marlene le recordara las ganas que tenía de estar espiando esa interacción—Me cuesta—confesó—Pero Alex tiene que encontrarse con su hija y Molly con su padre—afirmó con seguridad y caminó hasta donde Soledad ya estaba lista para la cita con su impecable vestido negro y su pelo no tan negro alisado. La morena hablaba con Remedios, Max y el Señor Sandoval en lo que parecía una animada conversación y Lucía estaba segura de que sea lo que sea que estuvieran hablando al menos la iban a alejar de la mirada inquisidora de su madre e iba a hacer que su mente saliera de la playa un poco al menos.
— Estás preciosa Sol—la felicitó Lucía
— Lo sé Lu—admitió su socia con poca humildad—Pero escucha esto...—señaló a Max—Te vas a morir cuando te enteres... Empieza a hablar viejito número dos—el Señor Sandoval y el padre de Alex giraron los ojos.
— Buenas tardes Lucía—el hombre pasó de la orden de Soledad y priorizó la educación saludando a la que aún era novia de su hijo antes que nada—Tengo entendido que recibiste una pequeña sorpresa ¿Es así?—lo decía por Molly. Lucía asintió con una sonrisa—Y también tengo entendido que mi hijo dejó la famosa semillita en tu vientre...
— ¡Oh Dios!—Soledad no evitó la carcajada—¿La semillita? ¿En serio?—miró a Max—Ya tenemos una monja que se encarga de decir esas estupideces, así que tú lo tienes que decir tal cual es viejito número dos... ¡Tu hijo preñó a Lucía! ¿Oíste?—entre adultos la morena no se controlaba—TU hijo y su inmenso rarón le llenaron la cocina de humo a mi amiga y...
— Soledad hija mía—la hermana Ana aparecía en la conversación silenciando a la joven morena—¿Qué es lo que te ha hecho alejarte del rebaño de Dios? ¿Con qué pecado te has visto tentada por Satán?—la mujer se persignó
Soledad abrió los ojos grandes—Eeeh... hermana no es lo que...
— Hija mía, voy a rezar por ti y cuando volvamos le voy a pedir al padre que te exorcice—concluyó la monja—Mientras tanto sería bueno que rezaras cincuenta padres nuestros y cincuenta ave maría hija. ¡Tenemos que sacarte de ese mal camino!—la monja dio media vuelta y dejó el grupo.
— No te preocupe Sol—Lucía vio la cara de su amiga y le palmeó la espalda—Poco va a tardar la hermana en darse cuenta que tu del mal camino no sales ni porque te bañes en agua bendita—todos se rieron del sujeto en cuestión.
— Yo que tú me cuidaría de las bromitas castaña culona—le advirtió su socia—No querrás que cuente enfrente de tus suegros lo que tú y cierto freak han estado haciendo en la cocina... o en tu oficina... o en cierto callejón cercano al...
ESTÁS LEYENDO
𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊 - Lucialex (Adaptación)
ФанфикESTA NO ES MI HISTORIA, ES UNA ADAPTACIÓN CRÉDITOS A SU MARAVILLOSA AUTORA Lucía, una millonaria inversora llega a la ciudad de New York acompañada de su socia y mejores amigas con el propósito de arrasar con todo y agregar más logros y millones a s...