Capitulo 39

1.7K 74 8
                                    

En el jardín

Lucía llevaba casi una hora viendo jugar a su novio con sus dos hijas desde una de las reposeras que rodeaba la piscina.

— Dios mío, no se cansan nunca—murmuró la castaña para sí misma. Es que si bien disfrutaba con la risa de sus tres personas preferidas, le era imposible evitar que su cuerpo deseara a Alex con tanta ferocidad, su cuerpo hervía y no era precisamente por el sol. Lucía no sabía si era por sus hormonas, o porque carajo, pero necesitaba a Alex Barrios ya mismo. No aguantaba más y lo más probable es que le quedara poco tiempo para que la casa se volviera a llenar de gente de nuevo. Miró su caro reloj y decidió tomar cartas en el asunto.

— ¡HORA DE LA SIESTA!—anunció y se levantó de la reposera para agarrar dos toallas e ir a recibir a sus hijas.

— ¡NOOOOOOOOOOOO!—Alex y Camila se quejaron. En un descuido y por la recepción de la mala noticia, el ojiverde soltó a Molly y la pequeñita se hundió de inmediato hasta que el tatuador la rescató a los segundos.

— ¡NOOOO! ¡LLENA! ¡GRRRRAAA!—Molly reaccionó más tarde apenas su cabeza salió a la superficie. Escupiendo un poco de agua y con una enorme sonrisa, que demostraba que para nada le molestaba hundirse en el agua y se la aguantaba bastante bien, protestó el fin de la diversión. Al parecer la pequeña ojiverde se había quedado fascinada con la ballena inflable gigante.

Lucía miró a los dos ojiverdes y a la rubiecita con una ceja levantada. De inmediato llevó sus manos a su cintura para resaltar su punto con su postura.

— ¡Yo puedo hacel eso!—anunció Camila desde el agua mostrándole a los dos ojiverdes como movía sus cejas igual que Lucía.

— Hacer Camila—la corrigió Lucía—Hacerrrr—resaltó la erre

Alex y Molly fruncieron el ceño de forma tan idéntica que Lucía no pudo evitar soltar un bufido. Ambos ojiverdes querían levantar una sola ceja pero siempre terminaban levantando las dos.

Camila miró de inmediato a Lucía y el aire de superioridad de la pequeña la hizo reír de nuevo. Lucía estaba segura de que iba a perder esta batalla—No pueden hacerrrrrlo—se burló la pequeña levantando su ceja—¿Los viste mamá? no pueden hacerrrrlo—se rió un poco más

— Por supuesto que no cariño, solo nosotras podemos—agregó malvadamente

Camila miró a los dos ojiverdes—¡ESTAMOS AL PODERRRR!—salpicó agua desde su ballena hacia los otros dos.

Alex protegió a Molly con su propio cuerpo—Molly aguanta la respiración—le dijo Alex protegiéndola del agua que salpicaba Camila. Lucía volvió a soltar una carcajada cuando vio cómo los cachetes de la pequeña ojiverde se inflaban para retener el aire como Alex le había enseñado.

Segundos después el tatuador y la pequeña desaparecieron debajo del agua y Lucía pudo ver como su novio llevaba por debajo del agua a Molly rumbo a la ballena inflable. Alguien iba a pagar sus aires de superioridad con un buen chapuzón. Camila terminó en el agua en lo que los otros dos tardaron en voltearla.

La castaña agitó su cabeza, parecía que iba a estar una hora más bajo el sol y para esa altura la casa ya se iba a llenar de vuelta, se iba a tener que resignar. Suspiró y miró a su novio. La travesía debajo del agua había hecho que los boxers de Alex se bajaran un poco, y eso permitió que Lucía pudiera ver el caminito del abdomen bajo del chico. La castaña pudo distinguir perfectamente dos colores de piel como consecuencia del sol y eso le hizo llegar a su mente los recuerdos de la primera noche que pasaron juntos. Alex se había quedado impresionado con la contraposición de sus colores, Lucía no podía esperar a ver la reacción del ojiverde esta vez.

𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊 - Lucialex (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora