𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊 - Lucialex (Adaptación)

Capitulo 15

En la fiesta de aniversario

— ¿Me vas a dejar?—Lucía había apartado a Benjamín un rato de la fiesta para hablar con él, necesitaba con urgencia resolver este tema cuanto antes y ponerse manos a la obra con Alex. Al principio había pensado dejar que terminara la fiesta aniversario de sus padres pero el grupo de amigas de su madre estaban muy entusiasmadas con el ojiverde y eso no le gustaba para nada, tenía que actuar cuanto antes—¿Aquí en la fiesta de tus padres, con toda esta gente adinerada de testigo?—era todo por las apariencias el chico.

— Benja—Lucía suspiró—Tú más que nadie sabe que nosotros solo servimos para mostrarnos, pero no la pasamos bien juntos—reconoció la castaña.

— Pero podemos intentarlo, o recurrir a terapia de parejas o no sé, probar con otras cosas como swingers, trios o algo así—a alguien se le veía los bisexual.

Lucía se rió de la propuesta, no pensaba probar ninguna de esas cosas, ella lo único que quería era un trío con ella, Alex y su enorme pene—Sabes que eso no es lo mío Benjamín—le aclaró—Escucha, jamás te dije nada de tus gustos sexuales por las chicas que prestan servicios privados, mucho menos te negué dinero, al contrario te mantuve todo este tiempo, porque me servías, pero yo no te amo, y jamás te podría amar—Lucía pudo ver un destello de tristeza en el chico así que pensó algo para aliviarlo—Pero estoy segura de que hay alguien por allí que te va a amar de la forma que quieras—salió con lo mejor que pudo.

El chico se quedó pensando las palabras de Lucía—Y si, la verdad que un poco de razón tienes—también lo admitió—Pero no puedes hacerme esto ahora, ¿No podemos esperar un par de meses al menos?—ofreció una opción.

— No puedo—miró hacia donde estaba Alex, en realidad hacia donde Alex estaba siendo arrastrado por su madre, Marlene iba mostrando y presentando al ojiverde ante distintos grupos con orgullo, y cuando este lograba escapar de su madre, aparecía su padre para llevarlo con sus amigos. Lucía sonrió, la cara de Alex era algo que no tenía precio—Necesito que sea ya mismo—agregó con su vista aún en el tatuador.

— Ya veo—Benjamín había seguido su línea de visión y con una pícara sonrisa miraba a la castaña que volvió a prestarle atención al muchacho—A decir verdad estoy un poco aliviado, no tenía muchas ganas de mudarme a New York, tú sabes cuánto me gusta el clim...

— Y las mejores rameras están en Texas—agregó Lucía desenterrando el secreto del muchacho.

— Oye—el chico levantó las manos libre de culpa —No fui yo quien lo dijo, Charlee Sheen y Huge Grant están de acuerdo conmigo—dijo—Además si pago no se quejan del tamaño como otras—acusó con toda la intención.

Lucía tuvo que aguantar la risa en esto—Sabes que el tamaño no me importa—mintió, si Soledad la hubiera escuchado no se la iba a dejar pasar.

— Voy a dejar pasar esa mentira porque me hace sentir bien y porque me preocupa otra cosa—había que pensar en el futuro.

— Dime—lo apuró Lucía volviendo su mirada a Alex. El ojiverde había logrado escapar de sus padres pero lamentablemente cayó en las manos de Mariana que inmediatamente se lo llevó a la pista de baile y sin vergüenza alguna se refregaba sobre ella, Lucía pensó que el ojiverde estaba bailando de forma rara, lo que le combinaba a la perfección con su forma de ser, hasta que se dio cuenta que eran los temblores habituales en él lo que lo hacían moverse. La empresaria se tranquilizó cuando vio que su hermano rescataba a Alex de la bailarina y lo alejaba un poco de la multitud para que tomara algo. Al igual que sus padres, Samuel estaba al tanto de todo lo relacionado con Alex, bueno, no del todo, pero aún así el hermano menor le había agarrado un gran cariño al ojiverde aún sin conocerlo y cuando lo vio, lo primero que le dijo a Lucía fue "Tenías razón, con ese mirar, torcer y abrir ya te lo quieres comer a besos"