𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊 - Lucialex (Adaptación)

Capitulo 49

Varias horas después – En Texas

— Perdona que hayamos aparecido así de improvisto mamá—después de un difícil viaje y con un gran agotamiento, Lucía entraba a la casa de sus padres en busca de alivio paternal. Segundos después, el Señor Sandoval cruzaba la puerta con Camila y Sophie dormidas en sus brazos. El hombre se apresuró a dejarlas en distintos sillones por miedo a que se le cayeran por falta de fuerza, mientras Molly sujetaba la mano de su madre.

— Lu... hija, no quiero escuchar que te disculpes por algo así nunca. Para eso estamos tu padre y yo, para que ustedes pueden recurrir a nosotros ante cualquier inconveniente, además tú sabes que me encanta tener a las niñas aquí—Marlene recibía a toda su familia con un poco de preocupación mezclado con felicidad por tener de vuelta a su hija y a sus nietas en la enorme y solitaria casa que solo ella y su marido ocupaban—¿Sabes algo de Bernal?—preguntó la mujer de inmediato.

Marlene se había enterado lo sucedido por la llamada que su hija le había hecho antes de subirse al avión para hacerle saber que en unas horas iban a estar aterrizando en Texas e iban a necesitar de la ayuda de ellos para sobrevivir estos días.

Lucía agitó su cabeza en negativa—Alex se fue con Sol y Mariana al hospital antes de que papá llegara a buscarnos. Me costó convencerlo de que nos dejara pero en el estado que estaba Soledad no podía permitir que Mariana lidiara sola con ella—era de lo único que estaba segura—Solo sabemos lo que Sol nos contó cómo pudo del llamado que recibió—entre tramites, gritos, llantos y sollozos la morena había contado todo lo que sabía—Al parecer se trata de un ataque al corazón, pero no sabemos bien—finalizó con tristeza mientras asentía a la seña que le hizo su padre haciéndole saber que iba a acostar a las dos otras niñas—Apenas termine de darle de comer a Maia me voy para allá...—un bufido de Molly la frenó e hizo que la castaña mirara a la pequeña ojiverde.

— ¿Qué pasa con mi terrible nieta y su hermosa carita de enojada?—Marlene se anticipó a su hija y agachándose como pudo y con el tiempo que su edad la dejaba se puso al nivel de su nieta mientras su hija se acomodaba en una silla para darle pecho a la Barrios Sandoval menor.

Molly empezó a gesticular y a revolear sus brazos enojada hacia cualquier dirección. Lucía giró los ojos y no evitó una sonrisa por ver a su hija del medio así. La pequeña no era para nada celosa con sus hermanas, excepto cuando se trataba de la atención de Lucía. Molly quería que la castaña fuera solo para ella y para nadie más.

— ¡Maaa Aia! ¡Paaa Aia! ¡Cam Aia! ¡Aia todo! ¡Molly nada!—ups alguien estaba celosa—Yo.. ¡Maaa! ¡Wiwi! ¡wiwi! Nada—se quejó de la falta de atención de la castaña ante sus necesidades—Yo ¡Maaa! ¡vion! Maaa nada y Aia todo—evidentemente alguien le había sacado su lugar preferido en las piernas de su madre y ni hablar de la cara que puso cuando vio a su hermana menor succionando el pecho de su madre, a lo Alex, agachó su cabeza y se quedó callada mirando el piso.

Marlene miró a Lucía conteniendo una sonrisa—¿Me parece a mí o alguien está celosa de su hermana?—la empresaria asintió acariciando con su mano la cabeza de Molly

— Molly cielo, ven con mamá—exigió Lucía recibiendo una suave negativa de cabeza. Y para colmo la pequeña traicionera se tiró a los brazos de su abuela como si fuera una bolsa de papa completando el rechazo hacia su madre. Marlene la acurrucó entre sus brazos dedicándole una sonrisa a su hija mientras Lucía giraba los ojos—Es idéntica a Alex—rebuznó tratando de que ya una dormida Maia soltara su comida—Con ellos todo es un doble esfuerzo—dijo con alegría. Si había algo que le encantaba era contentar a sus dos ojiverdes.

Lucía acarició la cabeza de Molly mientras salía de la sala rumbo a acomodar a Maia en la cuna que la pequeña tenía en la casa de sus padres.

— ¿Quieres ir a dormir como tus hermanas?—le preguntó Marlene a la pequeña que tenía en sus brazos apenas vio como la niña soltaba un largo bostezo