Capitulo 21

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Día de la cita – A la tarde en el departamento de Lucía

— ¿De qué te ríes?—para sorpresa de Lucía, Mariana entraba por la puerta del departamento a la carcajada pura—Pensé que tenías una academia de danzas por dirigir y que tenías cosas importantes que hacer—ella misma había decidido trabajar solo en la mañana porque quería prepararse para su cita con Alex y porque de nada servía estar en su oficina mirando el techo, si en lo único que podía pensar era en el ojiverde, en su mirada, en sus tatuajes y en su boca haciendo cosas en ella, y en Alex escondiéndose en su cuello, y en el pene duro de Alex sobre ella... En fin, decidió tomarse la tarde libre. Planeaba hacerse unas máscaras de pepinillos, relajarse en el jacuzzi, depilarse, no porque pensara acostarse con Alex, pero de todas maneras siempre es bueno estar lista. En fin, Lucía quería entrar en estado de cita total y disfrutar de la tranquilidad de un departamento sin sus amigas. En realidad técnicamente hablando no era Mariana la que la molestaba, sino más bien Soledad, pero Lucía sabía que la bailarina era el punto de irritación de Soledad, así que si no estaban las dos su tarde pre cita se iba a hacer más llevadera. Desgraciadamente sus planes se arruinaron a penas la bailarina entró al departamento matándose de la risa.

Lucía esperaba una respuesta de la bailarina, pero cada vez que Mariana intentaba hablar volvía a reírse sin parar. La castaña alta terminó por tirarse en los sillones y Lucía la siguió con su mejunje listo para aplicar. Mientras esperaba a que la bailarina cesara su risa, con sus dedos se lo ponía en forma circular por todo su rostro. El último toque eran dos rodajas de pepinos sobre sus ojos.

— Oh Dios... déjame un poco—la bailarina le sacó el cuenco y empezó a aplicarse lo que quedaba.

— ¿Me vas a decir qué es lo gracioso?—ya era hora de que dejara el misterio.

Mariana volvió a sonreír y por un segundo Lucía tuvo miedo de que volviera la risa imparable, pero esta vez la voz de la bailarina salió sin parar—Vengo de ver a Daniel—contó como si eso resolviera el enigma.

Lucía frunció el ceño cuando la chica nombró a su novio, todavía no superaba a la Soledad totalmente borracha que se encontró en su propia oficina cuando volvió de hablar con Alex. Si no hubiera sido por la felicidad de la castaña probablemente Olivia estaría en la calle por haber dejado que Soledad acabara con las botellas de champagne. Lo que sí hizo fue llamar a Mariana inmediatamente y preguntarle porque Soledad no paraba de llorar y de balbucear que Mariana ya no la amaba y que ahora iba a tener pequeños monstruitos y toda clase de cosas que solo se le escuchan a la morena cuando está pasada de alcohol.

Si no hubiera sido porque la bailarina le empezó a contar que se había formado una nueva leyenda en el estudio de tatuajes llamada "Los gritos de Lucía", de lo cual la castaña no estaba para nada avergonzada y porque Mariana le contó de la broma de los chicos a Alex acerca del cartel que le hicieron y de cómo Alex los despidió a todos, lo más probable es que Lucía hubiera regañado a Mariana por dejar a Soledad rodeada de botellas con la noticia de su noviazgo. Además que apenas la empresaria le contó de la cita con Alex, la bailarina empezó a hacer todo tipo de planes entusiastas para que salieran en una cita de a cuatro, a elegir vestimenta para la castaña y a expresar su enorme felicidad que dejó un poco enterrado el tema de Soledad.

Esa noche la morena no volvió al departamento y cuando, a la mañana siguiente, Lucía quiso entrar a la oficina de la chica recibió un enorme "vete de aquí" como respuesta. Normalmente la castaña hubiera insistido, es más, hubiera entrado igual, pero esta vez y con un muy buen criterio se alejó rumbo a su propia oficina. Solo le escribió más tarde para hacerle saber que se iba temprano y para contarle de su cita, la respuesta que recibió de la morena le preocupó bastante a decir verdad. "Me alegro por ti y por el freak, de corazón" Lucía se quedó examinando el mensaje varios minutos, sabía que la noticia de que Daniel y Mariana eran novios le había hecho profundos daños a la morena, pero nunca creyó que iba a sacar la parte sentimental de ella a flote. Respiró hondo y salió del edificio esperando que Soledad no hiciera estupideces.

𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊 - Lucialex (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora