𝑵𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒕𝒊 - Lucialex (Adaptación)

Capitulo 32

Miércoles en la tarde – oficina de Lucía

— ¡Lucía! ¿Estás lista?—Soledad entraba de golpe en la oficina de su socia, como ya era de costumbre. Un cierto nerviosismo en la morena hacía saber que este no era un día cualquiera—¿Qué pasa?—se frenó en seco cuando vio al Doctor personal de Lucía sacándole sangre a su amiga.

— La señorita Sandoval no se sentía bien y me pidió que llamara al médico—contestó una atenta Olivia.

Soledad frunció el ceño y se acercó a la castaña preocupada—¿Hay algún problema? ¿Tuviste otro mareo Lu? ¿Almorzaste? Mariana me dijo que vigilara que comieras—indagó.

Lucía giró los ojos, era raro ver a Soledad preocupada por alguien, pero cuando lo estaba era verdaderamente escalofriante—Solo es rutina Sol. No me he sentido muy bien estos días y el Doctor Connor piensa que puede ser algo que estoy comiendo y no me está haciendo bien—contó—Y deja de ser tan chupamedias de Mariana ¿Quieres?—la morena estaba cumpliendo al pie de la letra con su plan "Rescatando el amor de Mariana"

— ¡Bien!—el Doctor terminó la extracción y se aseguró de guardar todas sus pertenencias—No se preocupe Señorita Bernal, por lo que la Señorita Sandoval me ha contado, estoy seguro de que es una simple indigestión sumado con un posible cuadro de estrés y nervios—aseguró—Pero de paso usamos estos análisis para un chequeo diario—dijo—Los resultados van a estar para el viernes—agregó agarrando su ordenado maletín.

— Muchas gracias Doctor—lo saludó Lucía—Olivia lo va a acompañar—el hombre asintió y siguió a la mujer hasta la puerta.

— Oye Lu, si quieres puedo hablar con la secretaria de George y pedirle que nos pasen la reunión...

— ¡Ni se te ocurra Soledad!—Lucía estaba lista—Sabes que desde que llegamos a New York tengo los ojos en ese negocio, no pienso dejar pasar la oportunidad—le dijo mientras agarraba su cartera. Mientras Lucía estaba vestida con un impecable vestido negro, con su cabello agarrado en una tirante cola, Soledad tenía el pelo suelto y lo combinaba con un serio traje de mujer empresarial.

— Solo preguntaba para cumplir con el deber de amiga y porque Mariana me obliga—se hizo la despreocupada—Estuve repasando las cifras con Max—al parecer alguien había hecho un nuevo amigo—Y se quedó sorprendido de mis números—y admirador—Aunque cree que podemos apretarlo por el lado de los costos un poco más—Lucía sonrió ante esto, los Tiffany no tenían salida.

— De acuerdo. Dejo eso en tus manos—le dijo mientras abría la puerta de su oficina para dejar pasar a su amiga.

— Olivia, ya sabes dónde voy a estar, ve preparando el champagne—le dijo a su secretaria.

— Y avísale a Mariana que paso a buscarla por el estudio de danzas—esta noche toca festejo parece

— Por supuesto señoritas. Mucha suerte—la secretaria las despidió con una sonrisa.

Más tarde – Tiffany & Co

— Por aquí por favor—Jennie, la secretaria de George Tiffany las hacía pasar a la oficina del hombre—El señor Tiffany va a estar con ustedes en unos segundos—les informó—¿Puedo traerles algo?—preguntó

— Un café negro para mi—le dijo Soledad sin mirarla—Bien caliente, si viene frio no se moleste en traerlo—agregó exigente.

Lucía rechazó la oferta con un gesto de su mano y la secretaria salió del lugar.

— Tiene una oficina más chica que la tuya Lu—observó Soledad—¿Y oíste? El viejo George nos va a atender, no hay perra a la vista—no había dicho nada de Julian al parecer—Alguien se achicó ante la gran Sandoval—rio