I Want Love ©

#Capitulo 37

#Capitulo 37

Por un segundo mire lo dulce que lucía Zayn, con su leve sonrisa en el rostro, su coqueta mirada, su hermoso cabello, su aroma, todo él me estaba mostrando algo nuevo del mundo, ¿Por qué no había notado antes todo lo que ofrecía ante mis ojos?

-¿Hacemos una parada?- me miró, yo honestamente estaba anonadada con su perfil que me resultaba imposible prestarle atención, daba una sensación de seguridad y paz.

-Claro- sonreí.

-¿Qué me mirabas?- frunció el ceño divertido.

-¿No te puedo ver?- bromeé, era claro que estaba descartada la opción de que se sintiera intimado, y aún más por mí -¿Ahora entiendes por lo que yo paso cuando te miro?- me respondió asegurando la salida de la carretera con los retrovisores, marcó la dirección y salimos de la carretera para detenernos en la sombra de un gran árbol. Yo reí.

Zayn se bajo de un salto del auto, me asustó, en cuanto salió se escondió en la parte trasera del árbol a deshacerse de líquidos supongo, no intente averiguarlo, mientras yo bajé de Ray y aproveche para estirar todas mis extremidades, había mucha humedad en el ambiente, al estirarme la marca que me había dejado Perséfone aquella noche mientras dormía se asomó por la manga de mi chaqueta, la analicé un segundo, había cientos de escenas en mi vida que aún no entendía o aún no descifraba, había muchas cosas por arreglar... y esta era peculiar, el silencio me gritó en el oído, busqué a Zayn con la mirada y estaba ya posado arriba del auto con una mirada asesina, cuando digo mirada asesina hablo de que me estaba observando con una mirada nada feliz, yo lo miré con tristeza, dirigió su mirada hacia mi brazo y opté por cubrirla, su mirada regresó a mí con amenaza y la desvió hacia la carretera, me había dejado el Zayn dulce, romántico y simpático y en su lugar se presentó inolvidablemente el Zayn dominante y controlador.

Me trepé en el auto y cerré la puerta, Zayn se permaneció callado, apretó la quijada como solía hacerlo siempre que algo lo incomodaba y decidió prender el motor para regresar a la carretera, desde ahí el camino fue serio, parecía como si nos hubiésemos cansado de tanto hablar y eligiésemos ni siquiera mirarnos, Zayn al volante era rápido, me gustaba la velocidad, con tanto pensar y tratar de descifrar su desprecio el camino fue corto, al quedarme dormida sentí que el auto se detuvo y abrí los ojos de golpe, me incorporé y pude adivinar que ya estábamos en la parte trasera del estacionamiento del instituto de Orpington.

Zayn y yo bajamos del auto, todos estaban parados en el campo conversando por su parte, no estaban haciendo ejercicio mucho menos prepararse, faltaban aproximadamente dos horas para el juego pero llamó mi atención que no había ni el más mínimo adorno, no estaban ni los jugadores o animadoras de ese instituto, caminamos hasta bajar las escaleras y pude sentir como las miradas de todos se clavaban en nosotros, pude ver un inmenso alivio en sus ojos.

-¡Si! ¡Llegaron!- gritó Bella, nadie podía ocupar mejor su lugar. Caminamos hasta las escaleras para bajar por las gradas del campo, sonreí penosamente, Zayn caminó con los los demás jugadores y se separó de mi sin aviso, todos aplaudieron burlonamente.

-No tienen idea de cuanto los esperamos- Victoria me saludó dándome un empujón.

-Y casualmente los dos llegaron tarde- Bella se cruzó de brazos y me miró picara, ¡Nunca perderán la obscenidad en sus pensamientos!.

-Cambio de planes Kanas y Malik, por cómo ven, el cielo está muy nublado, se pospuso el juego para mañana- nos informó la entrenadora Peters, ella nunca se presentaba en nuestros ensayos por lo que seguramente esta aquí por estrictas ordenes del director junto con el entrenador Smithers.

-¿Y que vamos a hacer?- preguntó Bella.

-Con autorización de sus padres, claro, nos hospedaremos en el hotel "Haitt Palace", el juego empezará mañana temprano y entrenaremos a primera hora, desde ahora les advierto, no quiero tener problemas... se saben las reglas, ya no son unos niños- finalizó. ¿Hospedarnos? ¿En un hotel? ¿El instituto lo pagará? Lo dudo, en fin, no es algo que me afecte.