#Capitulo 55

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Hey! ¿Como están? Espero que bien. Este capitulo va dedicado a todos aquellos hermosos lectores que leen esto. Sin ustedes esta novela no sería nada. Sería basura. Todo se los debo a ustedes, muchísimas gracias por seguir leyendo, votar es gratis, y no olviden que los amo. Muchos saludos. Aquí les dejo mi facebook: Melissa Herrera. Melissa .xx

#Capitulo 55

Una vez le dije a Jenn "No permitas que el amor te destruya, porque significa que nunca lo fue"... Comencé a cambiar de opinión sobre esa teoría después de que me traumatizaron las palabras que mencionó el demonio. Pude notar que era uno cuando escuche su voz.

-¿Cómo sé que cumplirá?-

-Lo promete. Si tu prometes hacer tu parte- el demonio debió de haberle robado la voz de alguien para poder comunicarse conmigo. Ellos no tienen voz.

-Lo prometo- me doy la vuelta y me giro hacia la puerta, la tomo de la perilla y no la puedo abrir. La forzo un par de veces y no abre. Suspiro. -¿Qué?-

-Tienes tres días-

-¿Por qué tres?- Algo llamo mi atención, Perséfone siempre ponía una condición. El tiempo.

-Tienes solo tres días, no más, no menos- esta vez su voz se había esparcido por la habitación, no sabía si era femenina o masculina.

-Quiero que aparezca al instante- amenazo. El silencio domina el lugar. Mis manos temblaban de furia, quería desaparecer al demonio.

-Así será, alteza- finaliza.

Salgo de la habitación a paso rápido. Una lagrima corre por mi mejilla pero la oculto con el casco. Sé que si Zayn se enterara sobre lo que debo hacer para llegar hasta él, en estos momentos me rogaría que lo dejara en el inframundo. No, no era algo que estuviera a discusión, yo lo mande a ese horrible lugar, yo lo sacaría de ahí.

Llego a la posada en diez minutos. Entro al departamento y todo esta en orden. Dejo caer las llaves al suelo. Me descuelgo la mochila y la dejo en el suelo. El departamento era tan cálido y acogedor, nunca lo había notado. Un golpe en el piso de madera hizo que me girara de golpe. Sentí que el corazón se me salía por la garganta. Me quedo helada, a la defensiva, los miro con el ceño fruncido. Mi respiración se intensifica en segundos, siento la ira en mi garganta. Trago saliva. Alzo la quijada y suspiro sin placer.

-¿Qué haces aquí?- Atenea me esperaba sentada en el comedor, estaba igual o incluso más alterada que yo. Dominic la acompañaba, estaba a sus espaldas, de pie. ¿Desconfía de mí? Me preocupa que no los haya sentido.

-Estaba muy preocupada por ti- se levanta, da un salto de bailarina de ballet para abrazarme. La evado con el brazo y decido moverme dejando sus brazos en el aire, me observa desconcertada y al ver que me alejo de ella entiende la situación. Verla me ponía tan sensible que siento que si la tocaba me soltaría en llanto, por Zayn, porque me traicionó y porque debo convertirme en un monstruo para salvarlo. Tomo asiento en el sofá. Estaba agotada emocionalmente, y no estaba tranquila al recordar que justo en estos momentos podían estar dándole látigos en la espalda o torturándolo o incluso algo peor. Sacudo la cabeza para evadir ese pensamiento y me incorporo y recargo todo mi cuerpo en la barra de la cocina. Era como mi escudo emocional, entraba ahí y me sentía más segura.

Le doy una mirada rápida a Dominic, con el entrecejo fruncido me analiza, siempre lo hace. Poso mi mirada en Atenea. Se ha quitado su corona, carga puesto un especie de collar en la frente junto con un vestido demasiado largo color coral.

Me mira arriba abajo. -Veo que andas vestida de negro- río.

-Tu hermana es exiliada y solo piensas en el color de su ropa- me burlo por su comentario.

I Want Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora