#Capitulo 18

214 8 0
                                    

#Capitulo 18
Sentía algo húmedo el suelo, pero no recuerdo haberme acostado en ninguna parte, me moví y sentía como si estuviera en arena, hundida, abrí los ojos, y me levante... no estaba en el instituto, estaba en un bosque... en invierno, había nieve por todas partes, era un paisaje hermoso, me levante, y note que cargaba la misma ropa.
-¿Harry?- pregunté, en mi interior algo me decía que nadie me ayudaría pero que no estaba sola.
Se escucho un ruido en el arbusto, pude notar que había un gran faro de luz en medio de la nada, y estaba prendido, eso era algo extraño.
Empece a caminar y un lobo, color oscuro, me rozo la pierna con una suave caricia, si no fuera lobo hubiera dicho que fue seductora y se paro a un lado de mi, -Hola amigo... según yo tu no deberias estar aqui -me acerque a el- bueno yo tampoco -reí- pero ¿Sabes que hago aqui?, ¿Como habremos llegado hasta aquí? -el me observaba atento, no dejaba de mirarme con su intensa mirada brillante y despampanante, y se digno a mirar al frente, y seguí su mirada.
Una niña de 1.40 me observaba atenta, cargaba el cabello suelto, castaño, estaba chica, de 7 años tal vez, cargaba un vestido, pero le habia salpicado algo blanco, parecía como nieve o algo asi, y su piel tambien estaba bañada de esta, pero le había salpicado polvo blanco y negro, muy neutral, algo raro.
-Hola- musité
-¿Sabes donde estás?- su voz era muy aguda, casi aterradora.
-No, ¿Me ayudas a responder esa pregunta?-
-Eres tonta ¿Sabes?- no tenía ni una pizca de dulzura en cada palabra que le salía de la boca.
-Estas sola, tengo a un lobo al lado que te asesinaría en un segundo, ¿Y yo soy la tonta?- me sentí de 6 años al pelear con ella.
-Odio lastimar a gente inocente, por eso estas aquí, deberías aprovecharlo-
-¿Donde estamos?- algo me decía que ella iba un paso adelante que yo.
-Ya te lo dije, ¿No prestas atención?, soy muy cobarde para lastimar gente inocente, por eso te traje aquí, agradece que te lo digo- jamás esperé escuchar eso de una niña de 7 años. El lobo le gruñó, -Tranquilo- le musité.
-¿Como me trajiste hasta aqui?-
-Fue muy sencillo, deberías de ser más precavida-
-Gracias por el consejo... pero no has respondido mis preguntas-
-No seas tonta, la debilidad que menos me trastorna es lastimar gente inocente, pero no significa que no odio hacerlo-
-¿Has lastimado a alguien?-
-Si supieras me matarías, te eh estado vigilando por mucho tiempo _____-
-Regresa a tu casa niña- no tenia ni una gota de miedo, por alguna extraña razón me sentía segura pero intimidada.
-No puedo, por eso estoy aquí, por eso estas aquí, me matarán si regreso sin ti-
-Interesante- esta niña me estaba enfadando.
El lobo le rugió mas fuerte, me miró con tristeza, respiraba rápidamente y su respiración se agitaba demasiado, le corría saliva por los colmillos, estaba molestándose, lo observe unos segundos más y este empezó a caminar hacia la niña lenta y desafiantemente, la niña no se movía, seguía firme, si que tenía pantalones.
Le saltó encima, empezó a morderle el cuello, soltando una fuente de sangre, me quede sin habla, estaba en shock, corrí hacia él pero me movía muy lento, mas de lo normal, ¡Maldita sea! ¡La matara! ¡La va a matar! Fueron los segundos mas lentos que eh vivido, intentaba avanzar pero mis piernas no respondían, quería golpearlo pero mis brazos no reaccionaban, quería quitarlo con mi mente y no pude, es como si alguien hubiera poseído mi cuerpo y me obligara a observar esa traumática imagen, los gritos de la niña ¡Por Dios! Eran desgarradores, se aferraba a la nieve, y empezó a gritar mi nombre, lo curioso era que ellos se miraban normales, y yo me movía lentamente, como si detuvieran el tiempo poco a poco, mi mente era la única que seguía acorde, mi cabello se agitaba lentamente, mis brazos, mis piernas, incluso mis lagrimas se derramaban por mis mejillas despacio y lento, intentaba gritar pero las palabras no me salían, podía moverme pero en cámara lenta, para poder admirar el momento, era horrible, ver a la niña mirarme con angustia y sufrimiento, sus ojos se tornaban rojos, hinchados y llorosos, empezó a estirar sus brazos hacia mi, parecía como si yo estuviera congelada, ellos se movían rápidamente y yo no, me sentía pesada, casi llegaba hasta ellos y me trepé encima de él. Lo aventé, nuevamente lento, débil, tonto, intente alejarlo, no tenía fuerza, habilidad, ni siquiera pensar en que debía hacer del estrés, no funcionaba, hasta que me di cuenta que era un sueño, estaba soñando, esto no era verdad, no podía ser verdad, recuerdo que me quede dormida en el salón, esto es falso, no es real. Así que me levante, lentamente otra vez, y salí corriendo de ellos dos, con lagrimas en los ojos, no podía despertarme pero no quería presenciar el momento, no podía, era muy cruel, era falso pero era tan real, tan creíble, lo sentia creíble, se reconocer que estoy soñando y esta fue la excepción, mi mente jamás había proyectado algo como esto.
El venía corriendo hacia mi, el lobo, oscuro como la noche, sus ojos eran hermosos pero manipuladores y controladores, eran horribles después de haber desangrado a la niña, se acercaba rápidamente a mi y yo seguía corriendo, de forma lenta pero esta vez un poco mas rápido, hasta que me puse a pensar que era falso, no era verdad, no podía serlo y me detuve, me gire y observe al lobo, en la vida real puedo dominar a los animales, y esto es un sueño así que dejaría que matara, si era real solo me lastimaría, sería muy doloroso pero no moriría, con tensión y mucho estrés me di la vuelta y lo enfrente cara a cara, el venía, no se detuvo y se molesto por lo que hice así que aceleró el pasó y se lanzó sobre mi.
Desperté.
Con la respiración agitada pero desperté, me levante. -¿Estas bien?- me tomo de la espalda Harry, -Si... solo tuve un muy mal sueño, bueno... eso creo-, -Crees ¿Que?- me preguntó, -Jamás había soñado algo como eso, fue algo... desagradable, demasiado, ¡Fue horrible!- me sentía algo abrumada, me sentí desconocida por una extraña razón -¿Puedo saber que soñaste?-, -Mmm... no es el momento, tal vez después-.
La clase inició como siempre, algo tediosa, pero Harry lo compensaba demasiado, era muy lindo, mire hacia la ventana, tenía algo de calor, por primera vez en todo el día, tocaron la puerta desesperadamente, todos fijamos la vista en la puerta, incluyéndome. -Adelante- hablo el Sr.Smith desde su lugar, algo no andaba bien.
Me gire por el pequeño aviso de Harry y vi a Jeremiah parado en la puerta, ¿Que rayos?. Al instante me noto.
-Discúlpeme la interrupción, pero necesito ahora mismo la presencia de la joven ______, y Harry-
-¿Todo en orden?- el Sr.Smith se miraba algo preocupado.
-Como siempre, solo hay un contratiempo-, con una señal el señor Smith nos indico con una señal que podíamos salir, me levante rápidamente y salí junto con Harry.
-¿Que sucedió?- íbamos caminando por el pasillo. Jeremiah caminaba con demasiada ansiedad.
-Su hermana Artemis-lamentó
-¿Que le pasó?-
---
-Alguien intento asfixiarme- Artemis sonaba serena, tranquila pero a la vez desafiante, amenazadora y si no la conociera diría que se estaba comportando de una manera intimidante, podía escuchar el coraje en sus palabras, no estaba asustada, ninguno lo estaba, mas bien estaba molesta, se lo había tomado personal, eso era seguro.
-¿Como paso?- Hermes se presentó, tenia demasiado tiempo que no la veía, cada hermano vivía en su mundo... en su ocupación, sus deberes, su ayuda, en su posición política etc, etc, pero yo nunca eh faltado a una conferencia por que ellos me importan, por mas mínimo que sea, pero en realidad ellos no piensan igual, como dije antes nunca nos hemos reunido todos juntos, y para ser sincera no me sorprendería si eso no llegara a pasar.
-Había sido un día pesado, no muy habitual para ser honesta, pero en todo el transcurso de este algo me decía que fuera mas precavida, podía escuchar una voz en mi cabeza, el día había terminado, era hora de dormir, iba a caer en un profundo sueño pero un ardor interrumpió mi placentero descanso -Me incorpore- me ardían los ojos, como si estuvieran en llamas, no los podía abrir, era como si me quemara, ni siquiera sabía si seguían ahí-, -¿Están pensando lo mismo que yo?- susurró Atenea.
-Pude sentir que algo me tomaba por el cuello, no podía gritar ni hablar, me había cegado, me sentía vulnerable e impotente, ni siquiera sabia si era una broma de mal gusto, lo que haya sido, me estaba haciendo enojar, por osar a dañarme, intente tomarlo pero me era inútil, no lo sentía, no sentía sus brazos estrangularme, sentía que lo hacían pero no tocaba nada, necesitaba aire así que me empece a mover desesperada y lo toque- tomo una pausa. -¿Que fue lo que tocaste?- me acerque a ella -No se que fue eso, pero si sabía dos cosas, una; cuando al fin lo toque pude sentir su piel, ardía igual que la mía, no era del cielo, de eso estoy segura, pero tenia cuerpo humano, pude sentir su fuerte brazo y cuando lo quise analizar con mi tacto se tenso y huyó... justo ahí fue cuando supe que yo no le apetecía y su intención nunca fue hacerme daño si no darme un mensaje- se escucharon rumores en toda la sala-
-¿Cómo supiste que te quería dar un mensaje si te estaba estrangulando hija?- mi madre observó con angustia a Artemis, no importa que tan cruel seas o que tanto daño le hagas, Artemis nunca se va a defender, nunca a hecho eso, te analiza, te observa, incluso se decepcionaría pero nunca te responderá un golpe.
Hermes soltó un suspiró tedioso -Pudiste haberte defendido Artemis- note que esta se puso a la defensiva, sentía las oleadas de tensión, esto no acabaría muy bien, nunca termina así ahora que lo medito.
Hermes puso a la vista sus manos -Pudiste haberlo sometido- contó un dedo -Golpeado- dedo índice, -Poseído- dedo corazón, -Hipnotizado, quemado, estrangulado, pudiste haberlo atacado mil veces de mil formas mas rápido que el a ti, y hubieras salido sin ningún rasguño-
-Estoy en contra de la guerra hermana, lo sabes, si hubiera hecho una de las acciones que mencionaste te aseguro a que se hubiera ido, no necesito atacarlo para saber que es mas débil que yo, y el o ella era consciente de eso, quería darme un mensaje, una señal, sus intenciones nunca fueron oscuras- se quejó Artemis, dispuesta a defender sus acciones y su sofisticada manera de pensar.
Hermes, una gran diosa y muy buena hermana mayor, nadie hace mejor su trabajo que ella, es muy independiente e inteligente pero siempre ha pensado con la cabeza y no con el corazón aunque en realidad eso le da ventaja sobre todos nosotros porque es el ser mas frio que conoceras en tu vida pero nunca te involucres con la gente que ama.
-Y si quería darte solo un mensaje, ¿Porque te hizo eso?- le pregunté, no le agradaba mucho recordar el momento pero teníamos que llegar a una conclusión, ese es el designio de estas juntas.
-Para ganar tiempo- susurró, se escucharon nuevamente susurros.
-¿Tiempo para que?- Hermes se había relajado un poco.
-Déjame ver el mensaje- le pedí, imaginaba una carta, un oráculo, o algo así, pero ella solo extendió su mano hacia mi, sin dudas ni titubeos tome de esta.
-Ese será tu designio Persefone- hablo una voz masculina, grave, intimidante incluso escalofriante, sentí que se me erizo la piel aunque no podía verme, no veía nada, estaba ciega y creo que era por una sola razón, el mensaje es un recuerdo.
-Será mas sencillo de lo que pensé- le respondió una voz femenina, era seductora y relajada, podía escuchar su maldad en el fondo, era horrible.
-Espero que sepas que hacer- le respondió este.
-Yo me encargo, empezare por quien me reemplazaron-
-Por eso estas aquí conmigo, ellos no te merecen-
-Lose... gracias por eso Hades- un escalofrío me recorrió el cuerpo.
-Mandare a alguien muy especial... lo suficientemente poderoso para deshacerse de todas las hijas progenitoras de Zeus, despues los varones... y de Zeus me encargo yo- se escucho un golpe, se me puso el alma en un hilo.
-Zeus es mío- termino de decir esa voz, dominante, predominante, acosadora y penetrante, era difícil borrarla de mi mente, me esperaba algo malo... pero no tan impactante como eso.

I Want Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora