Capitulo #1
Descendimos en la tierra, fue imposible acaecer en el agua. Nuestra emanación resultó fallida... me levanté, caí y giré un par de veces, a pesar del desnivel al descender nos emanaban gotas de sudor por el rostro, busqué con la mirada a Edward y estaba sobre el suelo con el rostro sonrojado, sus venas resaltaban por el esfuerzo de mantenerse estable. Miro el suelo para equilibrarme y veo enormes grietas en el asfalto, acaricio con mis manos hacia el llamado asfalto, era rígido y oscuro, la ultima vez que vine aquí esto no estaba.
Algo afligida por el impacto en el suelo, intenté establecerme mentalmente, y conectar mi mente con mi cuerpo, tenia mil años que no caminaba en un piso tan rígido, me mareé, mis alas se doblaron un poco por el impacto pero me detuve con mis brazos e intente levantarme lentamente. Me rendí así que me tire al suelo y observe el cielo por una milésima de segundo, admire como nos observaban los efímeros, nuestra vista era mil veces mas hermosa.
Me costo un veraz momento darme cuenta que habíamos bajado al orbe demasiado precipitado, ni yo... mucho menos Edward estaba preparado para esta época tan exótica y extravagante, Edward acaba de nacer tiene apenas 20 años de vida, lo único que me reconforta es que si me pasa algo a mi, alguien ocupara mi lugar, por nadie mejor capacitado que yo, le diré todo lo necesario para que crea sin poder sentir.
-Que pesado me siento-me interrumpió en mi ola de pensamientos.
Intente pararme lentamente, puse mi pie, me sostuve y con mis manos me pare por completo, me sentía demasiado pesada. Intente equilibrarme y di unos dos pasos, y por poco y caigo con esfuerzo me contuve. Ya que pude recuperarme ayude a Edward a levantarse, después caminamos lentamente tomados de la mano (para ayudarnos, claro), ya que lo hacías un par de veces te parecía sencillo, y te acostumbrabas fácilmente.
Habiamos descendido en una especie de camino, era extenso, el final no era visible, este camino estaba en medio de la intemperie, yo podía reconocer este paisaje, era desértico, pero estaba perdido en la nada, algo afligida empece a caminar estable.
-¿Cuando empiezan las "clases"?- Ni siquiera podía respirar y ya quería empezar.
-Iniciaron desde hace mucho- dije separandome de el y caminando por mi cuenta. Con mi arco de oro en la mano y mis alas libremente abiertas chocando con la brisa.
-No he aprendido nada-
-"Nada", de acuerdo dime, ¿Que aprendimos hoy? El suelo del orbe es rígido, por eso nos sentimos tan pesados, nunca olvides algo, no solo se trata de saber o conocer, ese no es el designio, el objetivo es vivir las cosas, jamas podrás conocer una experiencia, que te cuenten, o te ejemplificen, no hay mejor aprendizaje que vivirlo...- dije cerrando mis ojos y sintiendo la pequeña brisa de aire.
-Que inspirador -me fue inevitable no torcer los ojos- tenia otra perspectiva de ti- incluyó.
-No me sorprende- hice una pausa- no hables tan rapido-
-Creí que eras una diosa egoísta y egocéntrica que solo piensa en si misma, hija consentida, diosa del amor, vida eterna, sin responsabilidades, sin obligaciones -no lo golpees, que sirva toda la sabiduría que te inculco tus padres, _______, no lo golpees- sin trabajo duro, sin... nada-
-Sabes, a pesar de que ni siquiera me conoces, y ahora que me confiesas que tenias un mal aspecto de mi ¿por que querias que nos vincularamos...?-
-No lose... creí que cambiaría de parecer, creí que tenias otras facetas, todos las tenemos, estaba dispuesto a conocerlas, pero me doy cuenta que eres una persona diferente, y te pido disculpas por haberte juzgado mal-
Me causo algo de gracia, que no tenia ni la menor idea de como era mi forma de ser y ya me estaba etiquetando.
-No hables tan rápido, mi trabajo esta aquí abajo, parece que no pero es muy difícil y cansado, la mejor parte es fingir ser uno de ellos-
Dije y empecé a correr con toda mi velocidad posible, era rápida, me gire a Edward por un segundo y me miro algo desconcertado pero después quiso alcanzarme, empezó a correr tan verazmente hasta alcanzarme.
-¿Que haces?- me pregunto con la voz entrecortada por la fuerza que realizaba.
-Lo mismo que tu, no me mires, disfrútalo simplemente, pocos son afortunados de vivir lo que estamos viviendo, a esto se le llama libertad...-
-Por eso quieres ser humana...-
Me detuve de golpe.
-¿Quien te dijo eso?-
-Se nota, eres mas que obvia- me le acerque, no se movió hacia atrás, si de algo me estaba dando cuenta es que Edward era muy entrometido. ¿Como sabia eso de mi?
Debería de empezar a tomar niha [se pronuncia nija] (medicina con la bloqueas tu mente de cualquier lectura de un ser de cualquier especie, lo negativo de esta medicina es que solo dura 2 horas). Si Edward podía leer mi mente quien mas no?
Me acerque a mas pero no mostro ni una señal de miedo ni advertencia.
Le gustaba retarme.
-¿Has estado leyendo mi mente mientras duermo...?- adivine.
-Solo una vez - dijo insignificante, me obstaculizo y siguió caminando.
-¿Porqué?-
-Eres el ser mas reservado que conozco-
-Te equivocas, no me conoces, crees saber todo sobre mi- era un ¡Entrometido! Sin vida. -Ni si quieras cruzas una palabra conmigo-. Continúe. -¿Y eso te da privilegio de leer mi mente? ¿A ti te gustaría que hiciera eso?
-¿Leer mi mente?-
-Si-
-Te asustarias-
Me detuve por un segundo
-¿Tienes una mente tan perversa?-me burlé.
-Si pero no con todos-
-Hacia las mujeres- me cruce de brazos.
-Hacia ti-
Un escalofrío me recorrió el cuerpo.
Se tomo el abdomen para quitarse algo de sudor, al hacerlo se le escaparon unos abdominales ligeramente marcados.
-Soy superior a ti, merezco respeto- dije siguiendole el paso.
-Dime que te hace superior a mi-
-¿Que? Inteligencia, habilidad, veracidad, fuerza, audacia, sangre, conocimiento, sabiduría, autocontrol, ¿Te enfadaste?-
-Eres una creida, pero eso... -miro al vacio con una sonrisa en el rostro- no me importa.
-Te veía como un compañero, te veo como un amigo, tengo un afecto paternal hacia ti, y lo estas agotando-
Si algo me molestaba es que tomara el papel de conquistador, por que esa no es su forma de ser, si actúa así es para lucir bien, eso no me agradaba nada.
Vimos una casa a lo lejos, llegamos a ella caminando y estaba justo a un costado del infinito camino de asfalto, era grande, de dos niveles... color blanca, parecia abandonada, tenia manchas de suciedad por todas partes, y la oscuridad escapaba de sus entradas, tenia las ventanas rotas, y la puerta se encontraba atascada, por un lado tenia una puerta en el suelo y la otra del frente, estaba mal puesta, hacia un calor muy molesto, el sol estaba justo arriba de nosotros, Edward jalo la puerta sin esfuerzo y la tumbo al suelo de un tirón. Nos adentramos al lugar. Los rayos de luz se apoderaban del lugar... empezaba a oscurecer. por alguna extraña razón tenia una especie de familiaridad hacia el lugar.
-Nos quedaremos aquí unos días, no esta habitada, eso nos da tiempo, así que compraremos comida, una cama, muebles, podemos amueblarla durante nuestra estancia aquí, es agradable, podemos hacerla a nuestro gusto- me volteo a ver con una sonrisa traviesa - debo admitir que estoy emocionado.
¿Desde cuando era el que daba ordenes?
-Lose... se nota, yo también lo estoy -suspire- la tierra es hermosa...y es fascinante experimentar todas estas facetas de vida, pero hay un problema, debemos de dirigirnos a una ciudad donde haya humanos-
-Como sucederá eso... - que hay de nuestras alas- dijo Edward
-El que no cree en nosotros no las vera-
-Y si cree... creerán que esta loco y lo meteremos en problemas-
-No les haremos eso- le dije
-Nos haremos el levin- Dijo el.
-No tienes idea del sufrimiento que sientes cuando un ángel de la muerte te hace el levin- le dije parándome en frente de el. Cada paso que dábamos lo marcaba la madera.
-¿Que tan doloroso puede ser?-
-¡Te quiebran las alas! Literal... ¿Tu que crees?- le repetí.
-Creí que te ayudaban a doblar telas-
Reí.
-¿Tus alas se pueden doblar? Claro que no. Te las tienen que quebrar y al instante se adhieren a tu espalda, las alas tienen nervios, desaparecen casi por completo por lo débiles que están-.
-No nos quedaremos en la casa-
-Estoy cansado-
-Lo lamento pero no solicite tu opinión, seguiremos caminando, hasta hallar vida humana-
Inconforme el acepto, salimos de la casa y seguimos caminando algo mas rápido.
---
Llegamos en la noche a la entrada de un pueblo, si la memoria no me falla había un letrero que decía "Bienvenido a Chesfiled".
Edward y yo llegamos en la entrada del pueblo a un edificio de un color marrón oscuro, sinceramente trataba de memorizar todos los lugares y algo que los caracterizara, si algo temía era perderme, tengo muy mal sentido de orientación, en fin, el lugar decía "Hospedaje Económico", recuerdo que en un libro que los arcángeles me dieron una vez, hablaba de ese concepto, y creo que decía que era para familias sin paga, así que decidí que llegáramos ahí. Seguimos caminando despreocupados, las calles estaban vacías, solas... sin "autos" ni humanos.
-Hermosura ¿Sabes lo que eres cierto? Me esta empezando a preocupar que olvides concurrentemente que tienes alas-
-Tranquilo Edward... son incrédulos, lo sentí hace kilómetros- suspiro nuevamente incrédulo.
-Buenas noches- entramos con nuestros atuendos despampanantes y extravagantes, algo ligeros y sencillos.
Y nos enfrentamos por fin a la humanidad, estábamos frente al primer ser humano, había olvidado que caracterizaban su rostro, pero su físico lo recordaba claramente, era casi igual a ellos, a excepción de mis alas.
-Que quieren...- nos hablo un hombre fuera de su limite de peso, eso era seguro, con el cabello grifo, largo y suelto de un color plata tenue y negro de las puntas, con una barba bien definida, los ojos hinchados, y una vestimenta algo gótica, que en su camisa decía "heavy metal" que no tenia la mas mínima idea de que significa.
-Venimos a hospedarnos- dijo Edward sarcástico y algo tenso.
-¿Cuanto ofrecen?- dijo el hombre de pocas palabras.
-Escuchamos propuestas- dijo Edward
El hombre rió.
-Larguen se de aquí-
-No nos iremos- le dije firme.
{Dame permiso de hacerle un hechizo psicológico}
Voltee a ver a mis espaldas disimuladamente y no había nadie
Hechizos psicológicos, todo ser del cielo tiene el poder de implantar ideas en la mente de un humano, pero se necesita mirar directamente a los ojos al humano para que este hechizo sea totalmente creíble.
{Que sea rápido}
Por la retina del ojo pude ver una sonrisa traviesa en el rostro de Edward, el hombre movió su mano hacia adelante como si tomara algo y abrió una de sus gavetas y fingió como si lo dejara caer.
-Estas son sus llaves- estaba a punto de tomarlas cuando alejó las llaves hacia atrás y mi mano quedo flotando -no es un motel, intenten tener sexo lo menos posible por favor-dijo rascando se la cabellera extravagante- y por ultimo, su cuarto esta en el segundo piso... con lo que me dieron apartaron una semana el lugar, tiene todo lo necesario, solo... déjenlo como estaba-
Una sonrisa se me escapo, este hombre de que nos veía cara, no lo culpo, nadie llega a estas horas de la noche a pedir hospedaje.
Caminamos mientras rechinaban nuestros pasos en la madera y subimos torpemente unas escaleras de madera, por los que Edward y yo tropezamos unas 3 veces como mínimo, mas Edward que yo, para no borrar su ego, sin que el hombre observara brinco los escalones de un salto,claro... con ayuda de sus hermosas alas, cuando llegamos a un pasillo con números en las puertas, comparamos los números de la llave con el de la puerta y entramos.
Era mucho mas humlide que nuestras habitaciones, mil veces mas, pude notar un gesto de molestia en el rostro de Edward, pero lo reprimió.
-¿Te gusta?- dije sentandome en el colchon cuando claramente sabia la respuesta.
El lugar tenia en la entrada una especie de cuarto para estar con enormen sillones, si dabas vuelta a la derecha se encontraba el comedor, no mas que un comedor de sillas de plastico con un refrigerador oxidado al lado, con mensajes y recordatorios plasmados de gente ajena al parecer, si avanzabas al fondo estaba el cuarto, solo un cuarto,con solo una cama y un baño completo, el lugarteniente era limpio y algo acogedor, pero muy desgastado, muy pobre, sinceramente no me importaba, mientras tuviéramos un lugar para quedarnos bajo techo por mi estaba bien.
-Dormiré en la cama y tu en el sofá, para que todo sea justo mañana dormiré en el sofá y tu en la cama y viceversa-
-me agrada- dijo Edward dejando se caer en el sillón, el lugar era algo oscuro, lo que lo hacia verse mas chico de lo que ya era, pero debo admitir que me gusta por que esta algo oculto, y no hablo del cuarto si no del lugar en general, estaba a fueras de la ciudad, era perfecto.
Saque mi arco de oro que estaba detrás de mi espalda y lo deje en el sillón, estaba por a costarme en el sucio cubre colchón con una almohada muy incomoda, cuando mis ojos se empezaron a cerrar lentamente, y los abrí de golpe. Me levante y camine por el lugar hasta memorizar todo, cada parte, el cuarto, el comedor, la cocina, el baño, la sala de estar con nada más que revistas, y cuando termine mi recorrido me detuve en frente de Edward.
-¿Tienes hambre?-
-No, estoy bien gracias... debes de estar cansada-
-Lo estoy... al igual que tu-
-Duerme, descansa, cerrare el lugar, yo dormiré aquí, me encargare de que este seguro, tu solo... descansa- dijo en un tono algo abrumado.
-Gracias- dije retirándome al cuarto, quitándome todo el escudo pesado, mi arco, mis protectores que cargaba en los codos, en las manos, me solté el cabello, dejando todas mi ropa en el sillón, con una blusa muy ligera de pijama, me recosté en la cama, le puse seguro a la puerta, me encargué de que la ventana estuviera cerrada y me acosté, en la habitación hacia frío, me tape con la sabana blanca y sentí como me iba quedando dormida.

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I Want Love ©
Teen FictionNunca me enamorado, nunca he sentido lo que es una caricia, un beso, o el llamado sexo, no se lo que es amar aun... O ¿Por qué? La pregunta ironica de mi especie... solo tengo que cumplir cinco reglas llamadas las reglas "Nunca": 1. Nunca enamores a...