#Capitulo 53

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¡Hey! ¿Cómo estan? Espero que bien, perdonen mi retraso, pasado mañana subiré cap, ya está listo. Los quiero y por favor nunca lo olviden, no olviden votar y comentar. Los amo. Bueno, soy muy torpe para usar la app de Wattpad. Así que no supe cómo dedicar este capitulo, pero en fiiiiin, lo haré.

Este capitulo se lo dedico a una lectora muy especial, al usuario AZK0503. Gracias, gracias por leer la novela completa como en tres días... gracias por votar, gracias por comentar lo que opinas, (por que tus comentarios son hermosos) y más que nada muchas gracias por leer.

Melissa .xx

#Capitulo 53

Me cuesta notar en los momentos en los que dejo de respirar. Pienso por un segundo e intento aferrarme a la idea llena de falsas esperanzas de que él está bien. Que no está en el infra mundo. Qué mi hermana no lo tortura cada segundo que pasa y que él no me odia justo en estos momentos. Intentaba aferrarme a eso. Si estaba ahí, con el dolor de mi corazón... él debería de esperar. Porque no tenia ni la menor puta idea de cómo sacarlo de ahí. Y, si yo iba sin un maldito plan, sería como suicidarme, y seria peor para ambos, más para Zayn.

Una voz retumba por mi mente sin parar. Él no está aquí. Él no está aquí. Él no esta aquí.

Permanezco sentada recargada en la pared. Pensando Pensando. Pensando. Poso mi vista en Anne, ella me observa atenta, sin protestas, me da mi tiempo, por generosidad o por miedo, cualquiera de estas dos opciones se las agradecería hasta la muerte. Pero necesitaba saber si podía confiar en ella. Así que decidí introducirme en su mente.

"Me cuesta quitarle los ojos de encima aunque me sorprende que me haya hecho caso en permanecer en la cama. Mi celular me había costado dos salarios. Me llevó mucho tiempo ahorrar para comprarlo. Recuerdo que fui con mis sobrinos a la playa que está cerca de casa, también recuerdo que les tomé cientos de fotos preciosas. Contaba con los números de personas importantísimas que me pudieron haber ayudado a darme una plaza en mi trabajo. También recuerdo que había comprado en iTunes el álbum expandido de Jennifer Lopez, que también me costo un ojo de la cara. Mi agenda de trabajo de los próximos dos meses, y también recuerdo que el domingo pasado le di mi numero a un cirujano plástico en la discoteca más famosa de Río de Janeiro, que probablemente en un futuro pudo haber sido mi esposo y el padre de los hijos que tendríamos. Todo eso, más bien toda mi vida, porque en mi celular estaba mi vida. Se destruyó en un segundo, cuando ______ hizo esa llamada y le respondió el buzón de voz. De haber sido otra persona la hubiera tomado de los cabellos y la hubiera estrellado en la pared hasta dejarla en coma. Pero todo eso quedó descartado cuando me di cuenta que probablemente podía con cincuenta mil humanos, y que una pequeña vocecita en mi cabeza me decía que debía ayudarla sin importar qué. Que ella era alguien grande, una gran especie en este mundo incrédulo e ignorante y que era afortunada de conocerla. Tendría mas fotos, una asistente, y a la próxima compraría el celular más económico.
Mi celular me dejó de importar en lo absoluto cuando la vi en ese estado... Hizo trizas el celular con la mano que lo sostenía, se cubrió la boca con ambas manos reprimiendo su dolor como si se le fuese a escapar y arrasara con todo, al instante sus ojos se hincharon y se inundaron de lagrimas, en silencio, todo en silencio. Tardo en notar que había dejado de respirar cuando dejó caer el celular de golpe, ya con la mirada perdida, después tomo una gran bocanada de aire a punto de sollozar, pero no lo hizo. Cerro los ojos con fuerza como si se obligara a creer que todo era falso. Yo, más asustada que ella, o tal vez no, me acerco hasta ella y levanto sus piernas y las recuesto sobre la cama para que descansara, me alejo y ella sigue tensa, rígida. Desde ahí no ha dicho ni una palabra.

Recuerdo mi miedo, no podía darle medicinas, sedarla, calmarla o hablarle a un colega especializado en psicología. No podía hacer nada más que esperar. No conocía los efectos de la medicina en ella, es como si le recetase una vacuna de perro a un humano.

I Want Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora