#Capitulo 61

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Les deseo felices vacaciones. 10 votos y sigo!! Melissa .xx

#Capitulo 61

¡Auch! Algo me empuja con fuerza en el costado de mi estomago. Lo ignoro y lo evito así que me alejo de este para ya no estorbarle y dejar que me golpee pero he acercado demasiado a la orilla.

¡Zas! Un golpe frío y seco me llega por sorpresa sobre mi espalda y caderas. Intento tomar una mejor posición pero de pronto todo se torna incomodo. Alzo mi cabeza para divisar por qué la cama se había hecho tan incomoda y fría.

Había entendido... me había caído de la cama. Corrección. Algo me había hecho caer. Pero, ya sabía que estaba sucediendo.

Maldita sea... Aún estaba en el cuarto donde había estado con Matt, en conclusión, seguía en la fiesta.

Alguien había dormido conmigo, pero no hablo de sexo porque cargo todas las prendas con las que había llegado a esta fiesta.

Me quedo congelada al ver quién había sido la responsable de mi horrible y mortal caída que me había despertado de mi maravilloso sueño. ¿Recuerdan la chica con la que pelee por un banco cuando recién entré al instituto? Había olvidado su nombre, pero era ella. Que ironía, no compartimos el banco pero si la cama. Eso no sonó bien. Y, odio decirlo pero esa no era la peor parte, la peor parte era que estaba desnuda. Casi, lo único que me prohibía decir que estaba completamente desnuda era que cargaba sus botas y sus bragas. Y, como cereza del pastel ella no era la única en la cama exceptuando me, sino un chico demasiado corpulento que a diferencia de nosotras, él si estaba completamente desnudo y lo único que cubría su sexo era un sombrero.

No quiero ni siquiera ponerme a pensar por qué y cómo terminaron desnudos y por qué compartimos la cama. Yo incluso dormí con botas, lo que modera mi imaginación.

Pero, ¿Esto podía empeorar?

Claro que sí. Al solamente girar mi rostro para tener vista a toda la habitación pude ver que había como quince personas dormidas en el suelo. Tal vez no tuve que ver nada con ese par de desnudistas, tal vez solo no había espacio en el suelo. Por favor, que se así.
Casi lo olvidaba, había como alrededor de veinte pipas de marihuana sobre el suelo. Por lo tanto significa que sí me drogué. No directamente pero sí inhale marihuana

Mil veces mierda.

Abro la puerta de la habitación con dificultad por unos brazos y piernas sobre el suelo. Casi cierro la puerta pero olvidaba algo.

De puntillas llego hasta la cama y por debajo de esta distingo un par de pantalones. Llego hasta ellos con un estirón de brazo y sacó todo el efectivo que encuentro dentro, unas mentas y condones.

Me levanto y la chica del banco esta dormida muy cómodamente. Eso no podía quedar así.
La tomo de brazos y piernas (pesa un cuarto de lo que yo peso y no es broma) y la llevo al suelo de golpe. Ella se cae de boca golpeando se el rostro con la madera.

Se aleja del suelo con un brazo y con el sobrante se cubre el rostro. Me mira confundida sin entender lo que sucede, mira su mano, y cuando lo hace le miro la nariz llena de sangre. ¡Hay, pero que nariz tan sensible!

Mierda, me he pasado pero, en fin, el destino así lo quiso.

Regreso a mi papel y tomo una sexy y dominante pose en la cual consiste en recargarte en una pierna y poner tus brazos como jarra.

-Eso es por haberme llamado zorra, por no haberme dado el banco, por patearme el estomago y hacerme caer. Que tengas un buen día- ella está tan boquiabierta e impactada que no puede formular ni una sola palabra para interrumpirme o algo así. Tan habladora que suele ser.

I Want Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora