CAPÍTULO 18: ¡En marcha!

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                    ~¡En marcha!~

***

Desperté creyendo que estaría en tierra, pero, como en una broma pesada, mi suave cama de arena, nadaba en aguas muy oscuras. Una caída accidental, aterraba -"¿Es una pesadilla?"- pensé confundida y mi cuerpo se quedó quieto a pesar de escuchar la súplica de Corif.

***

Pasó un día, luego de nuestro, exitoso rescate a Erdian, del castillo oscuro. Dreib, Lunia y Greni, ayudaron tanto a la abuela como a Erdian a recuperar la fuerza necesaria, sanando gran parte de sus heridas. Logramos, por suerte, evadir sin ningún problema, todos los peligros de la sombría residencia de Yerl.

La divina providencia, nos sonreía, salimos, poco a poco, sin ser vistos y regresamos por la misma entrada secreta. Y en casa de Corif, nos preparábamos, para nuestro próximo viaje hacia la isla Néblin, la antigua prisión de los cortadores y ahora la actual cárcel de los lúminos.

En mi mente, seguía persiguiéndome, el momento cuando el cortador blanfed, hizo que lo matara y ni siquiera prestaba atención a mis recientes e imposibles poderes como mitad lúmino. Un sabor amargo, quedo en mí, su muerte, no era algo que propiamente deseaba y eso no lo comprendía.

Digo, él era malo, lastimó a mi abuela, pero, no sé por qué, creía que no nos haría daño  —¿Te sientes conmovida? —Molestó la pequeña voz de mi mente  —no, no lo creo  —negué, desordenando mi cabello, por lo que mi abuela, lo notó y se sentó junto a mí, en las bancas del jardín.

—¿Sigues pensando en ese cortador? —cuestionó, viéndome pensativa.

—¿Qué?  —contesté distraída.

—Él, deseó ser liberado  —presintió sus intenciones.

—¿Liberado de qué?  —pregunté sin captar la idea.

—No debe ser fácil estar atrapado en un hambre insaciable, todo por mantener su juventud externa
—respondió sin más detalles, pero, entendí a qué se refería, el apetito sin fin hacia los humanos.

—Debe ser terrible, para querer morir —dije con un mal sabor de boca, el bendito cortador me daba pena, mucha, para ser sincera.

—Era mi tío  —sorprendió mi abuela, dejando ver, también en su rostro, pena por él  —¿T...tío?  —titubeé más perturbada que al inicio, no me creía lo que había hecho  —"¡mataste al tío de tu abuela!" —gritó indignada mi buena conciencia.

—Era la primera vez que lo veía, los cortadores y lúminos, tenemos un instinto fuerte para reconocer a nuestra familia, por eso tengo la certeza, él nos reconoció, no pretendía matarnos, solo darnos un buen susto. Realmente no fue una adorable reunión familiar, pero pudo ser peor —le escuché tratando de ver lo bueno en lo malo, sonriendo para sí misma. Presentí entonces, que la falta de relación con su familia biológica, le afectaba mucho. —No te culpes por su muerte, fue la mejor salida que él encontró  —halló una razón para que me sintiera mejor.

La postura de mi abuela, frente a lo sucedido, era un gran alivio para mí y entre una respiración profunda ahogue mi falta de sosiego.

—Lo que importa eres tú, mi adora nieta. Lograste, algo que ya nadie creía posible. Realmente eres increíble, eres tan humana como mi adorada hija, pero tan poderosa como tus antepasados.  —Comentó, llena de orgullo, elogiándome tanto que una risilla burlona, por lo inverosímil de lo ocurrido, saliera de mí sin control.

Sin embargo, cambio repentinamente su expresión risueña, por una de preocupación y deje ir de inmediato mi gesto. —Es algo que jamás sucedería a muchos y por lo mismo me preocupa  —dijo, con el rostro en extremo abatido.  —Ser mitad cortadora y al mismo tiempo mitad lúmino, en definitiva, es peligroso, estás en un punto más cerca de la muerte  —finalizó poniéndome pensativa.

No Soy la villana de este cuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora