CAPÍTULO 3: 500 años antes y después del desastre

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~500 años antes y después del desastre~

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Ahí estaba la sangre de inocentes derramada por doquier, el pavor de mis ojos no cesaban, a cada paso mis piernas temblaban, estaban débiles, los Kardren arrasaban con todo a su paso, ¿Dónde está la ayuda?, ¿Dónde están los defensores del reino?,  por su puesto fueron derrotados y están bajo su control. El hambre, la sed, es un augurio de la maldición que nos aguarda.

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La nota, una semilla y el sombrero ¿Qué significado podría tener?, mi abuela siempre era misteriosa, pero esto me sorprendía más, en mis manos tenía tres enigmas por resolver. Lo primero, la nota de mi abuela: “Mi querida Dania, aunque nos hayamos separado siempre nos encontraremos ya sea 500 antes o después del desastre en Dorezul”. En mi mente, solo resonaban preguntas y más preguntas, ¿Qué significado podría tener? ¿Dorezul? Solo había escuchado sobre ese reino en los libros antiguos de la biblioteca central de la ciudad Albor.

No obstante, sin pillar el primer misterio, decidí pasar al segundo, la semilla. Al salir de mi habitación, camine despacio por el corredor y baje lentamente las gradas, no quería despertar a nadie. Si mi abuela me dejó una semilla, para que más podría servir, estoy completamente segura que quería que lo plantara y por lo que me abuelo me hizo esperar, tenía que ser esa noche. Al abrir la puerta de la casa, la brisa nocturna me animaba a salir. El césped estaba frio y suave, por lo que durante unos segundos me detuve a disfrutarlo, la luna estaba radiante, prácticamente todo estaba iluminado, así que no tendría ningún inconveniente en plantar la semilla de mi abuela, solo debía escoger el mejor lugar.

Cuando cubrí completamente la semilla con la tierra, sentí algo especial, como si estuviera lista para brotar. Eso no era posible, tendría que pasar unos días para que ese milagro ocurriera. Pero la sensación que tuve fue extraña, estoy casi segura que apenas la semilla tuvo contacto con la tierra algo mágico sucedía. Entonces me levante, sacudí la tierra de mis manos, me incliné para levantar las herramientas de sembrío e increíblemente estaba allí, un pequeño brote, adornado por un brillo azul.

—¿Acaso era una especie de planta de crecimiento inmediato?  —me preguntaba.

Aún sin comprender lo que veían mis ojos, estaba feliz, era posible que se tratase de un sueño, pero esto era demasiado real para serlo. El brillo del brote me atraía tan fuertemente que no pude detener mis dedos en sus pequeñas hojas. Al tocarla, sentí su vitalidad. De improviso, podía verlo en su total dimensión, no sé como pero yo ya no estaba en el jardín, estaba frente al árbol del que mi abuela solía hablar.

Sus hojas irradiaban una luz de color azul. Era más hermoso de lo que creía, mi abuela decía la verdad era especial, entonces, puse mi mano sobre su tronco y de nuevo sin que pudiera digerirlo estaba nuevamente en el jardín, pero, para sorpresa mía, el brote ya no estaba. Durante esa noche parecía que mi cordura estaba a prueba.

De nuevo en la habitación, tenía el último misterio, esté a diferencia de los demás se veía más sencillo, se trataba de un regalo. Por poco no lo reconocí, porque se veía más viejo de la última vez que mi abuela lo usaba en mis cumpleaños; ella deseaba “que lo usara cuando estuviera lista para el gran viaje”, aunque siendo sincera nunca entendí a qué viaje se refería, para mí podía tratarse de una metáfora. Y bueno, uno de sus objetos preciados estaba en mis manos y solo desee una cosa, ponérmelo.

Al colocarlo sobre mi cabeza, verme en el espejo era el siguiente paso. Pero, en el reflejo no estaba yo, estaba mi abuela usándolo como era de costumbre. Viendo esa imagen desee que fuera real, pedí que no se fuera en un pequeño susurro. Entonces, ella sonreía, mientras yo perdía mi conciencia, todo se ponía muy oscuro y sentí mi cuerpo desplomarse.

No Soy la villana de este cuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora