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<En este momento, de verdad me encantaría fumar algo>

Me encontraba sentado en un banco pequeño con el torso descubierto viendo el hermoso fuego de la chimenea, solo podía sentir sangre hirviendo corriendo por la parte inferior de mi espalda y es que había perdido sensibilidad en la parte superior de esta. Mi madre se encontraba sentada atrás de mí con pinzas y diversos cuchillos de diversas formas y tamaños mientras arrancaba pequeñas plumas negras y las ponía en un contenedor.

- ¿Qué quieres de cenar esta noche?

- Me da igual

- Bueno... Voy a empezar a cortar

En ese momento introdujo un cuchillo a mi espalda y empezó a cortar el hueso del ala, sentí un gran dolor pero después de contar hasta 20 el dolor se calmó

- Uff, creo que empezaremos a hacer esto más seguido porque se está regenerando con más rapidez y se está volviendo tedioso para mí, ¿Qué te parece si cada domingo corto el hueso y los jueves solo arranco las plumas?

- por mi no hay problema...¿Tú tendrás tiempo suficiente?

- Lo haré rápido así que no te preocupes

Pasaron unos minutos en los que solo se escuchaba el fuego en la chimenea y el cuchillo cortando mis alas, después hubo silencio y sentí como las vendas empezaban a cubrir los dos orificios en mi espalda y como mi madre empezaba a limpiar toda la sangre en mi espalda

- Terminé, hoy perdiste más sangre de lo habitual así que limpia bien todo, iré a hacer de cenar

- ...está bien

Me sentía un poco mareado y sabía que esa noche no iba a poder dormir
Recogí los trapos llenos de sangre y la cubeta con agua que mi madre había usado para limpiarme, fuí por otro trapo limpio y empecé a limpiar lo que quedaba de sangre en el piso.

Ya han pasado tres años desde que nos asentamos en la ciudad de los Elfos Oscuros, yo apenas tengo cinco años de vida pero me veo de 10. Mi madre se convirtió en la octava concubina del rey y Maglor partió hace cinco meses para obtener información sobre el reino de los Elfos de la Luz

- Ya está lista la comida

- ya voy

Mi madre siendo la princesa de un imperio caído, la tratan como una prostituta o una esclava sexual. Desde que mis alas aparecieron mi madre las amputa y me dice que no debo decir nada al respecto, ella es llamada a la habitación del rey cada noche y regresa a descansar a una hora temprana por la mañana

- Es hora de irme, no salgas y no causes problemas

- si madre...cuídate mucho

En cuanto salió me puse ropa y una capa con capucha para tapar mi cara en la oscuridad , después  salí por la ventana. Me escabullí hasta salir del palacio, no fue difícil ya que lo hago cada que me cortan las alas, al fin y al cabo no puedo dormir por la noche. La ciudad se veía igual que siempre, había puestos de comida, árboles y plantas por todos lados y familias sonriendo en todos lados. Aunque los elfos oscuros usualmente emanaban un aura hostil, hacian todo lo posible por ser felices y hacer feliz a su familia

<Un nombre...>

Desde que nací no tengo un nombre y mi madre siempre evade el tema

<¿Es la cultura?>

[¡KYAAAA!] El grito de una mujer aterrorizada se escuchó e hizo callar a todos

No podía ver nada así que me subí a uno de los árboles cercanos, un hombre había apuñalado a una mujer de un puesto y al lado de ella estaba una niña pequeña llorando desesperadamente sosteniendo en su regazo la cabeza de la señora

El señor se quitó la capucha y dejó ver unos ojos rojos brillantes

- Muy buenas noches a todos, les saludo cordialmente, soy el mayordomo principal en el castillo del rey demonio Azrael. Les informo que estamos buscando a un niño con la apariencia de un niño de 10 a 11 años en edad elfo, tiene los ojos que caracterizan a los demonios altos y cabello blanco así que su ciudad será atacada con el propósito de encontrarlo exactamente - miró su reloj y esperó unos cinco segundos - en este momento

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora