IX

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<Que mal que no tengo tiempo>

- Ahora díganme, ¿Dónde está la octava concubina? 

- En-en realidad no lo sabemo...- la cabeza de la última sirvienta fue cortada

- Me molestaría si no supieras la ubicación de mi madre, pero ese no es el caso ¿o lo es? -Dije limpiándome una vez más la sangre salpicada

- Y-yo cr-creo que po-podría estar encerrada en la al-alcoba del rey - dijo con voz temblorosa y mirando hacia el piso, me quedé un rato callado hasta que ella levantó la mirada y con una gran sonrisa propia de un niño de cinco años le di las gracias alegremente envainé la espada y me alejé caminando

- Ah, ¿me podrías guiar a la alcoba del rey de favor? - pregunté girándome cuando me acordé que no tengo la menor idea de dónde se encuentra

Usando la misma técnica llegamos a una puerta bastante lujosa

- ¿Mamá?, ¿Estás ahí? - susurré cerca de la puerta

- Te estaba esperando, aléjate de la puerta - susurró igual 

- Espera un minuto, tengo algo que hacer antes - me alejé de la puerta para que mi madre no escuchara y me dirigí al sirviente

- Gracias por tu ayuda, ahora quítate la ropa, no quiero que mi madre me vea en este estado - lo hizo sin titubear y después yo me quité la mía para después ponerme la suya, aunque era un hombre mucho más grande que yo, le hice dobleces y un agujero más al cinturón para que no se notara mucho. 

- Ya esta madre, puedes hacerlo - dos segundos después derribó la puerta con la misma magia que vi cuando era un bebé

En cuanto la vi lo primero que hizo fue revisarme la espalda

- Ma-madre, estoy bien...

me dio un golpe en la cabeza [¡Auch!] - Te dije que no te movieras tanto 

- Pero dijiste que me estabas esperando - dije mientras me sobaba la cabeza

- No me respondas - me volvió a dar un golpe en la cabeza

- ...¿No planeas ponerte otra cosa?... estas algo destapada - su ropa era algo holgada y al parecer no cubría del frio 

- ...¿quieres que yo te pregunte sobre tu ropa y el hombre desnudo en el pasillo?

- ... ja ..ja mami, lleva lo que creas necesario

  - si, eso pensé, ahora entra al cuarto 

- ¿no deberíamos estar saliendo? - me miró con una expresión un tanto aterradora - [¡hiik!] quiero decir: ya voy mami - ella entró al cuarto y en cuanto lo hizo le dije al hombre que también entrara

- Me las arreglé para que me encerraran en la habitación y es que tiene un balcón y atrás de está puerta hay algo que quiero. - me llevó a una puerta al lado de la cama

- El rey es tan obsesivo que puso el cuarto de tesoros en su habitación, conmigo aquí los demonios solo se enfocarían en llevarme, he estado actuando impotente y temerosa estos últimos años para que no me consideraren una amenaza.

- Bien...y ¿Cómo planeas abrirla?

- Tú la abrirás 

- Ah, ya veo... ¿yo?

- Los híbridos desarrollan a una edad temprana sus habilidades, cuando duermes dejas escapar una poca de fuerza mágica y aquí el hombre presente no me dejará mentir de que tienes una gran sed de sangre solo vista en los demonios adultos, tanto así como para generar presión sobre sus cuerpos y eso aunque no hayas tenido ningún tipo de entrenamiento formal, es igual con la espada y con...

- okey, ya entendí, pero eso no responde mi pregunta

- La otra vez, cuando estabas manifestando tu fuerza mágica dormido tenía listo un lector de magia y se manifestó la de oscuridad, intenté buscar en diversos libros sobre ese elemento pero no tuve mucho éxito hasta que busqué abajo de tu cama y sorprendentemente ahí encontré varios libros provenientes del pueblo - <jaja, creo que tendré que prepararme psicológicamente para la putiza que me va a tocar después de todo esto>-  encontré varios libros de todo tipo...en fin, leí que abrir cerraduras es de nivel básico para un usuario de oscuridad así que mi hijo lo logrará - Dijo con una sonrisa 

<Mierda, diga lo que diga, me acabo de enterar que puedo utilizar magia>

- Dime, ¿cómo usaste por primera vez tu magia?

- No sé, solo lo hice

- ... -  <que puta suerte>

- Debes sentirla con cada fibra de tu ser - Me sorprendió que el hombre desnudo hablara

- habla- le ordené

- bueno... no debes sentirla como algo externo, sino como parte de ti, algo tan básico como aprender nuevamente a caminar o la primera bocanada de aire al nacer, una capacidad innata

<Sé por experiencia que aprender a caminar no es algo fácil y la primera bocanada de aire es dolorosa, pero aún así supongo que tengo una idea>

Me senté en el piso y cerré mis ojos 

- La podrás sentir corriendo por tus venas y en los átomos de tu ser, sentirás hormigueo y después como si te estuvieras quemando, oh, bueno, eso es solo para los del fuego

- Shhh, déjalo concentrarse

- ¡Ah! si, perdón

Empecé a sentir hormigueo casi insoportable a tal punto de sentir pequeñas agujas, después me vi en una oscuridad absoluta, no podía escuchar, oír ni ver nada, de repente una presión aplastó mi cuerpo, sentí que mis oídos iban a explotar

<Mamá> con todas mis fuerzas intenté moverme hasta quedar de pie y empecé a correr pero no importaba qué todo era oscuridad, no había nada ni siquiera un indicio de que siguiera vivo o de mi existencia 

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora