XXXVII

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Auguste ya había enviado a Noah de vuelta a su habitación, ahora se encontraba con Gideon y varios sirvientes en su cuarto limpiando el desastre que había ocasionado su aprendiz

- ¿Qué opinas Gideon?

- Pude ver que, aunque lo disfruta, no esta acostumbrado a matar, su técnica es bastante limpia, es juguetón pero se aburre muy fácilmente, sabe leer los movimientos de su oponente y los predice con mucha rapidez en batalla, dejando de lado el hecho de que usted los dejó bastante débiles no eran oponentes fáciles, aún así lo hizo parecer fácil, bastante sorprendente para su edad, supongo que fue gracias a su habilidad y gran capacidad; debemos considerar quién fue su antiguo maestro y saber si eso puede ser perjudicial en su forma de pensar... tiene el buen oído de los elfos y también, quitando sus ojos, se parece a ellos, aún así su sed de sangre no se queda corta para ser un híbrido mitad ser de luz...

- Lo de su maestro no tiene mucha relevancia al ver que mata a cualquiera como si de comer se tratase, se nota que no tiene mucha experiencia porque aún le parece fascinante, considerando que se aburre fácilmente, no mata sin una razón por más pequeñas que sea ... lo de su aspecto ¿te refieres a que se parece a los seres de luz?

- Si, mi señor, tiene un aspecto amable, compasivo y amoroso; los seres de oscuridad usualmente tienen aspecto amenazante e inquietante pero ese niño podría ser considerado hasta cierto punto... un ángel si sus ojos, alas y aura cambiaran

- El aspecto de los ángeles fue lo que se ganó la confianza de las demás razas, esas asquerosas sonrisas falsas... aún así, no creo que no lo sepa, no es tonto y creo que podemos enseñarle una forma de controlar su aura

- Si, mi señor

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Al llegar a mi cuarto me encontré con aquella niña parada en frente de mi puerta, estaba somnolienta, apenas sostenía su cabeza pero aún así se mantenía parada recta y con los talones juntos. Al parecer sintió mi presencia, se limpió apresuradamente la baba y se inclinó para saludarme

- B..buenas noches, joven amo- hizo una pequeña reverencia, pude notar que se puso un poco tensa al ver sangre en toda mi ropa y cara

-Prepara un baño

- En..enseguida- salió corriendo casi huyendo de mí

Mientras esperaba que mi baño este listo miré por la ventana como se llevaban los cadáveres frescos a algún lugar, ni siquiera se molestaron en tapar sus rostros en los que en algunos aún quedaba plasmada una expresión de miedo, solo algunos miraron con tristeza o lástima los cadáveres, otros simplemente los miraban indiferentes.

- Esta listo, joven amo. Estaré aquí por si se le ofrece algo

Me quité la ropa y me metí a la tina con agua caliente, me lavé y estuve ahí hasta que el agua empezó a sentirse fría, me puse la bata preparada y empecé a secar mi cabello con una toalla un poco más pequeña, al salir me encontré con la pequeña que apenas podía mantener los ojos abiertos, pero rápidamente se abrieron al percatarse de mi presencia, la ropa ya estaba lista encima de la cama

Ella se acercó y me ayudó a vestirme como lo haría alguien de la nobleza tan inútil como para no saber ponerse una camisa... Aún así la dejé porque aún no estaba acostumbrado a la ropa especial para la realeza y mis alas eran bastante grandes, de alguna u otra forma recordé a Lea que cada día me ayudaba a vestirme

Después de vendiendo ella se quedó en un rincón de la habitación callada

Miré dentro de los muebles y aunque había pocas cosas, todas eran necesarias y habían sido preparadas meticulosamente, no tardé en darme cuenta de que las armas superaban en un 50% la cantidad de cualquier otra cosa. No pude evitar ver mi reflejó en el enorme espejo elegante colgado en la pared,  una tez blanca pero no pálida, cabello plateado con mechones que brillaban con la luz de las velas, una boca y nariz que podían considerarse dignos de una celebridad estereotipada, la altura de un adolescente, cuerpo con apariencia delgada y por último esos ojos tan rojos como sangre fresca, un color vibrante que brillaban a la menor luz reflejante, lo primero que podrías pensar al verlos es peligro y querer correr, recordé que hace rato hicieron que aquellos ahora muertos perdieran sus esperanzas junto a esa sonrisa que hizo que esta esperanza despertara como un pequeño rayo de luz.
Era mi parte favorita, ver las caras de alivio y después caras de completa frustración y terror, pensé en todo lo que hubiera podido hacer su mi maestro no hubiera sido pro-vida

La cama era suave y cómoda, la luz de las velas era nítida, como si apenas existiera; si me concentraba un poco podía sentir cada una de las sombras mirándome a mi alrededor, no me molestaba, seguro ese viejo les dijo que me vigilaran 

-Salgan- De entre las sombras salieron varias siluetas de diversas formas, todas se arrodillaron reconociéndome; aunque yo tuviera la marca, aún no tenía el completo control de "legión" hasta que Auguste lo permitiera, esa fue una de las condiciones que impuso el dragón, de todos modos, por naturaleza, obedecían al portador como un sirviente apegado a la ética, moral o religión que en este caso sería Auguste, por lo tanto, antes de seguir una orden mía pensarían primero en él.

Me fui a dormir sin ningún inconveniente esa noche, en cuanto desperté al siguiente día ellos seguían hincados, no se habían movido ni un centímetro desde que los había llamado.

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora