Nací Como Un Híbrido Bastardo

XXIII

- Desarrolla un artefacto que me permita ver estadísticas. 

- ...Eso ya existe

- Lo sé, pero eso es una completa porquería 

- Ese tipo de habilidad es solo utilizada por seres como yo

- Lo sé, por eso te lo pido a tí

- [sigh] No creo que sea posible

- No te estoy pidiendo lo mismo. Tengo mis propias ideas

En un parpadeo ella estaba en frente de mí y puso las puntas de sus dedos en mi cabeza, me sentí extraño sin pensarlo sellé mis recuerdos y solo por un segundo le mostré la imagen del típico videojuego

- Ufff, nada mal ...No sé de dónde sacas ideas tan extrañas, parece ser un poco más detallado que el que nosotros portamos, tiene una secuencia informática mucho más complicada de lo que puedes creer. Se necesita información detallada de todos los habitantes y hacer comparaciones para que tengan un "nivel" o.. también podría crear una conciencia que pueda leer y calcular...- llegó un momento en el que solo estaba susurrando para sí misma y mirando al vacío con expresión seria. -Bien, creo que puedo hacerlo pero necesito tiempo para desarrollarlo

- ¿Cuánto?

-No estoy segura... unos seis meses, máximo un año. Supongo que estás consiente de que esa es la única ayuda que te voy a dar 

- Si ajá

Hizo un movimiento con su mano y de éste apareció un pergamino -Voy a empezar a redactar el contrato- con una de sus uñas cortó la palma de su mano y llenó un pequeño frasco con ella. La pluma empezó a moverse 

Pasé unos minutos revisando minuciosamente el contrato 

- ¿No estas siendo muy paranoico?  ¡Apúrate!

<Agh, que molesta>

-Todo está bien- me lanzó la pluma, mordí mi dedo y con sangre firmé

En cuanto solté la pluma mi vista empezó a nublarse

- Solo asegúrate de ser lo suficientemente fuerte para entonces, eso no se adaptará a cualquiera y si me gusta demasiado me la quedaré yo; Ah! utiliza otro nombre y oculta la marca - después todo se volvió negro.

Desperté, todavía era de noche. Estaba empapado de sangre de diferentes colores y espesores me sentí asqueroso y por alguna razón muy agotado. No podía regresar a la ciudad con las alas desplegadas, el anillo no estaba y necesitaba urgente una ducha. Volé por encima de los árboles hasta encontrar una pequeña laguna, bajé y empecé a lavarme 

Lo había ignorado todo este tiempo ya que no había signos de hostilidad pero ahora no estoy de buen humor  y las cosas que tengo que ocultar se van acumulando... Pfff ¿a quién engaño? solo quiero desahogarme

*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°*°

La noche era fría y el cielo el mismo, yo me sentía igual que cuando nos separamos, no me imagino una vida sin dedicarla por completo a "él" simplemente no tendría ningún sentido

- Lea, hay una petición para ti, debes cumplirla antes de las 12 mañana

Recibí los documentos. Lo mismo de siempre, adentrarme al bosque para encontrar los ingredientes necesarios para venenos, drogas o medicinas; pero conseguir el colmillo de una serpiente Lachesis de seis metros en unas horas...

- Bien

- Recibirás tu paga en cuanto traigas el ingrediente principal- salió del lugar sin nada más que decir

Me preparé para pasar la noche en el bosque y salí en dirección a la casa en la que se "él" alojaba, subí al techo de la casa de en frente, saqué mi prismático y  lo vi caer de lleno en su cama y quedarse dormido al instante; una vez más me arrodillé e hice un juramento de lealtad con la mano en el pecho jurándole que iba a volver para que mi vida siga el camino que él decida. Una vez terminado el juramento estaba lista para seguir con mi camino, me aseguré una vez más de que él no me estuviera viendo pero me encontré con la ventana completamente destrozada, la luz de la luna fue interrumpida por un segundo y ahí lo vi  volando libremente con esas enormes alas en dirección al bosque, pero lo que hizo que un sentimiento de desesperación inundara todo mi sistema fue ver su cara reflejando sufrimiento.

En medio de todos mis pensamientos ya había llegado a la frontera, escuché a los guardias hablando bastante alterados, los ignoré y fui sin vacilar en dirección a donde había volado. Corrí por varios minutos hasta que me encontré con una masacre, se veían todo tipo de entrañas y de pieles a tal grado que no se podía distinguir cual era de cada uno. Pasaron varios minutos hasta que escuché una señal de vida cercana, corrí con la esperanza de verlo y así fue. Estaba lavándose en la laguna; se le veía irritado, me di cuenta que lo había visto mucho y por alguna razón mi cara se calentó, aparté la mirada pero por unos segundos mis ojos no me obedecieron y me encontré con unos ojos rojos y brillantes viéndome directamente.

Mi cuerpo se paralizó y el sentimiento de supervivencia fue lo único que quedó al ver su sonrisa retorcida <corre, debo huir> mi mente gritaba desesperada por correr pero mi cuerpo no hacía ningún movimiento, lo vi caminando hacia mí lentamente

{Corre} Leí sus labios y empecé a correr lo más rápido que pude hasta que me di cuenta de mi gran error.

Él es mi salvador y mi vida le pertenece, tantos juramentos y ni siquiera había comprendido eso, yo aún no era digna de estar a su lado. Intenté parar con todas mis fuerzas pero mi cuerpo tenía la necesidad de sobrevivir; tenía ganas de llorar porque todo el esfuerzo que había puesto estos años para poder servirle no habían tenido ningún significado

Su espalda temblorosa deteniendo a la bestia para salvarme vino a mi mente, aún no me había dado el permiso para morir
Paré en seco y ni siquiera un segundo después una ráfaga de viento golpeó ligeramente mi espalda, pude ver la silueta de sus alas haciendo que la luz de la luna se extinguiera.

-Al parecer no planeas divertirme un poco más- Su voz sonaba amenazante y la mía no salió

-De todos modos no estoy de muy buen humor- su mano se deslizó por mi cintura y su otra mano por mi pierna

-Lo haré lento y placentero

<Q.. qué?

-Dolerá, pero espero que lo puedas soportar bien

- ¡Espera!- me volteé y lo vi a la cara, una sonrisa grande y sus ojos brillantes me miraron- ¡L..lo haré, pero prefiero ha..hacerlo en una cama!- cerré mis ojos en espera de su respuesta

- ...¿Lea?- la sonrisa había desaparecido y sus ojos habían perdido brillo

En su mano tenía una daga. Justo la daga que había ocultado en mi cintura y en la otra mano el cuchillo que había guardado en mi muslo