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-¿Terminaste?... No grites, me duele la cabeza- Seth se levantó -ugh, eres tan molesto. Dhara, Leah. Está al oeste, vayan despejando el camino.

-si, mi señor- las dos niñas se dirigieron a la salida de la cueva

-.. él va a estar bien?- pregunto Leah a Dhara

-por supuesto, por lo que he visto, ese príncipe solo llega al nivel cinco de fuerza en el castillo de mi antiguo amo

- eso...

- no te preocupes, el amo pudo derrotar en el último día a alguien de nivel nueve... aunque estuvo a punto de perder.

-bien... En qué estábamos?- dijo Seth levantándose del piso

Para los que no lo saben, Seth, en el tiempo que estuvo peleando contra Asger, estuvo compartiendo visión con las sombras que había mandado en busca del comandante de las tropas atacantes y en cuanto lo encontraron puso casi toda su concentración en analizarlas. Lo que vio fue a un ser con alas oscuras en medio del bosque, gritando y golpeando a un guardia de armadura negra, otros tres solo se quedaban parados atrás de él y unos 100 colocados en circunferencia alrededor del lugar. No sabía en realidad el número de bajas, lo que sí sabía es que había desplegado a otros cien. Las hadas no estaban involucradas de ningún modo.

-quería divertirme un poco más, pero ya encontré lo que estaba buscando- su velocidad aumento y Asger apenas pudo detener su espada, él también se decidió sacar la suya y una espada azul empezó a buscar la muerte de Seth. Ambos empezaron a luchar pero cada vez Seth se volvía más rápido y la agudeza de sus ataques era mejor a tal punto que Asger perdió su espada en un segundo, lo que vio lo dejó desconcertado, Seth también soltó la suya y de un momento a otro apenas pudo esquivar su pie. Sus movimientos eran extraños, no era nada como lo que había visto en toda su vida, a tal punto que ni siquiera podía contratacar, sin un arma sus movimientos fluidos y potentes golpeaban su cuerpo y en poco tiempo estuvo en el suelo con el brazo roto, la forma en la que lo sostenía ese niño lo dejaba indefenso, inmóvil y con dolor agudo en su otra extremidad, las piernas de Seth estaban alrededor de su cuello y sentía que su brazo estaba a punto de  ser arrancado.

-q..que es esto?

- mmh? Ah... Fue algo que aprendí hace mucho tiempo... Pensé que servirías de calentamiento por lo menos

Su agarre se apretó -tu...maldito. pagarás por esto-

- sabes, este poder que te va a matar es algo que he desarrollado toda mi vida. Claro, he tenido maestros pero ninguno se atrevió a insultarme de la forma en la que me insultó tu padre- Asger estaba forcejeando para poder respirar -la última vez que lo vi dijo que no olvidara que él es el que me había permitido tener a Legión y hasta cierto punto si le estuve agradecido, solo debía traer la gema y salvar a las hadas y la cuenta estaría saldada. Aún así, ustedes olvidaron quién fue su salvador.

-m...mi padre n..no te perdonará

- pfff. Tranquilo, él ya pensaba que estabas muerto, solo me pidió la gema. No romperé el trato en ningún momento así que muere en silencio y te aconsejo que en tu próxima vida aprendas sobre la gratitud- Seth puso más fuerza y pronto el príncipe perdió la consciencia. Todos pensaron que estaba muerto, pero Seth no soltaba su agarre aunque éste ya había cerrado los ojos, unos segundos después su cuerpo se empezó a mover como si tuviera convulsiones y paró; en ese momento lo soltó, el pobre príncipe no volvió a respirar.

Seth buscó el anillo y en cuanto lo tocó se encontró en un lugar azul con destellos de luz

-te has atrevido a lastimar a mis protegidos- una voz ominosa se levantó y una mujer de cabello azul con ojos amarillos me habló. Se veía un poco enojada. Seth ni siquiera pudo contestar, se sentía ahogado, no podía respirar y una gran presión lo mantenía de rodillas. De repente los destellos de luz empezaron a ser engullidos por una masa negra

-sabes que este niño es mi elegido- la expresión de icefyre cambió y una gota de sudor se asomó en su mejilla -nosotras nos llevamos bien. ¿Por qué harías una cosa tan estúpida?- de la sombras se materializó Melkor pero con una forma un tanto más madura de la que había visto anteriormente; tomó del cuello a icefyre y la levantó. Todo el lugar se había vuelto negro y lo único destellante eran dos ojos verdes con pupila vertical -no te vuelvas a meter con el Seth.

De un momento a otro Seth regresó a su cuerpo y se encontró tirado en el piso con el anillo en la palma de su mano, nadie se había movido supuso que solo había pasado unos cuantos segundos.

-NOOO! no te lo lleves. Por lo que más quieras, por favor!- la gente empezó a suplicar viendo el anillo. Sorprendentemente los pocos hombres que había lo veían de forma desafiante mientras protegían a sus familias.

-y... qué me darán a cambio?- todos se quedaron callados

-y..yo doy mi vida, puede hacer conmigo lo que quiera, solo deje el anillo. Yo también doy la mía. Y la mía. También la mía- poco a poco se empezó a levantar la voz algunos. Al parecer no habían escuchado la conversación que había tenido con el difunto Asger.

-interesante...¿Qué les hace pensar que sus vidas me sirven de algo?

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora