XLIII

372 71 0
                                    

La "bendición" de los dragones, la principal razón por la que es muy usual la extinción o parcial desaparición de una raza consciente. los puestos bajos carecían de estás bendiciones, terminaban con tierras infértiles, los ríos se secaban, el ganado moría y las epidemias florecían, muchos por orgullo se quedaban en el mismo pueblo a morir y muchos otros se dirigían a tierras generales con esperanza, sin embargo sin siquiera ser aceptados en estas, eran linchados sin piedad en todos lados por la creencia de que atraían muerte y sufrimiento, eran cazados en los bosques para que estos no sufrieran ningún daño, no hace falta decir que esa creencia nunca fue comprobada. Su única salida era renunciar por completo a su raza en un juramento a los mismísimos dragones, claro con muy poca probabilidad, se necesitaba de la presencia de un dios y no era la poca cosa, sangre y muerte estaban incluidos, un tabú, el tabú que es enseñado a infantes para su supervivencia.

Si me preguntaran qué pasa con los híbridos o mestizos; bueno, no eran muy usuales por la cultura tan arraigada de competencia y odio a las razas ajenas, y antes de saber si eran híbridos o mestizos sus propios padres los mataban algunos por vergüenza otros por odio y resentimiento, ya que, según las madres, era casi imposible desarrollar sentimientos diferentes. Aún así, aquellos que tenían características híbridas desde el nacimiento eran los que más perduraban, con la fama de ser extremadamente fuertes e inteligentes, mayormente se convertían en esclavos de alto rango al ser vendidos por sus propios padres a un muy alto precio, bueno, eso era lo usual. Sin embargo, que tengan ese tipo de características no siempre terminaban como los grandes híbridos de las historias, sino que terminaban como mixtos, seres débiles pero con una gran inteligencia o al revés. Lo que hacía a los híbridos mucho más raros y mucho más deseados. Es acertado decir que ninguno de ellos estaba atado por completo a una raza, muchos lo consideraban una bendición, y muchos una maldición.

Bueno, hasta el momento no sabía que los híbridos en sí, eran una leyenda utilizada como cuento de hadas para los niños y codiciosos haciendo que los cuerpos de mestizos se apilaran en frente de las casa de los magos, que hacían lo posible con sus investigaciones casi obsesivas de la genética híbrida, en realidad no sabía mucho sobre su obsesión y tampoco sobre lo raros que éramos, hasta que me encontré con el maldito loco enfrente de mí

Sus ojos brillaban y su sonrisa se expandía de forma desagradable, su cara estaba lo suficientemente cerca de la mía como para notar que su aliento apestaba, Su piel era muy pálida, resoplaba fuertemente y si no fuera porque ella se interponía entre su asquerosa existencia y la mía, ese loco ya me hubiera...

- Khov.. déjalos en paz- dijo el príncipe

- Si, Khov, será mejor que te alejes- habló amenazante la niña. Él la miro con odio pero ella no aparto los ojos, a pesar de ser medio metro más grande;  se escuchó un chasquido de lengua y después se alejo evidentemente enojado.

Nos habían traído a su "base". Una enorme cueva debajo de una enorme cascada, era mucho más profunda de lo que habría imaginado, habían hecho carpas con telas y plantas. Habían seis hombres parados en frente de nosotros, viéndonos unos con ojos confusos, otros con superioridad y otros con curiosidad; en medio estaba el príncipe, sentado detrás de un escritorio bastante grande.

- Su alteza, si me permite preguntar, quiénes son estos niños?

- Pueden retirarse

- ¿Príncipe?

- Les daré un informe detallado en cuanto termine nuestra charla, por ahora, retírense - dijo con un tono un tanto irritado
Nadie dijo otra cosa y se empezaron a retirar uno por uno, solo quedó el príncipe y el otro hombre del bosque

- llamaré a un sanador... - habló de repente mirando el brazo colgante de Dhara 

- Nova - interrumpí. Los ojos de la niña se volvieron azules, tomó su brazo y lo acomodó como si nada, después sus ojos volvieron a ser verdes

- ... Bien, por qué querías hablar conmigo? - dijo mientras veía a Dhara mirar su brazo mientras abría y cerraba el puño.

- le debo un favor a tu padre.

su expresión se volvió oscura -¿Qué fue lo que te pidieron mis padres?

- Nada especial. Dijeron que te llevara de vuelta... aunque se vieron un poco más interesados en el anillo. - Miré un anillo en su dedo medio con lo que parecía ser un gran zafiro incrustado

Desde el principio me había dado curiosidad el anillo, aunque intentaron ocultarlo, sus ojos se veían suplicantes en cuanto mencionaron el anillo. La forma en la que mencionaron traer algún resto de su primer hijo especificando esa joya intentando esconder sus intenciones me pareció absurda.

Se quedó callado por unos momentos - ...¿Qué es lo que sabes?

- Pusieron su confianza en mí y... el futuro de su reino en mis manos. Tú haz las cuentas- Quería saber que era ese anillo y mi curiosidad me obligaba a elegir bien mis palabras para que el principito soltara la lengua. 

- Mmmm, no importa cómo lo vea, mi padre no pondría su confianza en un demonio- Al decir eso me miró con superioridad

<Te estoy haciendo un puto favor, perra malagradecida>

- Escucha. No estoy aquí para negociar algo, estoy aquí para darte tres opciones. Venir conmigo y salvar a tu reino que ha sido amenazado por mi padre, quedarte aquí protegiendo a un montón de criminales o cortarte el dedo y darme ese anillo.

<Aunque lo del reino amenazado es mentira... quería divertirme un poco viendo al principito sufrir un poco>

- Iré.- Dijo inmediatamente, lo que me sorprendió un poco, se paró de su asiento y se puso unos pasos en frente de mí, me miró fijamente -No puedo confiar en tí, y darte el anillo; para mí lo más importante es mi gente así que...

- ¡NO!- entró gritando un hombre -Su majestad no puede abandonarnos, sin usted no habrá más opción que entregarnos al oscuro- se arrodilló ante él y le suplicó.

<Tsk. Patético>

- Sólo háganlo. No es tan malo como creen- Dijo de repente Dhara -Hay comida, y él siempre es justo. Eso sí, solo debes asegurarte de mantener un perfil bajo a su alrededor y como sabrás, hay muuuchos de los peores criminales que no les importa morir si pueden matar. Aun así, Mientras sigan las reglas, no serán castigados . Muchos hasta tienen esposas e hijos en el castillo, él no te hará hacer algo que crea que no puedes hacer, además, no permite la violencia sin justificación

Todos nos quedamos callados, no me había dado cuenta de que mi subordinada en realidad admiraba a Auguste, lo que le quito algunos puntos.

- Aún así, preferiría morir antes de servir a un Seth

- Entonces solo muere- Habló con un aura amenazante y empezó a desenvainar su espada

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora