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- Ya había pensado en eso. Los padres de esa niña murieron en sus manos, en cuanto la encontré ella estaba apuñalando con una sonrisa a su madre y desde ahí me agradó

- Cambió

- ¿Lo notaste? Jaja, es por eso que es perfecta para tí

- ¿A qué te refieres?

- esa pequeña esta completamente loca; la he visto expresarse inconscientemente completamente diferente a lo habitual, habla consigo misma y siempre está mirando al piso mientras susurra cosas raras.

- eso tiene un término científico- me divertí con su cara llena de curiosidad y me dieron escalofríos el compararlo con un niño pequeño esperando por respuesta. Despeiné mi cabello intentando olvidarme de esa imagen y le explique   -Leí  que a eso se le llama personalidad múltiple. Cada una de esas personalidades es como una persona completamente diferente con memorias, hábitos y capacidades diferentes. Honestamente no me sorprende que lo desarrollará en este ambiente

- así que básicamente es tener a varios sirvientes en uno

- ... si... o tener varios guerreros en uno.

- no veo cuál es la diferencia

- sigh, Ya que me la has regalado, la voy a entrenar y explotar hasta su último aliento. Aquí  seria un desperdicio

- ... haz lo que quieras- dio la vuelta y se alejó caminando

Desde ese día empecé a entrenar a la pequeña de nueve años y a sus múltiples personalidades, no fue difícil identificar a cada una,  sus ojos cambiaban a tres en total, azul, verde y amarillo; las entrene con los mismos comandos que a Lea, asigné a una, Nova, de ojos azules aparentemente intelectual, un poco menos interesada en el trabajo sucio y algo interesada en la cocina y medicina el estudio de plantas y venenos en la biblioteca junto a algunos de los expertos de la mansión; para la otra, Mara, de ojos amarillos y bastante tímida que siempre aparecía cuando me servía y que, aparentemente tenía un lado no muy sádico, tuve que pedirle a Gideon que le enseñara un poco el trabajo de asesino y el uso de armas a larga distancia, un trabajo sangriento pero no necesariamente tardío ni complicado, le pedí específicamente que le enseñara a ocultar su presencia perfectamente y atacar sin dejar rastros; por último a aquella responsable de la muerte de sus padres, Dhara, con ojos verdes y una mirada bastante interesante, una niña que ocultaba muy bien su miedo y que actuaba algo impulsivamente, a ella la entrené yo personalmente, el uso de varias armas y de los comandos en batallas reales con su vida en juego. A ninguna de las tres se les dijo que había una posibilidad de salir, pero que tenían que pagar por su comida saliendo a cazar o cultivar

Así pasaron las semanas, Auguste empezó a entrenarme con peleas cuerpo a cuerpo con varios de sus sirvientes, algunas veces me sentí débil y casi muerto y otras veces me sentí fuerte y eufórico pero ahora me encuentro de pie frente a una mujer derrotada, arrodillada y escupiendo, yo no me encontraba del todo ileso, me había golpeado con varias rocas gigantes y mi brazo estaba dislocado, pensé en sus trampas de arena y me decidí a investigar un poco más para Lea. No era la más fuerte del lugar pero si representaba un desafío enorme para alguien de mi edad; dos hombres entraron para llevarla y curarla

- ¡Bien hecho!- Auguste saltó a mi espalda celebrándome y casi rompiéndome la columna. Nos habíamos vuelto algo cercanos, se comportaba completamente diferente a cómo se veía

- Quítate, estás pesado

- Tampoco tu alumna está tan mal- dijo mirando de reojo a la pequeña que miraba desde las gradas con un vaso de agua y una toalla esperándome

Era el día 140, faltaban diez días para que se cumpliera el mes y yo aún así no estaba ni cerca de siquiera pensar en igualar el poder de Auguste, en este tiempo el que yo fuera mitad elfo se filtró; en los ojos de todos se podían ver reflejados el odio y la súplica, ¿Intentos de asesinato? Hubo muchos y variados, de no ser por el gran ejército de sombras que me custodiaba ya hubiera muerto unas 500 veces, aun así ellos solo me protegían de aquellos que me superaban por mucho e ignoraban a aquellos que me superaban no con mucho como parte de mi entrenamiento. Después de toda la muerte que se ocasionó Auguste terminó prohibiéndome matar a sus sirvientes con la excusa de dejarlo sin comida para los siguientes milenios y les advirtió  directamente que los llevaría a un estado peor que la muerte si se atrevían a intentar asesinarme, pero en cuanto alguno de ellos se nfrentaba contra mí en la arena iban con la intención de matar.

- Awww, no te sientas mal, qué es un demonio frente a un Dios- me vio algo resentido por la gran diferencia de poder

- SEMIdios, el semi es lo más importante en esa frase- dije mientras veía correr a la pequeña hacia mí y secarme el sudor

- Solo digo que ya no te matarán como a un insecto saliendo de aquí, las hadas son más tercas de lo que crees

- ¿Cómo va la búsqueda?

- Ellos lo han encontrado; sorprendentemente sigue vivo,  no es para poco, es lo suficientemente fuerte para sobrevivir afuera con todas esas criaturas molestas, aún así no esperes que esté cuerdo

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En un castillo lujoso una mujer de cabello blanco miraba por el balcón su jardín lleno de rosas y flores hermosas. Un hombre entró extendiendo sus brazos, ella lo miró y corrió sonriente a ellos, él la cargó por los aires mientras las carcajadas de ambos resonaban en la habitación; él la acostó en la cama y la besó, ella se sonrojó pero su cara más que avergonzada parecía pedir por más.

- Padre, madre!- los dos chocaron sus cabezas asustados por la voz de su muy hermosa hija entrando a la habitación

-Jez... ¿Cuántas veces te he dicho que tienes que tocar la puerta antes de...- dijo la madre con mejillas y orejas rojas

- ¡Mi maestro me dio una recomendación!- interrumpió a su madre y después extendió a ellos un papel sellado - ¿Ven aquí? ¡Es mi nombre!

Jezbeth había crecido como una niña amada desde su nacimiento, cuando su madre no estaba, en su niñez, su padre la cuidaba y le contaba historias de lo hermosa y diferente que era su madre, pero todo cambió  en cuanto volvió de repente, aquella atención en lo que era superior a sus hermanos se desvaneció, ahora solo le ponía atención cuando su madre estaba presente lo que ella pensó que solo era por un capricho así que siguió actuando de forma tierna con su padre, hasta que una mirada fría y amenazante en los ojos de aquel  hombre claramente indiferente y sin una pizca de cariño la llevaron a la realidad; cayó  en cuenta que el único problema en su vida tenía que ser eliminado, la presencia de esa mujer no era más que una simple distracción para su padre.

Su gran complejo de inferioridad de alguna u otra forma le ayudaron a ser más fuerte pero el hecho de carecer de varios aspectos como la completa falta del color característico de los demonios altos en sus ojos o que sus alas fueran mucho más  pequeñas a tal punto de no poder ser levantada durante un cierto periodo de tiempo y a una determinada altura, juntando la falta de atención de su padre y la poca fuerza política de aquella mujer que odiaba pero que en definitiva a ella la amaba, causaban las burlas y abusos de sus hermanos y de la nobleza. Como una niña poco madura buscó  la atención de su padre de muchas formas pero los abusos cada vez eran peores y con eso el odio a su madre incrementaba.

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora