XLIV

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- B..basta Dhara. .... En fin. No nos importa si deciden morir o vivir. ¿No es así, príncipe?- Su expresión de culpa fue un deleite y ver al hombre de rodillas, con lágrimas en los ojos, aferrándose a la ropa de una persona empática sin muchas opciones me hizo sonreír genuinamente.- Bueno. ¿Nos vamos?

- Debo traer por lo menos a los soldados que vinieron conmigo

La sonrisa de Seth se borró, accedió un tanto molesto a la petición del hada lo que liberó un poco su sentimiento de culpa

Ambos salieron de la carpa, Seth, con una expresión un tanto satisfecha miraba a todos a su alrededor viéndolo con desagrado y miedo, no pudo haberse sentido mejor, no acostumbraba mentir, de hecho no le gustaba, pero gracias a una pequeña mentira piadosa pudo poner la situación a su favor. 

- Bueno. Fue un placer hacer negocios con usted- dijo una vez fuera de la cueva, el sonido del agua cayendo a la distancia y la sonrisa demoniaca hizo que el príncipe se sintiera derrotado. -Nos vemos en medio día en el círculo perfecto- Tomó firmemente de la cintura a la sonrojada Dhara, extendió sus enormes alas y voló, dejando atrás al ahora ingenuo príncipe.

Llegaron al lugar, donde los esperaba Auguste con un libro en mano

-Eso fue rápido

-¿Qué es ese anillo?

- ¿En verdad no sabes nada?

- Calla. No me hagas perder mi buen humor

- Pfff JAJAJAJA, está bien, está bien. En este mundo hay dos objetos que contienen la bendición de un dragón. Uno de ellos, esta oculto en la academia neutral, no se sabe en realidad de quién es la bendición y otro es el que las hadas recibieron, aquellas que reinan a varias pequeñas razas que se rehusaron a participar en el juego de poder, fue entregado por el dragón de agua Icefyre, el cual dio visto bueno a su valentía. Ninguno de los objetos tienen funciones bélicas pero sí prometen prosperidad en tierra neutral.

- Entonces las hadas están en grandes problemas sin ese anillo

- Escuché que para proteger los objetos, tienen una función de no dejar el cuerpo de su dueño hasta después de morir... no es que sea difícil matar así que aquellos que lo portan deben ser de extrema confianza y fortaleza

- Bueno, es un accesorio codiciado por débiles o pacifistas con un gran sentido de la familia, así que no creo que me sirva mucho. De todos modos, creo que muy pronto tendrás sirvientes nuevos, solo no los mates tan rápido- sonrió angelicalmente

#Pasó el medio día y justo como lo acordado el príncipe apareció con tres guardias más, ya había memorizado las palabras que tenía que decir y arreglado todo lo que tenía que arreglar. Auguste dio un paso al frente y se acercó a Seth se arrancó un cabello- cómetelo- le dijo, ofreciéndole el cabello negro y largo ..... ahhhh no se crean jajajaj. Ahora sí

Pasó el medio día y justo como lo acordado el príncipe apareció con tres personas más, todas con expresiones culpables. En cuanto vieron a Auguste ni siquiera lo reconocieron hasta que soltó su aura y empezaron a temblar de miedo primitivamente a lo que Auguste se carcajeó. Fue difícil explicar al príncipe mi relación con Auguste y asegurarle que no saldría de la prisión. Después de que todo se calmara el príncipe y Auguste hablaron a solas por unos minutos, fue fácil adivinar sobre qué. En cuanto todos estaban listos para partir vi a Dhara, una niña bien alimentada, cargando armas y con una expresión bastante firme

- Elige un caballero- le dije al príncipe

- ¿Qué?

- No te preocupes tanto, no es lo que...

- Yo- el hombre que había estado con él la primera vez que nos encontramos dio un paso al frente

- Bien. Dhara, Nova y Mara- La niña también dio un paso al frente -No se contengan, trabajen juntas y dejen sus armas- le ordené, ella dejó todas sus armas en el suelo y el caballero entendió la situación y también dejó todas sus armas en el suelo.

Empezaron a pelear y para sorpresa de los desconocidos, ambos estaban bastante igualados. Gracias a las tres mentecitas en ese cuerpo era casi imposible predecir sus movimientos.

- Noah- me habló Auguste - sígueme.

Hice una señal a la niña para que terminara el combate en cinco minutos y seguí a Auguste al bosque. 

-En cuanto salgas de aquí un gran ejercito estará en tu sombra- empezó a hablar seriamente dándome la espalda-son solo herramientas a tu disposición pero debo advertirte algo. El dragón de la oscuridad no es alguien en quien debas confiar, ese ejercito será un arma de doble filo que puede consumirte en cuanto bajes la guardia y el dragón sonreirá mientras ve tu sufrimiento, serás un ser que controla la oscuridad y también el que más añore la luz. Ese papel se te fue dado desde el momento en el que naciste.

Volteó a verme con asquerosos ojos compasivos

- ¿Es todo lo que tenías que decir?

- Esto no es un juego

- Si lo es. ¡Es el gran juego! El cual tú perdiste- su expresión cambió a una irritada -Ya no tienes derecho a entrometerte, solo vive lo que te queda de vida en silencio tal y como lo haz estado haciendo los últimos años.

- Solo eres un niño

- ¿No lo hace eso mas divertido? Un niño con un gran ejercito a su disposición- Dijo con un sonrisa divertida en su rostro, después inmediatamente esa sonrisa desapareció -No me hagas reír. No sientas compasión por mí, no soy tu hijo- Auguste sintió una punzada en el pecho -Podría vivir una vida aburrida, simplemente como un príncipe de la nación demoniaca, pero nací como un híbrido bastardo, no tengo esa opción... Sé los riesgos que hay involucrándome con esa lagartija -Auguste retrocedió en cuanto escuchó la palabra "lagartija"- pero como verás, no le tengo mucho respeto a seres que sucumben ante su aburrimiento, utilizaré el poder que me dé para construir uno propio y no sé, tal vez hacerle uno que otro favor en el proceso, no es que puedan involucrarse directamente en el mundo en su forma original... o eso es lo que leí.

Auguste sonrió ante las descabelladas declaraciones del niño parado en frente de él <Él es diferente> pensó al darse cuenta de que no tenía ni una pizca de miedo en esos ojos rojos brillantes, nunca había visto a alguien sin temor a los dragones, casi como... si en realidad no pertenecieran al mismo mundo

Regresaron al círculo perfecto, Dhara estaba golpeada, sucia y parecía bastante lamentable

-Listo, es hora de partir

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora