XXI

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Ya pasaron 7 años desde la primera vez que me encontré a Klaus, resultó ser un guardia imperial de alto rango... claro, antes de que su imperio cayera; ahora se gana la vida como uno de los mejores mercenarios en la ciudad, ah y también entrena a pequeños niños que quieren llevar pan a su mesa. Es experto en todo tipo de combate, ya sea a corto, mediano y largo alcance. Además, tiene mucho conocimiento sobre procesos mágicos y sus ramas. 

En cuanto a mi, se podría decir que soy un experto en llevarlo a casa cada vez que se encuentra inconsciente en los bares o calles y es que se frustró aún más al saber que ya no tenía nada más que enseñarme en cuanto a esgrima después de tres años. Así que empezó a utilizar su creatividad para enseñarme el manejo de armas de todo tipo y a hacerme sufrir con la excusa de que tengo que tener un cuerpo fuerte y una voluntad aún más fuerte.

En cuanto a mi elemento él tan solo me enseñó lo más básico y después dijo que no podía hacer nada más por mi, ya que no estaba capacitado para tener un discípulo usuario de la oscuridad así que empecé a buscar por todos lados pero mis manos estaban atadas ya que los usuarios de oscuridad no eran bien recibidos ni siquiera por el gremio de asesinos y no podía llamar la atención por nada del mundo. He intentado de todo pero simplemente no sé como controlarlo, una vez que lo empiezo a usar la habitación o todo a mi alrededor se vuelve negro, desde que eso pasó Klaus no volvió a estar cerca de mi mientras experimento con el elemento.

En este momento me encuentro en el bosque, tirado en el suelo desnudo y cubierto por una capa gruesa de nieve, mis alas cubren mi cuerpo y lo mantienen caliente y también evitan que me queme con la nieve pero están empezando a sentir un poco de frío, al lado de mi está Klaus con una chamarra bastante gruesa y fumando un puro

<Maldito hijo de put*, ya pasaron más de tres horas, te juro que  la próxima vez no me voy a contener y le voy a cortar uno de sus dedos> 

- Suficiente por hoy, no queremos que tus extremidades se caigan. Asegúrate de ponerte el anillo y no llegues tarde para la cena - dijo mientras se alejaba del lugar en dirección a la ciudad

Rápidamente quité toda la nieve de mi cuerpo, me puse el pantalón, después el anillo que ocultó por completo mis alas dejando una marca parecida a un tatuaje en mi espalda y también cambió el color de mis ojos, después la playera y una chamarra que llevaba antes de saber el tipo de entrenamiento que iba a tener hoy

Una vez más sentí la presencia de alguien más mirándome. No pasó un día desde que llegué aquí que no sintiera esto, intenté confrontarlo pero es muy escurridizo y rápido tanto así que solo conozco su sombra

*Unos meses después*

El entrenamiento de hoy consiste en salir de un laberinto volcánico sin morir en el intento y sin nada más que mi cuerpo, entras por una cueva y tienes que salir por otra, simple pero el problema es que no veo absolutamente nada y es difícil respirar por el aire caliente. Lo único bueno es que aprendí a controlar la temperatura de mi cuerpo al ser enterrado por más de un día en la nieve y segundos después sumergido en gua hirviendo una y otra vez

<Si fuera humano como en mi vida pasada ya hubiera muerto hace una hora>

Mi cuerpo se empezó a sentir pesado y mi respiración más caótica, sentía como si mi garganta se estuviera cerrando gradualmente, me recargué en una de las paredes calientes y me desplomé. Ni siquiera sabia si estaba en el camino correcto o si estaba recorriendo el mismo que hace una hora. Ya estaba perdiendo la conciencia cuando sentí algo era pequeño y extrañamente estaba a unos dos metros de mi en la grieta de una de las rocas - Esto es...- incrementé mi concentración y con mucho esfuerzo empecé a sentir mis alrededores, cada grieta cubierta por la oscuridad pude sentirla en un radio de cinco metros, intenté moverme para avanzar pero en cuanto perdí una fracción de concentración todo volvió a ser oscuro, en cuanto vi otra vez lo primero que me encontré fue un ciempiés gigante dirigiéndose a mi con gran velocidad, ni siquiera pude procesar bien la situación cuando agarré la primer roca que encontré y me lancé al ataque pero esta salió volando al hacer contacto con su exoesqueleto, no me podía alejar tanto de él ya que el radio de visión no era muy amplio <Maldito seas, Klaus. Tendré que hacer esto a puño limpio> después de acabar moliendo ese asqueroso ser vomité sangre por usar a la fuerza la habilidad 

En realidad perdí la noción del tiempo pero puedo asegurar que fue más de un día el que estuve en esa cueva. El ambiente de muerte al ser tan caliente que quema los pulmones al tan solo tomar una bocanada de aire y la completa oscuridad me hizo entender mejor mi elemento en muchos sentidos. Salí de la cueva no solo cubierto de sangre de todas las diversas criaturas, sino que también de la mía

- ¡Oh, vaya! Pensé que te estaba enviando a morir pero una vez más me sorprendiste... supongo que descubriste una que otra cosa de tu elemento

- ...¿Qué dijiste?  tu mald#"%&$°!¡

Sentí una mano en mi cabeza, lo miré a los ojos y me estaba viendo de forma cálida y con una sonrisa sutil 

- Felicidades. Tu entrenamiento conmigo ha acabado

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora