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Seth pudo sentir una gran libertad. De su mano salió una espada tan negra como el color de sus alas que se perdían en la oscuridad, el anciano seguía enojado así que todos sus movimientos buscaban tomar su vida. Era muy fuerte, bueno, por lo menos se notaba que lo fue, aún así tanta paz lo había debilitado, eso y que su ira lo había cegado

- wow, supongo que acabo de matar a alguien muy importante para tí- dijo algo sorprendido por la forma tan desesperada en la que ese hombre buscaba su muerte -era tu hijo?- preguntó con tono inocente

Pudo sentir peligro a su espalda y un gran muro de sombra solidificado salió del suelo. El príncipe también buscaba su muerte, también estaba furioso

-cállate, suéltalo- amenazó a Seth mirando la cabeza que aún no había sobrado

-ah, no te preocupes, no necesito las dos manos- dijo sonriendo

-maldito...

- Es tan injusto, amo Seth - llegó justo a tiempo Dhara. De sus armas escurría sangre fresca y su cara y ropa también estaban salpicadas -ese hombre era mío- dijo mirando el cuerpo del que era el capitán

-ohhh, tiene una hija

-enserio? La puedo tener? Cuál es?- sus ojitos se iluminaron y miraron a la multitud

-n..no la mates, quiero hacer experimentos. Cállate ¿No ves que hay muchos? Voy a divertirme. Si, siempre eres una aguafiestas, mejor solo quédate callada. Pero el amo Seth solo nos dio una, los demás del amo. Él es muy generoso, seguro nos da unos cuántos más- la forma en la que hablaba consigo misma le causaba ternura a Seth y se divertía escuchándola, la atacaron los guardias que contenían sus lágrimas interrumpiendo su charla -...que maleducados.

El viejo no había parado de atacar y se notaba que se empezaba a cansar; el príncipe también atacaba desde la distancia, a pesar de todo ese caos él no se alejaba de su pueblo, los protegía; además, no podía ponerse en peligro, no sin saber la verdadera fuerza del demonio

¶mátalos¶ ordenó Seth con su mano mientras seguía evitando y dañando mínimamente al anciano. De un momento a otro la cuchilla de la pequeña atravesó la garganta de uno, hizo que el otro quedará de rodillas, se colocó atrás de él e incertó su espada en la parte superior de la cabeza para que saliera por abajo de su mandíbula. Los demás soldados mantuvieron su distancia, los civiles estaban empezando a tener ideas peligrosas, algunos de las hadas querían levantarse y pelear, una sombra se levantó y antes de que el príncipe se percatara y desapareciera una vez más dejó en claro que sus vidas eran mucho más ligeras, que la única razón por la que seguían vivos era porque Seth lo había permitido.

De una sombra cercana Seth sacó a la pequeña Leah que se encontraba en mal estado ¶cúrala¶ ordenó, sin siquiera apartar sus ojos del enemigo, la triada se acercó y le dio de tomar un líquido verde, segundos después Leah despertó

Solo Asger pudo percatarse del enorme control que tenía Seth sobre la situación, algo en ese niño le ocasionó un sentimiento que muy pocas veces había tenido en su vida, siendo el primogénito, considerado un genio y haber Sido seguido como un líder desde su nacimiento solo había sentido envidia una vez en su vida y había sido por su padre, pero esta vez era diferente, lo que veía lo sentía completamente inalcanzable, ese niño, el poder de ese demonio, sus habilidades y sus seguidores eran excepcionales. Lo quería tener, ese poder, esa sangre, esa libertad, lo quería todo.

- Pfff. Idiota- Seth se burló de él al ver su expresión, aquella que siempre veía en aquél que ordenó su muerte en su primer vida -no te atrevas a mirarme así-

Leah solo se había sentido de forma similar una vez, de hecho, esta vez era mucho peor, cuando su salvadora fue mordida por esa serpiente, fue la primera y de verdad rezó por que fuera la última. Seth, su amo, estaba enojado.

Una presión inmensa llenó la cueva, a tal punto que muchos vomitaron, sangraron por orificios de su cabeza y se desmayaron; tal como si Seth hubiera dejado de jugar, tiró la cabeza del difunto y atacó al anciano; aunque no lo mató en su primer golpe, no tardó en abrumarlo y cortarlo por la mitad.

En ese momento lo único que quería era matar a ese príncipe y sus asquerosos súbditos, pero eso no lo volvía fácil y mucho menos conveniente, aún así quería matarlo.

Empezó a caminar en su dirección con una tremenda sed de sangre, el príncipe también estaba abrumado por tal presión, lo único que pudo pensar es que ese demonio era una amenaza no solo para su raza, sino que para todas las razas de luz existentes, <debo matarlo aquí y ahora> pensó el príncipe y toda la humedad en el aire de esa cueva empezó a juntarse en un solo lugar. Ya no le importó la gente que estaba a su espalda, sabía que debía matarlo por un bien mayor; cuchillas de agua empezaron a formarse en el aire, el príncipe las dirigió y disparó hacia Seth quien con una sonrisa en su rostro corrió hacia ellas, su espada las corto como si se tratase de tofu, aún así el príncipe no dejo de atacar ni una vez, pero algo cambió en él y el príncipe no pudo evitar sonreír con un aire de superioridad <humph, al fin y al cabo solo es un niño> sus movimientos se volvieron lentos y pronto su control elemental a larga distancia empezó a superar al demonio, cortes profundo se empezaron a acumular en sus extremidades. En ese momento estuvo seguro de que ese niño solo podía atacar en combates a corta distancia. Se sintió superior y una sonrisa se dibujo en su rostro en cuanto Seth quedó de rodillas en el suelo. Ovaciones de sus súbditos empezaron a sonar en toda la cueva, la espada negra desapareció y el príncipe intuyó que se había quedado sin maná, no podía percibir ni una pizca en ese cuerpo derrotado, nunca se había sentido tan victorioso y orgulloso en su vida. Ahora lo que veía era a un pobre demonio derrotado en el piso, quería humillarlo, no era nada sin su elemento, solo un pobre niño a punto de morir

-JA!, A esto llaman rey? Él es el Seth del que tanto temían? QUE BROMA

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora