XLV

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Todos aquellos con suerte se pararon dentro del círculo.
Después de haber investigado, estudiado y memorizado diversos libros escritos a lo largo del tiempo en este lugar, solo había una cosa que podía sacarlos y esa era su sangre que, aunque no era pura, seguía siendo descendiente del "fundador" por así decirlo.

Seth se cortó una muñeca y después la otra, el cuchillo pasó rebanando las venas azules e inmediatamente dejando salir una gran cantidad de sangre.

Todo ese líquido rojo, apenas caía al suelo empezaba a moverse en una fina línea y a trazar un símbolo complejo en el suelo; se necesitaba el doble o más de la cantidad de sangre de lo normal, así que pasaron unos minutos después de que al parecer el símbolo estuviera completo, Seth se estaba empezando a sentir mareado.

El aire empezó a ser caótico, los árboles chocaban unos contra otros, todos retrocedían y cubrían sus caras por la velocidad de muchas hojas que podrían cortar fácilmente la piel, todos estaban ocupados preocupándose por su entorno excepto Auguste que miraba a su alumno impasible en medio de ese círculo con los ojos cerrados casi como si estuviera dormido y con la sangre corriendo por sus manos. Una sonrisa incrédula se dibujó en su cara <Este niño lo logró> pensó y casi inmediatamente el aire paró, como si nunca hubiera estado todo se volvió silencioso hasta que el rojo de la sangre empezó a brillar intensamente a tal punto de tener que cerrar los ojos para evitar la ceguera; lo último que vio Auguste fue una sonrisa propia de un niño y los ojos, uno rojo y uno verde, que se posaban sobre él y que provenían de aquél niño que aún en esa luz poseía una enorme sombra. Unos segundos después sintió un vacío, las sombras habían seguido a su nuevo amo.

°°°°°°°

Mis piernas colapsaron, un cuerpo pequeño me sostuvo

- M..maestro, se encuentra bien?- pregunto la niña ahora con ojos amarillos y preocupados

- Nova... estoy bien- intente calmarla con una sonrisa, ella apartó su mirada y de sus mejillas a sus orejas se sonrojaron.

Pronto la luz que nos cegaba se apagó, dejándonos ver un bosque y a aquella niña que había dejado hace tiempo atrás hincada sobre una rodilla, solo ella estaba ahí 

- He estado esperando su regreso, mi señor. -<...no me digas que...> -No me he alejado de la puerta para poder recibirlo, mi señor.-  

<...si, está loca> todo se volvió oscuro y a lo lejos pude escuchar las voces alteradas de las dos pequeñas conociéndose 

-¡¿Mi señor? ¿qué le ocurre?!. No. Espera ¿quién eres tú?, suelta a mi amo!

- ¡Tú no lo toques con tus manos sucias!

- Tú no estas más limpia! Entrégame a mi hombre

-¿Qué? ¿Cómo te atreves a...

 •°•°•°•°•°•

En cuanto abrí los ojos lo primero que vi fueron troncos de árboles pasar rápidamente uno tras de otro, después un dolor punzante en los brazos

- Mi señor! ¿Está despierto?- era Lea, tenía una expresión calma - tome, coma algo- me extendió con un cuchillo un pedazo de manzana roja cortado perfectamente

Vi a mi alrededor y tardé un poco en darme cuenta que un guardia del principito me estaba cargando en su espalda y a nuestro lado Lea, Dhara y los otros guardias corriendo lado a lado.

- ¿Qué está pasando? - preguntó Seth débilmente

- Estamos bajo ataque, mi señor- contestó Lea con una sonrisa tranquilizante en el rostro

Me sorprendió la tranquileza con la que lo dijo, de hecho me irritó

- ... quién nos ataca?

- no lo sabemos- dijo sin borrar esa sonrisa y empujando el pedazo de manzana repetidas veces a mi mejilla.

- Dhara

- Si, mi señor - respondió al llamado

- "Mi señ..." . ¿Qué está pasando?

- unos hombres empezaron a atacarnos en cuanto terminamos de tratar sus heridas. No parecen ser hadas o parte de su reino.

Tomé el pedazo de manzana que no se había alejado de mi cara y me lo comí irritado por su insistencia

- otro - contestó una vocecita del otro lado justo después de que pasara el bocado y así otro pedazo comenzó a molestarme mientras escuchaba la breve explicación de Dhara

Paramos y le pedí al guardia que me bajara, todos parecían muy alterados, a excepción de las dos pequeñas a mi mando

- ¿Cuánto tiempo estuve fuera?

- alrededor de unos 15 minutos, mi señor- habló Lea postrada sobre una rodilla, no pude evitar percatarme que Dhara hacía lo posible por imitarla

<...ಠ_ಠ> - ¿Hay bajas?

- Ni una, mi señor

Aún no tenía la suficiente fuerza pero podía sentir a miles de seres en mi sombra, era como una descarga de mucha información a mi cerebro, sabía exactamente cuántos eran y las fortalezas de cada uno y lo mejor de todo es que podía sentir sus ansias por actuar, acatar mis órdenes sin ninguna duda... Nunca pensé que cada uno tuviera algún tipo de conciencia propia, pero si me enfocaba en una sola podía saber sus sentimientos, que aunque parecían ser muy primitivos, algunos eran bastante entendibles de acuerdo a la situación actual... Su mayor deseo era traer la victoria, matar a aquellos enemigos a la primera oportunidad.

Escondidos entre los árboles, Lea me seguía alimentando constantemente, Nova revisaba mis brazos y los otros revisaban los alrededores

- parece que las demás razas se dieron cuenta de la desaparición de la bendición. el bosque está bajo ataque. Tenemos que contraatacar, nuestro deber es proteger a toda vida dentro de este bosque.- El príncipe había reunido a sus soldados y empezado a dar órdenes -Todos tomarán sus puestos. Capitán, una vez más la guardia real esta en sus manos- Habló a su hombre y este puso su puño en el pecho y inclinó la cabeza

Nací Como Un Híbrido BastardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora