| Narra Karol |
Alguna has tenido un sueño erótico con tu jefe, o mejor aún, alguna vez has pensado que acostarte con tu peor enemigo es la mejor opción saciar necesidades, a veces el deseo, la pasión y la lujuria te gana, y con un hombre como Ruggero mi autocontrol se va a la mierda en segundos.
El besa — jadeo — y besa muy bien, no hay lugar de mi cuerpo que no haya disfrutado el hecho de que me toque.
Muerdo mi labio lentamente, provocando que su lengua entre otra vez en mi boca, le doy pase a seguir moviéndose dentro de ella, acariciarlo, sentirlo me hace bien, me excita el poder tenerlo, es saber que aunque sea por hoy, será mío.
El placer es tanto pero el aire es tan poco, nos separamos por un momento, conectamos nuestras miradas, las cuales piden a gritos que nos encontremos de nuevo.
Tomo mi blusa y automáticamente levanto las manos para que se deshaga de ella, moja sus labios con la lengua y me toma de la cintura para volver apegarme a su cuerpo — Eres hermosa Sevilla — volvemos a chaparnos, con tanta intensidad que sin darnos cuenta rompimos algo.
Nos reímos un mini segundo y retomamos nuestra guerra de lenguas, toma mis piernas para cargarme encima de él, chocamos con la pared, y seguimos en lo nuestro.
Enredo mis manos en su cabello, atrayéndolo más hacia mi, y mis ganas de tenerlo dentro de mi, cada movimiento, cada toque, cada beso, es tan electrizante, tan excitante, tan lleno de placer.
Caemos a la cama, estoy encima de él — déjame tomar el control — suspiro mientras quito su camisa, botón tras botón, esta cae en cualquier parte de la habitación, me acomodo sobre el, inicio un camino de besos en su cuello, unos que dejan chupetones, unos que dejan marcas, esas que son las evidencias de que es mi hombre.
Antes de llegar a sus labios, chupo y succiono, saboreando su piel, es tan complaciente, el sigue gimiendo cierro los ojos un segundo y me toma de imprevisto para terminar debajo de él — ahora voy yo.
Sonrió maliciosa, mi abdomen esta desnudo y el lo sabe, ya les dije que es mu bueno besando, pues ni se imaginan lo que es que te — ahh — toma el cierre de mi pantalón bajándolo con rapidez, su mano llega a mi feminidad y se moja más de lo que ya estaba.
Llegamos a la misma altura, desabrocha mi brasier para poder proseguir a hacerme la mejor manoseada de senos que he tenido en mi vida, me arqueo un par de veces, nunca en mi vida había llegado a tener tantas sensaciones de que alguien me penetrara tan duro, como lo necesito en este momento.
Sus dedos hacen maravillas, hacen que este a punto de correrme, a punto de pedirle de rodillas que entre en mi de una puta vez. — Te necesito, ya.
Mis deseos son ordenes para el, mis manos van directo a su pantalón y si desperdiciar más tiempo bajo su bóxer junto con él, no me sorprende el tamaño de su miembro, imaginármelo embistiéndome me dan más ganas de que empiece este juego de cuerpos.
—Desde ya te digo, que puedes gritas todo lo que quieras, muñeca — susurra en mi oreja mientras muerde mi ovulo.
Me apega a él, dejando mis bragas afuera, se posiciona y sin más empieza el sexo más bueno y placentero de mi vida.
Como pude privarme de todo esto, es la sensación más prohibida y deliciosa que he vivido — Más rápido.
— Como ordenes muñeca. — sigue embistiendo.
Su fuerza y rapidez más mi meneo de caderas, hacen querer que esto se vuelva eterno — Me encanta tu besos. — habla el mientras sigo gimiendo de placer, muevo mi cabello para observarlo mejor.
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Te Encontrare Pasquarelli ©
Akcja-¡COMO QUIERES QUE ME CALME! ¡ESA MALDITA RATA SE ESCAPO OTRA VEZ!, Gomez, no lo teniamos rodeado. -Nose como se ha podido escapar inspectora. -Pues yo si -suelto un golpe en la mesa- Al parecer ese hijo de puta es más astuto que el FBI. -Trataremos...