| Capitulo 14 |

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| Narra Karol |

Así que quieren que enamore a un tipo para robarle, genial — Estoy dentro.

— Oh, no — quejándose ruggero camina hacia nosotros — de ninguna manera ella ira contigo mañana, mucho menos con Renato, no necesito otro loco que se obsesione con ella.

— Ay, por favor Ruggero, Karol esta perfectamente capacitada, además no es tan conocida en el cartel, es imposible que sepa que es ella.

— Si, además no te estamos pidiendo permiso — lo encaro y Agustin asiente.

— Yo soy el jefe. — resalta mas de lo normal la ultima palabra.

— Corrección — cruzo mis manos y quedo frente a él — Tú eres el jefe solo para las misiones de narcóticos, Agustin esta a cargo de pedrería ilegal y lavado de dinero, así que no te estamos preguntamos, si no informando. — me alejo sonriente.

Toma mi brazo con fuerza deteniéndolo — a mi no me hablas así, oíste.

— Y a mi, no me vuelves a tocar — deshago su agarre — Si yo quiero participar en esa misión, lo hago y punto, deja de preocuparte por mi, que no te lo pedí, ni te lo pediré nunca. — finalizo con molestia.

—Ya basta ambos, Karol tiene razón Ruggero.

— Porque ella, porque no Giovanna.

— Es neta, anda a chingar a tu madre. — me voy de la sala, no pienso escuchar sus tonterias.

Agustin me detiene — Tú vas a ir mañana conmigo, no le hagas caso, él quiere protegerte, es su deber, lo hace más por Talvez que por ti, créeme.

Mi chispa de esperanza se fue al suelo, y yo que creía que le importaba, ni siquiera esta enamorado de la impostora de Karol Sevilla, que más podía esperar — Cual es el plan — vuelo a la mesa.

— Después de que él tenga el diamante, no querrá separarse de él, por lo tanto, es ahí cuando tu llegas.

— Tengo que seducirlo — observo la molestia de Ruggero — Besarlo — el gruñe en silencio — o exactamente que tengo que hacer — muerdo mi labio — porque yo soy muy profesional.— sonrió para todos.

— Tu solo vas invitarle un trago, tendrán una platica calentona, se irán al las habitaciones exclusivas del casino, lo drogaras con un sedante, y mientras esperas a que haga efecto podrías.

— Hacerle un baile.

— Que? — reprocha ruggero.

— A los hombres les gusta eso, Agustin crees que haya un tubo, con eso tendríamos el tiempo suficiente para que se duerma.

— Puede funcionar.

— De verdad lo estas considerando — niego ruggero — Karol que tienes en la cabeza.

— Neuronas, de veras crees que me voy a montar encima de él y fingir gemidos hasta que le haga efecto, aparte se ve que es guapo, si me quedo a medias estaré de mal humor.

— Hace cuanto no coges mujer — pregunta agustin.

— Él ultimo no fue tan bueno.

— Alonso no te hace sentir mujer. — creo que vamos a jugar un porquito con tu mente.

— Alonso no fue el ultimo, querido. — se queda con la boca abierta, y yo rio para mis adentros, vieron eso, justo en su orgullo masculino.

—Bueno yo me tengo que ir, pero mañana les explico mejor. — Agustin sale con rapidez, le dedico mi sonrisa más hipócrita a Ruggero y salgo de ahí.

Te Encontrare Pasquarelli ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora