Te Encontrare Pasquarelli ©

|Capitulo 22|

|Narra Karol|

5 horas antes.

Hoy fue un día agotador, me quede a revisar la mercancía, y hacer las cuentas me está matando, necesitamos un contador urgentemente, yo no puedo encargarme de todo.

Prendo la televisión, creo que merezco un descanso, o tal vez no, ¿porque ese película?

***

"Te han dicho alguna vez que eres tu sonrisa es la más linda del mundo"

—Enserio solo tienen películas románticas — le pregunté a Ruggero, después de escuchar el diálogo más chicle de la vida.

El asiente y yo bufo, como es que un narco tiene solo películas románticas, ya dije que me cagan las películas románticas.—¿Porque no te gustan esa clase de películas?

—No son de mi estilo — apago la televisión dirigiendo,e hacia la cocina, él está preparando pasta, o eso aparenta — Son muy irreales, a una chica jamás le va a tocar un hombre así, les mienten a la sociedad femenina, creando un estereotipo de hombre perfecto que no existe.— procedo a probar un poco de su comida, que por cierto está muy buena.

—Yo creo que tu eres de las típicas niñas que tiene miedo a enamorarse.— casi me atraganto con la estupidez que acaba de decir.

—Crees que tengo miedo a enamorarme?— me burlo con una de mis mejores risas.—Estas mal de la cabeza.

—Ya has tenido novio, o alguien te haya hecho suspirar. — como que está muy chismoso este tipo.

—No, la he pasado bien con algunos chicos, pero nunca he tenido nada serio, no tenía tiempo.— soy honesta.

—Crees que si te enamoras perderás la batalla y sabes que—Estamos muy juntos, tanto que estoy temblando.—tienes toda la razón— se aleja dejándome con ganas de más.

—Lo dices por algo en particular, tú te has enamorada y has perdido— sé que entro en terreno peligroso, pero vale la pena.

—Karol, en este cartel, organización, como quieras llamarle, uno no se puede enamorar, por que si te enamoras pierdes, y ni tu ni yo somos perdedores.

***

«Uno no se puede enamorar, porque si te enamoras pierdes, y ni tu ni yo somos perdedores»

Otra lágrima resbala por mi mejilla, mientras veo mi anillo, es lo único que me queda de él, aparte de los más dolorosos recuerdos, en que momento, cuando fue que deje mi plan inicial por el, cuando me enjambre de un imposible, todos sabíamos que acabaría mal, hasta yo.

—disculpe patrona — entra chucho en la habitación y limpio mis lágrimas. — pasó algo? — preocupado.

Niego mientras vuelvo a relajarme — que tenemos?

—Sabina Razpón, pidió la mercancía para hoy. — Razpón, de donde esa nombre.—que le decimos.

—Prepara todo, Eva y yo vamos a ir a entregarle la merca. — cargo mi arma, busco mis botas y mientras me la pongo observo como chucho me mira.— tengo algo.