Karol Sevilla
Estar alejada de las armas suele ser complicado para nosotros, ruggero extraña la adrenalina más de lo que pensó, los niños han crecido mucho, enseñarles el negocio no es una opción, se supone que ya cambiamos de vida.
Andrea tiene 17 años y Noah está a nada de cumplir 15, se me ocurrió volver a una de las fincas como regalo de cumpleaños de ruggero.
Los chicos van dormidos, la carretera esta completamente oscura, mi mano entrelazada con la de mi esposo, la música a un volumen bajo pero justo para no dormirnos.
— Tienes tu arma — me pregunta de repente y asiento buscándola, ¿qué pasó ahora?
— Nos están siguiendo ¿verdad? — el asiente tratando de sonar calmado.
Saca su arma y la carga, por mi parte hago lo mismo — ¿Sabes quienes son?
— Ni idea, pero si hoy tiene que correr sangre, llego la hora muñeca - besa mis nudillos y asiento.
El retrovisor nos avisa el acercamiento de la camioneta negra — dejemos que nos pasen, quizás es falsa alarma, igual hay que estar listos.
Las cosas se ponen feas cuando tenemos razón, nos acaban de cerrar el paso, unos hombres encapuchados se bajan del auto — ¡Bájense hijos de la chingada!
— No son narcos, ¿te acuerdas de los códigos aún? — afirmó — 471.
Comprendí de inmediato, ambos bajamos con las arma atrás — no tenemos nada de valor, nuestros hijos están ahí dentro.
— ¿Crees que somos empaticos?
— Queremos la camioneta, todo lo que traen ahí, y tú también si se puede — trata de tocarme pero ruggero empieza a golpear al chico de enfrente.
Por mi parte patada en el abdomen, los testiculos y un puñete en la sien, un chico me agarra de atrás ambas manos desarmándome por completo, ruggero y yo estamos sentados en el suelo frente al único tipo que queda vivo, el problema, ninguno de los dos tiene un arma.
— ¡Quietos los dos! — quita el seguro del arma apuntándonos.
Miro ambos lados, Andrea está despierta, que mierda está haciendo — Hoy se mueren por idiotas.
Sonaron dos disparos, mi hija es una asesina.
—¿Que hiciste? — le pregunté parando yendo hacia ella.
— No había opción
— ¿Como es que sabes disparar? — mira a su padre y yo niego irónicamente con la cabeza.
— Dime que no es cierto — lo encaro
— Ella me descubrió, un día estaba aburrido salí a disparar al campo, y...
— Yo le pedí que me enseñara, Noah y yo queremos estar en el negocio, quiero sentir esa adrenalina mamá.
— ¿Sabes lo peligroso que es esto?
— No hay vuelta atrás, Noah mato a un chico la semana pasada.
— ¿El hizo que? — como empezaron a pasar estas cosas, como no me di cuenta.
— Un idiota trato de secuestrarla— habla ruggero — Noah solo la defendió, escondimos el enterrar el cuerpo en el patio trasero.
— Por eso no querían hacer la piscina.
— No hay opción mamá, somos parte de esto, nunca se sale de este negocio del todo.
Mis manos pasaron desde mi cara hasta la parte trasera de mi cabello, la frustración que tengo ahora es inigualable, son mis hijos no quiero que les pase nada malo, este mundo solo trae desgracias y sangre.
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Te Encontrare Pasquarelli ©
Acción-¡COMO QUIERES QUE ME CALME! ¡ESA MALDITA RATA SE ESCAPO OTRA VEZ!, Gomez, no lo teniamos rodeado. -Nose como se ha podido escapar inspectora. -Pues yo si -suelto un golpe en la mesa- Al parecer ese hijo de puta es más astuto que el FBI. -Trataremos...