|Capitulo 19|

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|Narra Karol|

Como es posible, las palabras no salen de mi boca, él me tiene atrapada, no puedo seguir mintiendo, o si — tu no sabes nada.

—Por dios, Karol, yo se todo desde el día que te dispararon al salir de esa fiesta.

—Como es que.

—Mande analizar tu sangre, a veces hacemos esas pruebas para ver si tienes VIH, pero un amigo descubrió tu ADN y te identifico como Luna Valente.

—Porque no me mataste ahí

—Quería ver hasta donde podía llegar

—Te juro que no era mi intención.

—Si ya lose — dice irónico — nada de esto era tu intención — habla negando — Karol, ruggero se enamoro de ti, de una policía, viste lo que paso con Giovanna.

—Le vas a decir

—Como se te ocurre, será para que muera decepcionado

—Entonces

—Tu vas a irte de aquí, fingirás tu mentira, y seguirás en tu burbuja de porquería.

—No te entiendo

—Si mal no recuerdo, tu viniste aquí para ser entrenada y volverte la patrona del cartel de Tijuana, pues bueno, ya es hora de que hagas realidad tus mentiras.

—No me quiero ir.

—Aquí no importa lo que quieras, tu te vas a ir, porque te estoy dejando viva, cualquiera que sepa esto te mataría sin pensarlo, Karol me caes bien, y lamentablemente necesito de esos servicios para que la organización aquí se estabilice, así que deja de joder, porque tu vas a manejar el cartel de Tijuana.

—Puedo despedirme de él.

—No, tu te vas ahora mañana a primera hora.

—Sola?— esta loca — necesito llevar gente, y dinero.

—Tus cinco millones de más, son tuyos, te llevaras a una mano derecha y unos veinte hombres, necesito que fabriques tu propia merca, el negocio de Taldes sigue en pie, tu miénteles, eres buena en eso.

—Que más.

—Dentro de 5 días, quiero 50 kilos de mariguana, pero de las buenas.

—Como la paso de Mexico a California.

—Ellos te dará indicaciones.

—Esto es injusto y lo sabes.

— Lo injusto es que lleves ese anillo, Karol el se enamoro de una mentira, de verdad crees que si te quedas podrás sobrevivir a eso.

—Me dices que tal salió la cirugía, me voy a hacer mis maletas.

(...)

Las duchas son buenas para reflexionar, pero sobre todo para llorar cuando el corazón te duele más que nada, juego con mi anillo, el que nunca me voy a quitar, tal ves si vine para vengarme y meter a todos a la cárcel, pero ahora se la verdad.

Y la única verdad aquí es que me equivoque, me enamore, y perdí, porque así eran las reglas porque desde un inicio sabia que si me perdía en sus ojos o su boca, acabaría todo mal, y mírenme ahora.

Trato de dejar mis pensamientos por un segundo, pero es imposible, estoy en la cama con el pelo mojado, tratando de dormir con el corazón en la boca, por que ni siquiera se si se va a salvar, todo es mi culpa, todo siempre ha sido mi maldita culpa.

Te Encontrare Pasquarelli ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora